5. Una hermosa rubia de ojos azules y capul por la cual me babeo.
4. Un esplendido recital de Narcos (la banda donde Truchafrita toca el bajo y de la cual sólo me he perdido dos recitales que fueron en Bogotá)
3. Una pésima banda oscureta que tocó después de Narcos que mejor la olvido por completo. Hago cómo que nunca la oí ni la vi y paso a un recuerdo mejor: Yo agarrado a una baranda con mi mano derecha, que por alguna razón tiene electricidad la baranda esa, le toco una mano a la hermosa rubia con mi mano izquierda. Ella dice: “¡Ay, eso se siente todo raro!”
2. La nueva edición de Cuadernos Gran Jefe. Aquí montado en éste bus, mientras el trancón se deshace leo y leo. Está de lujo.
1. Jugar a una misión imposible. Lo mejor de la noche y de éste día: Todavía me veo terminando la misión diciendo que soy un Testigo de Jehová no ocurriéndoseme que decir sobre los testigos de Jehová.
*No sé por qué mientras estaba subido en ese bus me acordé de cuando viajaba cada día en un bondi allá en Argentina y entonces a veces tarareaba esta canción de Siniestro Total: “A una isla del Caribe he tenido que emigrar, y trabajar de camarero lejos, lejos, lejos de mi hogar, de mi hogar…”
domingo, noviembre 30, 2008
sábado, noviembre 29, 2008
TOP 5 Resucitaron del mismísimo más allá endemoniado mis parlanticos adorados
5. A lo bestia, con patadas y lanzadas contra el techo, traté de resucitarlos. Y nada, los malditos se negaban volver a éste mundo infeliz.
4. Grité “nooooOOOOOOOOOOO!” arrodillado en el piso y con los brazos levantados hacia el cielo. Y nada, los clichés sólo funcionan en el cine y en otras cosas que no me interesan.
3. Intenté llamar a alguien que supiera sobre parlanticos, pero me dio pereza. Y nada, muertos como estaban mis parlanticos ni se dieron cuenta que yo tenía buenas intenciones para que resucitaran.
2. Con un cigarrillo en la boca y ron en mano los mire fijamente, casi que sin parpadear, mientras mentalmente decía “Parlantes, levántense y caminen”. Y qué tal que se hubieran levantado y caminado, un infarto del susto me hubiera dado.
1. Pero por accidente, con el pie, moví unos cablecitos. Y aquí están mis parlanticos adorados tronando a todo dar una canción de Stephen Malkmus.
Stephen Malkmus fo eva an neva!!! Y mis parlanticos.
4. Grité “nooooOOOOOOOOOOO!” arrodillado en el piso y con los brazos levantados hacia el cielo. Y nada, los clichés sólo funcionan en el cine y en otras cosas que no me interesan.
3. Intenté llamar a alguien que supiera sobre parlanticos, pero me dio pereza. Y nada, muertos como estaban mis parlanticos ni se dieron cuenta que yo tenía buenas intenciones para que resucitaran.
2. Con un cigarrillo en la boca y ron en mano los mire fijamente, casi que sin parpadear, mientras mentalmente decía “Parlantes, levántense y caminen”. Y qué tal que se hubieran levantado y caminado, un infarto del susto me hubiera dado.
1. Pero por accidente, con el pie, moví unos cablecitos. Y aquí están mis parlanticos adorados tronando a todo dar una canción de Stephen Malkmus.
Stephen Malkmus fo eva an neva!!! Y mis parlanticos.
miércoles, noviembre 26, 2008
TOP 5 Un cigarrillo más en éste blog repetitivo e hijuetantas
1. Son las 6:30 pm de un viernes y estoy laburando. Mi encendedor desechable no funciona a pesar de que lo compré éste mismo día. Decido caminar hasta donde está el vigilante del lugar y pedirle el favor de que me encienda el cigarrillo ya que hace una hora y algo lo vi fumando.
- Ahorita te vi fumando ¿será que de casualidad no tenés un encendedor?- Le digo.
- No hermano, no fumo. – Me dice.
Estoy seguro de que lo vi fumando, de que no tuve una alucinación. Pero sin embargo no le reprocho nada al vigilante, seguro tendrá alguna política para encender cigarrillos que no son suyos, una política de esas que tienen seres muy radicales que no se doblegan por nada y si los obligan a contradecirse crean guerras mundiales y cosas así, o seguro quién sabe qué trauma tiene con encender cigarrillos ajenos, quizás un trauma de niñez. Si no me quiere encender mi cigarrillo, pues es problema de él.
2. - Eh, ahorita te vi fumando.- Le digo con cara de “Llave, estoy que me fumo un dedo ¿no te das cuenta? ¡Préstame tu encendedor ya!”.
- Shss, que no lo oigan parcero. Es que nos tienen prohibido fumar.- Me dice mientras mira para un lado y para el otro cómo si me estuviera vendiendo alguna especie de estupefacientes muy peligrosos.- En éste trabajo nos mantienen muy vigilados, no nos dejan fumar, no nos dejan quedarnos dormidos, no nos dejan escuchar la radio disque porque nos distraemos, no nos dejan ver televisión por lo mismo.
- Eeeh, perdón por lo que voy a decir, pero solo estoy en desacuerdo en lo que les prohíban fumar, pues, es que son vi...
- Sí hermano, y lo peor es que ya se está terminando el año y ya me dijeron que me toca estar aquí clavado toda la noche el 24 y el 31 de diciembre. Qué cosa más triste.
- ¡¡¡ Uff!!, eso debe ser lo peor.
3. - ¿Si ve la primera ventana a la derecha del edificio de enfrente?- Me pregunta el vigilante.
- Sí.- Le respondo.
- Esa ventana es del cuarto de una muchacha que me gustaba mucho.
- ¿Ya no te gusta?
- Hace como dos meses ya no vive ahí, me dijo que su familia y ella se iban a vivir a La Estrella. La voy a extrañar mucho éste diciembre.
- ¿Por?
- Ya van dos años que me toca estar aquí toda la noche un 24 y un 31 de diciembre. Ella los dos 24 de esos 2 años siempre me trajo natilla y buñuelos. El último 31 de diciembre vino y me dijo “traje papeletas para que las quememos juntos, estoy aburrida en mi casa” y las quemamos aquí donde usted y yo estamos parados, ja ja ja ja. Mi jefe decía por el walkie-talkie “Están tirando papeletas en su sector” y yo le respondía “Jefe, son tres niños, tres inadaptados, ya mismo le averiguo de qué parte del barrio son”, al otro día regañaron a tres niños de dos edificios más allá que andaban por ahí a esa hora, ja ja ja ja.
- Pobres niños.
- Naa, uno de niño siempre le toca vivir esas cosas.
2. – Hey, en serio, sé que tenés encendedor, por favor, necesito fumar.- Digo ya casi con los ojos en la trastienda.
- ¿Sabe por qué estoy trabajando en la vigilancia?- Pregunta el vigilante.
- No. Fumar, fumar, fumar, es lo que quiero.- Digo.
- Porque nunca me gustó estudiar, eso nunca fue para mí. Me gradué del colegio Marco Fidel Suarez y nunca más quise saber de profesores ni nada.- Dice.
- ¿Sos Suarista? Yo estudié en el Marco Fidel Suarez.
- ¡¿En serio?! Mire como es la vida. Yo estaba en octavo cuando mataron a Hamilton Chica ¿y usted?
- Yo vi morir a Hamilton Chica, lo mataron a mi lado y salí herido.
- ¡¿Oiga?! ¡¿En serio?! No le creo.
- En serio, yo estaba repitiendo séptimo, o sea, también estaría en octavo.
- ¿O sea que usted y yo ya nos conocíamos?
- Es lo más seguro.
-Yo era una plaga en el colegio.
- Y yo una güeva completa.
1. – Hace rato no sentía nostalgia por mis días del colegio.- Dice el vigilante.- Le hice la vida imposible a más de uno.
Justo como ahora, no quieres encenderme mi cigarrillo.
- Ahorita te vi fumando ¿será que de casualidad no tenés un encendedor?- Le digo.
- No hermano, no fumo. – Me dice.
Estoy seguro de que lo vi fumando, de que no tuve una alucinación. Pero sin embargo no le reprocho nada al vigilante, seguro tendrá alguna política para encender cigarrillos que no son suyos, una política de esas que tienen seres muy radicales que no se doblegan por nada y si los obligan a contradecirse crean guerras mundiales y cosas así, o seguro quién sabe qué trauma tiene con encender cigarrillos ajenos, quizás un trauma de niñez. Si no me quiere encender mi cigarrillo, pues es problema de él.
2. - Eh, ahorita te vi fumando.- Le digo con cara de “Llave, estoy que me fumo un dedo ¿no te das cuenta? ¡Préstame tu encendedor ya!”.
- Shss, que no lo oigan parcero. Es que nos tienen prohibido fumar.- Me dice mientras mira para un lado y para el otro cómo si me estuviera vendiendo alguna especie de estupefacientes muy peligrosos.- En éste trabajo nos mantienen muy vigilados, no nos dejan fumar, no nos dejan quedarnos dormidos, no nos dejan escuchar la radio disque porque nos distraemos, no nos dejan ver televisión por lo mismo.
- Eeeh, perdón por lo que voy a decir, pero solo estoy en desacuerdo en lo que les prohíban fumar, pues, es que son vi...
- Sí hermano, y lo peor es que ya se está terminando el año y ya me dijeron que me toca estar aquí clavado toda la noche el 24 y el 31 de diciembre. Qué cosa más triste.
- ¡¡¡ Uff!!, eso debe ser lo peor.
3. - ¿Si ve la primera ventana a la derecha del edificio de enfrente?- Me pregunta el vigilante.
- Sí.- Le respondo.
- Esa ventana es del cuarto de una muchacha que me gustaba mucho.
- ¿Ya no te gusta?
- Hace como dos meses ya no vive ahí, me dijo que su familia y ella se iban a vivir a La Estrella. La voy a extrañar mucho éste diciembre.
- ¿Por?
- Ya van dos años que me toca estar aquí toda la noche un 24 y un 31 de diciembre. Ella los dos 24 de esos 2 años siempre me trajo natilla y buñuelos. El último 31 de diciembre vino y me dijo “traje papeletas para que las quememos juntos, estoy aburrida en mi casa” y las quemamos aquí donde usted y yo estamos parados, ja ja ja ja. Mi jefe decía por el walkie-talkie “Están tirando papeletas en su sector” y yo le respondía “Jefe, son tres niños, tres inadaptados, ya mismo le averiguo de qué parte del barrio son”, al otro día regañaron a tres niños de dos edificios más allá que andaban por ahí a esa hora, ja ja ja ja.
- Pobres niños.
- Naa, uno de niño siempre le toca vivir esas cosas.
2. – Hey, en serio, sé que tenés encendedor, por favor, necesito fumar.- Digo ya casi con los ojos en la trastienda.
- ¿Sabe por qué estoy trabajando en la vigilancia?- Pregunta el vigilante.
- No. Fumar, fumar, fumar, es lo que quiero.- Digo.
- Porque nunca me gustó estudiar, eso nunca fue para mí. Me gradué del colegio Marco Fidel Suarez y nunca más quise saber de profesores ni nada.- Dice.
- ¿Sos Suarista? Yo estudié en el Marco Fidel Suarez.
- ¡¿En serio?! Mire como es la vida. Yo estaba en octavo cuando mataron a Hamilton Chica ¿y usted?
- Yo vi morir a Hamilton Chica, lo mataron a mi lado y salí herido.
- ¡¿Oiga?! ¡¿En serio?! No le creo.
- En serio, yo estaba repitiendo séptimo, o sea, también estaría en octavo.
- ¿O sea que usted y yo ya nos conocíamos?
- Es lo más seguro.
-Yo era una plaga en el colegio.
- Y yo una güeva completa.
1. – Hace rato no sentía nostalgia por mis días del colegio.- Dice el vigilante.- Le hice la vida imposible a más de uno.
Justo como ahora, no quieres encenderme mi cigarrillo.
jueves, noviembre 20, 2008
TOP 5 Cuando te cambia la vida (Parte 5)
Más o menos en esa época me sentía vulnerable, con ganas de que alguien pusiera un revólver en mi cabeza y a lo película *Clic*:
- ¿Qué tienes para decir en tus últimos momentos de vida?
- No me quiero graduar de la U, quiero seguir siendo siempre un estudiante de artes plásticas.
- ¿Por qué? ¿No pues que estabas tan aburrido estudiándolas? ¿Qué desde cuarto semestre denigrabas de la gran mayoría de tus profesores?
- Sí, pero, en la universidad me siento seguro, lo único que puedo perder es que me pongan una mala nota.
- Humanos, quién los entiende. Ni sé para qué pregunté, esas últimas palabras tuyas me importan un reverendo rábano, pero te daré gusto ya que soy buena gente: morirás como estudiante exitoso y no como un llano trabajador que apenas el sueldo le alcanza para comprarse el pan de cada día.
- Gracias.
- ¿Gracias de qué? Sólo soy un deseo tuyo que te da vanas esperanzas, soy una ilusión que sirve para canalizar ansiedad y mucho miedito de salir solito con hacha en mano a enfrentarse a la vida del laburador.
- ¿O sea que no es verdad que Pum Pum en mi cabeza?
- Ajá, algún día vas a morir de quién sabe qué, pero no ahora…
*Algún día, acostado en el pasto, miraras el cielo y pedirás tú último cigarrillo*
Foto: Byron Vélez
- ¿Qué tienes para decir en tus últimos momentos de vida?
- No me quiero graduar de la U, quiero seguir siendo siempre un estudiante de artes plásticas.
- ¿Por qué? ¿No pues que estabas tan aburrido estudiándolas? ¿Qué desde cuarto semestre denigrabas de la gran mayoría de tus profesores?
- Sí, pero, en la universidad me siento seguro, lo único que puedo perder es que me pongan una mala nota.
- Humanos, quién los entiende. Ni sé para qué pregunté, esas últimas palabras tuyas me importan un reverendo rábano, pero te daré gusto ya que soy buena gente: morirás como estudiante exitoso y no como un llano trabajador que apenas el sueldo le alcanza para comprarse el pan de cada día.
- Gracias.
- ¿Gracias de qué? Sólo soy un deseo tuyo que te da vanas esperanzas, soy una ilusión que sirve para canalizar ansiedad y mucho miedito de salir solito con hacha en mano a enfrentarse a la vida del laburador.
- ¿O sea que no es verdad que Pum Pum en mi cabeza?
- Ajá, algún día vas a morir de quién sabe qué, pero no ahora…
*Algún día, acostado en el pasto, miraras el cielo y pedirás tú último cigarrillo*
Foto: Byron Vélez
domingo, noviembre 16, 2008
TOP 5 Mientras supero la muerte de mis parlanticos amados y no se me ocurre sobre qué diantres escribir puteo a:
5. El señor ese de gorrita y mostacho de mexicano que un día hace mucho tiempo atrás me vendió media de ron Medellín a un precio exorbitante solo porque me vio cara de necesitado de alcohol a las 5:30 de la mañana en el parque de El Poblado. ¡Maldito estafador! Así son los humanos.
4. Los muchos adolescentes de mi edificio que siempre que me los encuentro en el ascensor se están mirando al espejo mientras se peinan los mechones estilo Emo para un lado y para el otro, se alaban los unos a los otros la ropa que llevan puesta, hablan de lo que se dijeron en el MSN el día anterior, se ríen de forma falsa (“Ja ja ja ja y creyó que yo no usaba pestañina en los ojos”), comparan sus teléfonos celulares y hasta se maquillan. Ir en el ascensor con cinco de ellos, más escandalosos que cinco mujeres juntas, es para: “cuando llegue al primer piso le arranco la escopeta al celador y…”
3. El computador nuevo de mi casa. Lo odio.
2. Los que creen que por manejar “datos curiosos” son inteligentes.
1. Al niño que le regalé todos mis juguetes cuando yo tenía catorce años: ¡¡¡triple gran hijueputa!!! ¡malparidito, catre chimba, gonorrea! Le deseé y le deseo todo lo peor.
ñapa:
4. Los muchos adolescentes de mi edificio que siempre que me los encuentro en el ascensor se están mirando al espejo mientras se peinan los mechones estilo Emo para un lado y para el otro, se alaban los unos a los otros la ropa que llevan puesta, hablan de lo que se dijeron en el MSN el día anterior, se ríen de forma falsa (“Ja ja ja ja y creyó que yo no usaba pestañina en los ojos”), comparan sus teléfonos celulares y hasta se maquillan. Ir en el ascensor con cinco de ellos, más escandalosos que cinco mujeres juntas, es para: “cuando llegue al primer piso le arranco la escopeta al celador y…”
3. El computador nuevo de mi casa. Lo odio.
2. Los que creen que por manejar “datos curiosos” son inteligentes.
1. Al niño que le regalé todos mis juguetes cuando yo tenía catorce años: ¡¡¡triple gran hijueputa!!! ¡malparidito, catre chimba, gonorrea! Le deseé y le deseo todo lo peor.
ñapa:
jueves, noviembre 13, 2008
TOP 5 All tomorrow´s parties
5. Alguien entró a éste blog buscando por el Google: “ver colombianas follando y metiendo drogas”. Obviando lo de follar - ¿quién no quiere ver colombianas follando?- ese alguien que hizo tan extraordinaria búsqueda en acto de “no entiendo por qué en éste mundo todos somos tan diferentes” se piensa que las colombianas meten drogas muy distinto a como lo hacen las argentinas, uruguayas, paraguayas, bolivianas, venezolanas, gringas, chinas -que en china extraterrestres si son- y etc.
Colombianas, mostrad cómo metéis drogas mientras os dan por donde ya sabéis, hagan un orgullo nuestro país.
4. A la original cucaracha highlander la conocí esta noche. Mi gata Astrid se la masticó, la escupió, jugó con ella a “te aviento al aire y te recibo malparidita con mis colmillitos un buen rato” y se levantó muy oronda la condenada cucaracha y empezó a treparse por las paredes. Vino uno, dos, tres chancletazos míos y la hijueputa siguió viva, de nuevo “paredes mías, por aquí me trepo, me escapo”. Otro chancletazo y… Naturalmente tuvo qué morir, su cabeza al final se desgarró de su cuerpo. El premio de un highlander es ser mortal; ¿viste la película?
3. Dos recuerdos de Argentina pegados en mi nevera (Heladera) que corrí porque me dio la gana dos milímetros más allá. Es raro ver la huella que han dejado esos dos imanes corridos de Mad Max e Easy Raider después de casi dos años y medio sin moverse de la nevera; el polvo y la viejones todo lo puede. Pero mira que sonrió. Marcas.
2. ¡Mi mes favorito ya llegó, ya llegó, ya llegó, ya llegó!
Tú te dirás que Diciembre es para los pocos ilustrados y para los que escuchan a Andrés Calamaro y Tricky o algo así.
Dirás que estamos en Noviembre, qué por qué menciono a Diciembre.
Pensaras que eres inteligente.
Pero…
1. Algo súper triste: Murieron los parlantes de mi computador. Lloro, ellos estaban conmigo desde 1999.
Colombianas, mostrad cómo metéis drogas mientras os dan por donde ya sabéis, hagan un orgullo nuestro país.
4. A la original cucaracha highlander la conocí esta noche. Mi gata Astrid se la masticó, la escupió, jugó con ella a “te aviento al aire y te recibo malparidita con mis colmillitos un buen rato” y se levantó muy oronda la condenada cucaracha y empezó a treparse por las paredes. Vino uno, dos, tres chancletazos míos y la hijueputa siguió viva, de nuevo “paredes mías, por aquí me trepo, me escapo”. Otro chancletazo y… Naturalmente tuvo qué morir, su cabeza al final se desgarró de su cuerpo. El premio de un highlander es ser mortal; ¿viste la película?
3. Dos recuerdos de Argentina pegados en mi nevera (Heladera) que corrí porque me dio la gana dos milímetros más allá. Es raro ver la huella que han dejado esos dos imanes corridos de Mad Max e Easy Raider después de casi dos años y medio sin moverse de la nevera; el polvo y la viejones todo lo puede. Pero mira que sonrió. Marcas.
2. ¡Mi mes favorito ya llegó, ya llegó, ya llegó, ya llegó!
Tú te dirás que Diciembre es para los pocos ilustrados y para los que escuchan a Andrés Calamaro y Tricky o algo así.
Dirás que estamos en Noviembre, qué por qué menciono a Diciembre.
Pensaras que eres inteligente.
Pero…
1. Algo súper triste: Murieron los parlantes de mi computador. Lloro, ellos estaban conmigo desde 1999.
martes, noviembre 11, 2008
sábado, noviembre 08, 2008
TOP 5 “Efficiency and progress is ours once more, Now that we have the Neutron bomb”
5. Es el tercer taxi del día y es el que del municipio de Envigado nos ha de llevar al municipio de Bello. Llevamos grabando toda la tarde, todavía nos faltan unas tomas para terminar con la jornada diurna y de extremo a extremo, sur a norte, atravesaremos toda Medellín. Así que apoyo mi cabeza en el espaldar de la silla de atrás, acomodo la cámara en mi regazo de manera que no se me vaya a caer, miro por la ventanilla y sin esfuerzo me quedo dormido. Sueño con mi persona favorita… dos horas y media después, a pesar que en el taxi desperté con una sonrisa y el efecto de enajenamiento por querer ver a esa persona favorita sigue (emoticón de carita feliz), maldigo el calor que hace y el por qué diantres estamos esperando el cuarto taxi del día en una autopista por la que no pasa ningún taxi.
- ¿Quién carajos espera un taxi en una autopista? – Me pregunto.
- Nosotros.- Me dice el periodista que me acompaña, al parecer me hice la pregunta en voz alta y entonces me escuchó.
- ¿Eso qué está al frente es la cárcel Bellavista?
- Yo creo que sí.
- Mira vos.
4. Anclado estoy yo al lado de los que sirven el vino, tengo mi novena copa vacía en la mano, la cámara colgada al hombro, veo medio borroso, me tambaleo, estoy casi que borracho y son más de las nueve y media de la noche; lo sé porque le pregunté la hora a alguien.
- Parce, ya terminamos de laborar ¿nos vamos ya? tenemos que guardar la cámara – Le digo al periodista que me acompaña y que está muy parlanchín y ebrio al lado de sus colegas periodistas que vinieron también a cubrir el evento.
- Parce, espérate me termino mi copa y nos vamos.- Me dice y sigue con sus consocios.
- Bueno.- Le digo y hago que un mesero me sirva otra copa de vino.
El evento que transcurrió hace pocos minutos iba sobre hacer frutas comestibles en laboratorios ya que como nuestro planeta se está yendo a la alcantarilla pronto no tendremos donde cultivar una mierda. Bebo, bebo, bebo, bebo vino de ¿uvas creadas en un laboratorio?, solo sé que el vino no es ron – que inteligente yo ¿no?-. Quisiera tener un laboratorio en mi casa y hacer ron. Varios tipos de ron: ron para el laboro, ron para bailar, ron para conversar, ron para deprimirse, ron para escuchar música, ron para mandar todo a la mierda,… ron para volverse un zoquete mientras laboras y pienso que en algún momento le vas romper a alguien la cámara en la cabeza, solo por gusto.
- Mesero, lléneme otra vez la copa.
3. Hace un calor de puta madre, pero mira qué cosa tan “rara”: llueve a cántaros. Fin de la jornada por hoy. Estoy mojado de pies a cabeza y sin embargo no me importa. Vertiginoso llegare a mi casa y me atiborrare de música (el grande Johnny Thunders tronando a todo dar en el equipo de sonido), tomare ron – que no pierda la costumbre-, hablare con mi persona favorita por el MSN y me dormiré. Laboro, nos vemos mañana. Solo espero que el taxista que me ha de llevar a la casa, posibilidad 10 de 9, no resulte que me quiera contar sus historias.
2. - Según el calendario Maya el mundo se va a acabar en el 2010.- Dice el taxista
- Según mucha gente muchas cosas van a pasar en el futuro.- Pienso.
- Un hombre atravesó volando el canal de la mancha.- Dice el taxista.
- ¿Y a mí eso qué?- Pienso.
- En estos días me compré todos los capítulos del Capitán Centella ¿se acuerda del Capitán Centella?- Dice el taxista.
- Sí, el capitán Centella era de lo mejor.- Digo sin mucha emoción. En este momento no quiero sentir ningún tipo de nostalgia, solo quiero llegar a mi casa.
- ¿Y cómo ve que Obama sea presidente de Estados Unidos?- Pregunta el taxista.
-La televisión ejerce un poder muy grande sobre las personas, puede decidir el destino de una nación.- Digo y el taxista me hace un gesto de “¿y éste de qué coño está hablando, qué se fumó? Igual huele a alcohol” y el resto del camino se queda en silencio. Bien.
1. – Agente Jack Bauer ¿qué me tiene qué decir con tanta urgencia?
- Señor presidente Bara… perdón, ando tan distraído últimamente con tanto laburito y con tantos problemitas personales, mi hija Kim que es tremendita y no sé qué hacer con ella… que todo lo confundo *aclaración de garganta: jum, jum*. Señor presidente David Palmer, en este momento estamos en medio de una conspiración.
- ¡¿No me diga?!
- Sí señor presidente. Sospechosos su esposa y el resto.
- Yo si decía que todo como que me olía a intriga, a suspenso, a maluco. – se toca la barbilla.- Agente Bauer ¿y qué hacemos entonces?
- Señor presidente David Palmer, - se toca la barbilla- por ahora haga todo lo que le dicen y dentro de cuatro años ya van a ver esos malditos, van a ver.
- ¿Van a ver qué, agente?
- Qué usted es un hombre integro, pero al fin y al cabo un ser humano que no es perfecto.
- Buen plan.
- Para servirle señor presidente Bar… perdón, perdón, presidente Palmer, es que ya estoy pensando en Nina Myers, una compañera del CTU, que está más buena que mejor dicho *jum, jum, jum, jum, jum, jum, jum*
- ¿Quién carajos espera un taxi en una autopista? – Me pregunto.
- Nosotros.- Me dice el periodista que me acompaña, al parecer me hice la pregunta en voz alta y entonces me escuchó.
- ¿Eso qué está al frente es la cárcel Bellavista?
- Yo creo que sí.
- Mira vos.
4. Anclado estoy yo al lado de los que sirven el vino, tengo mi novena copa vacía en la mano, la cámara colgada al hombro, veo medio borroso, me tambaleo, estoy casi que borracho y son más de las nueve y media de la noche; lo sé porque le pregunté la hora a alguien.
- Parce, ya terminamos de laborar ¿nos vamos ya? tenemos que guardar la cámara – Le digo al periodista que me acompaña y que está muy parlanchín y ebrio al lado de sus colegas periodistas que vinieron también a cubrir el evento.
- Parce, espérate me termino mi copa y nos vamos.- Me dice y sigue con sus consocios.
- Bueno.- Le digo y hago que un mesero me sirva otra copa de vino.
El evento que transcurrió hace pocos minutos iba sobre hacer frutas comestibles en laboratorios ya que como nuestro planeta se está yendo a la alcantarilla pronto no tendremos donde cultivar una mierda. Bebo, bebo, bebo, bebo vino de ¿uvas creadas en un laboratorio?, solo sé que el vino no es ron – que inteligente yo ¿no?-. Quisiera tener un laboratorio en mi casa y hacer ron. Varios tipos de ron: ron para el laboro, ron para bailar, ron para conversar, ron para deprimirse, ron para escuchar música, ron para mandar todo a la mierda,… ron para volverse un zoquete mientras laboras y pienso que en algún momento le vas romper a alguien la cámara en la cabeza, solo por gusto.
- Mesero, lléneme otra vez la copa.
3. Hace un calor de puta madre, pero mira qué cosa tan “rara”: llueve a cántaros. Fin de la jornada por hoy. Estoy mojado de pies a cabeza y sin embargo no me importa. Vertiginoso llegare a mi casa y me atiborrare de música (el grande Johnny Thunders tronando a todo dar en el equipo de sonido), tomare ron – que no pierda la costumbre-, hablare con mi persona favorita por el MSN y me dormiré. Laboro, nos vemos mañana. Solo espero que el taxista que me ha de llevar a la casa, posibilidad 10 de 9, no resulte que me quiera contar sus historias.
2. - Según el calendario Maya el mundo se va a acabar en el 2010.- Dice el taxista
- Según mucha gente muchas cosas van a pasar en el futuro.- Pienso.
- Un hombre atravesó volando el canal de la mancha.- Dice el taxista.
- ¿Y a mí eso qué?- Pienso.
- En estos días me compré todos los capítulos del Capitán Centella ¿se acuerda del Capitán Centella?- Dice el taxista.
- Sí, el capitán Centella era de lo mejor.- Digo sin mucha emoción. En este momento no quiero sentir ningún tipo de nostalgia, solo quiero llegar a mi casa.
- ¿Y cómo ve que Obama sea presidente de Estados Unidos?- Pregunta el taxista.
-La televisión ejerce un poder muy grande sobre las personas, puede decidir el destino de una nación.- Digo y el taxista me hace un gesto de “¿y éste de qué coño está hablando, qué se fumó? Igual huele a alcohol” y el resto del camino se queda en silencio. Bien.
1. – Agente Jack Bauer ¿qué me tiene qué decir con tanta urgencia?
- Señor presidente Bara… perdón, ando tan distraído últimamente con tanto laburito y con tantos problemitas personales, mi hija Kim que es tremendita y no sé qué hacer con ella… que todo lo confundo *aclaración de garganta: jum, jum*. Señor presidente David Palmer, en este momento estamos en medio de una conspiración.
- ¡¿No me diga?!
- Sí señor presidente. Sospechosos su esposa y el resto.
- Yo si decía que todo como que me olía a intriga, a suspenso, a maluco. – se toca la barbilla.- Agente Bauer ¿y qué hacemos entonces?
- Señor presidente David Palmer, - se toca la barbilla- por ahora haga todo lo que le dicen y dentro de cuatro años ya van a ver esos malditos, van a ver.
- ¿Van a ver qué, agente?
- Qué usted es un hombre integro, pero al fin y al cabo un ser humano que no es perfecto.
- Buen plan.
- Para servirle señor presidente Bar… perdón, perdón, presidente Palmer, es que ya estoy pensando en Nina Myers, una compañera del CTU, que está más buena que mejor dicho *jum, jum, jum, jum, jum, jum, jum*
martes, noviembre 04, 2008
TOP 5 “Me rasco la barriga y escucho a los Kiss”
5. La posibilidad de que cualquier excéntrico con una capucha en la cabeza, con una bomba molotov en la mano y vociferando a gaznate abierto “¡abajo el imperialismo, viva el Che Guevara!” entre de pronto, atraviese corriendo todo mi campo visual y lance la bomba molotov como jugador de la NBA hacia la policía anti motín que está apostada al otro lado de la calle es de 9 a 10. De 9 a 10 también es posible que los anti motines respondan disparando gases lacrimógenos, zendos chorros de agua a presión y voleen macana de lo lindo a diestra y siniestra cáigale al que le caiga, inclusive al viejito que por ahí pasa, que va para su casa y está absorto en sus pensamientos de “Hay muchos carros en Medellín….bla, bla, bla…” lleva su macanazo en la cabeza para que deje de pensar güevonadas. Tun, tun, en el torso, tun, tun, en las rodillas, por enchuspado, por no contar que de buenas a primeras un día la humanidad le hará saber que su destino es irse al garete.
4. No estoy de buen semblante, no me place en nada estar aquí viendo algo que nunca lleva a nada y que es rutina en una universidad pública. Encapuchados contra policías anti motines, mejor una de vaqueros, que mira: parece que vuelven a estar de moda. Pero estoy de turno laboral, mi orden directa es que desde una distancia prudencial, nada de hacerme el héroe sacando imágenes como para un documental de Michael Moore, debo estar atento y preparado para apuntar con la cámara y grabar lo más significativo de la revuelta, algo tipo: policías anti motines bebiendo ron y metiéndose manito entre ellos mismos mientras le parten la comprensión a encapuchados que minutos antes se hicieron ¡una por Mao!
- Parece que va a llover.- digo.
- Y nos vamos a mojar.- dice el periodista que también recibió la orden de cubrir tan magno evento de capuchos contra tipos que bogan por el “orden”.
- Ahora después de esto hay que ir a grabar otra cosa ¿cierto? – digo.
- Sí.- Dice el periodista.
- Mierda.
Empieza a llover.
3. Me enciendo un cigarrillo, miro más de cinco veces la hora en mi teléfono celular. Ha pasado más de media hora y ningún enajenado encapuchado ni ningún policía anti motín se ve a metros y kilómetros a la redonda, a pesar que horas antes si los hubo. Me dieron la orden muy tarde para salir a grabar y se acabó todo; de alguna manera me dejaron con los crespos hechos. Aquí parado donde estoy, mientras miro hacia el cielo gris y lluvioso, me fumo el penúltimo cigarrillo de mi paquete de Royal, me aburro como ostra.
2. La la la la la la, pronto sin ayuda de aparatos y cosos de esos de los que saben los que hacen cosos de esos algún día has de volar mientras tú muy sonriente antes de despegar te despides de tus seres queridos que, muy preocupados y con cara de terror, se dicen para sí mismos: “este muchacho está embazucado, metió mucha marihuana, merca, éxtasis, heroína, ladrillo raspado, vidrio molido, cacao, tiene compañeros de laboro que lo único de que saben hablar es que fueron al concierto de Andrés Calamaro. Que alguien, urgente, lo baje de esa terraza por favor, que se tira, que se nos mata el pobre”. Pensamientos que vienen y van en el transcurso de: Tu tranquilo, vuela como el pajarito aquel, tu pista de aterrizaje no será de aserrín, junto contigo la humanidad progresa a pasos de gigante.
1. - ¿Nos vamos? Aquí no va a pasar nada.- Digo.
- Pues sí, vámonos, en lo que tenemos que grabar ahorita nos van a dar comida y va a haber mucho vino.- Dice el periodista.
De alguna manera sonrío.
4. No estoy de buen semblante, no me place en nada estar aquí viendo algo que nunca lleva a nada y que es rutina en una universidad pública. Encapuchados contra policías anti motines, mejor una de vaqueros, que mira: parece que vuelven a estar de moda. Pero estoy de turno laboral, mi orden directa es que desde una distancia prudencial, nada de hacerme el héroe sacando imágenes como para un documental de Michael Moore, debo estar atento y preparado para apuntar con la cámara y grabar lo más significativo de la revuelta, algo tipo: policías anti motines bebiendo ron y metiéndose manito entre ellos mismos mientras le parten la comprensión a encapuchados que minutos antes se hicieron ¡una por Mao!
- Parece que va a llover.- digo.
- Y nos vamos a mojar.- dice el periodista que también recibió la orden de cubrir tan magno evento de capuchos contra tipos que bogan por el “orden”.
- Ahora después de esto hay que ir a grabar otra cosa ¿cierto? – digo.
- Sí.- Dice el periodista.
- Mierda.
Empieza a llover.
3. Me enciendo un cigarrillo, miro más de cinco veces la hora en mi teléfono celular. Ha pasado más de media hora y ningún enajenado encapuchado ni ningún policía anti motín se ve a metros y kilómetros a la redonda, a pesar que horas antes si los hubo. Me dieron la orden muy tarde para salir a grabar y se acabó todo; de alguna manera me dejaron con los crespos hechos. Aquí parado donde estoy, mientras miro hacia el cielo gris y lluvioso, me fumo el penúltimo cigarrillo de mi paquete de Royal, me aburro como ostra.
2. La la la la la la, pronto sin ayuda de aparatos y cosos de esos de los que saben los que hacen cosos de esos algún día has de volar mientras tú muy sonriente antes de despegar te despides de tus seres queridos que, muy preocupados y con cara de terror, se dicen para sí mismos: “este muchacho está embazucado, metió mucha marihuana, merca, éxtasis, heroína, ladrillo raspado, vidrio molido, cacao, tiene compañeros de laboro que lo único de que saben hablar es que fueron al concierto de Andrés Calamaro. Que alguien, urgente, lo baje de esa terraza por favor, que se tira, que se nos mata el pobre”. Pensamientos que vienen y van en el transcurso de: Tu tranquilo, vuela como el pajarito aquel, tu pista de aterrizaje no será de aserrín, junto contigo la humanidad progresa a pasos de gigante.
1. - ¿Nos vamos? Aquí no va a pasar nada.- Digo.
- Pues sí, vámonos, en lo que tenemos que grabar ahorita nos van a dar comida y va a haber mucho vino.- Dice el periodista.
De alguna manera sonrío.
sábado, noviembre 01, 2008
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