5. La bendita persiana no cerraba y yo llevaba más de media hora lidiando con ella, atrás de mí estaba Alejandra M., bebía mate y se fumaba un cigarrillo.
– Che, vamos tarde al recital - dijo.
– Sí, pero esta persiana no cierra.- dije
– No importa, la arreglamos luego. No tengo nada que me puedan chorear.
Cerveza de litro en un kiosco, charla boba o al menos Alejandra era que la charlaba, yo todo oídos. Ya algo prendos resulta que si llegamos tarde al recital, dimos empujones, pisotones y logramos ubicarnos a unos pocos metros de la banda. Alejandra, más grande que yo, se apoyaba en mis hombros para poder ver mejor, estaba detrás y de vez en cuado me rozaba en la espalda con sus enormes senos. Yo prendía un cigarrillo tras otro, no entendía de qué iba la canción que estaban cantando en el momento y sólo pensaba en Alejandra.
De vuelta en la casa arreglar la persiana me tomó más de tres horas y todo porque Alejandra decía “No tengo nada que me choreen, pero si me da miedo que los pibes de la esquina entren y me violen”, igual ella no ayudó con la persiana, se fue a dormir. Bueno, esas cosas pasan, por lo menos había cerveza comprada donde los chinos.
4. Tres de la mañana y yo descuelgo el teléfono y marco un número. Cuando me contestan digo:
- Usted me gusta mucho desde hace tiempo - y cuelgo.
No sé a quien se lo dije, pero quien quiera que haya contestado se enteró que me gusta. Luego me devuelven la llamada, en medio de la prenda no me acordaba que el identificador de llamadas existe.
-Yo sabía que yo le gustaba, lo sabía hace rato, usted es muy obvio y no sabe disimular. Pero el problema es que a mi me gusta otra persona.
- Lo sé, sólo fue una llamada de borracho, además no es ningún problema, usted está mejor con esa persona que conmigo, yo sólo soy un borracho.
- Un borracho que me cae bien, sólo eso.
- Listo Calixto, luego tocamos este disco.
- Cuando estés sobrio hablamos de esto.
- Lo sé, lo sé, no voy a ser capaz de mirarte a la cara.
Y resulta que sobrio si fui capaz de mirarla a la cara y hablamos y hablamos y nunca pasó nada. Bueno, esas cosas pasan, al menos siempre hay una licorera que está abierta las 24 horas.
3. Llevo varios días en que voy al parque del poblado y todo con la esperanza de encontrarme a aquella rubia bajita y muy linda que siempre que me ve me sonríe y de vez en cuando me mira fijamente. Por lo general nunca me la encuentro, pero cuando sí yo ya estoy tan borracho que no me animo a decirle nada, sólo atino a balbucir unas cuantas incoherencias a cualquier amigo que esté en ese momento acompañándome. Y bueno, esas cosas pasan, por lo menos estoy borracho y no me pongo a pensar esas maricadas de “soy un perdedor, bla, bla”.
2. Estaba en un taxi, tenía media de ron en el bolsillo de la chaqueta y llovía a cantaros. Un choque de taxi/ moto y un tipo debajo de una llanta con la cabeza destrozada estaban más adelante. Mi taxista no paraba de tocar la bocina sin ningún sentido y yo sólo pensaba en la niña aquella que vi en el parque del poblado cubriéndose de la lluvia con una chaqueta café. Me dije “Que niña tan bonita, lastima que no yo no sea de esos tipos que encaran porque me hubiera gustado hablarle, al menos decirle que está muy bonita”, me bebí un trago de ron, abrí la ventana, saqué la cabeza y dejé que el agua de lluvia cayera en mi boca abierta. “Por momentos así es que el mundo no es tan basura” dijo el taxista, o al menos eso creí escuchar.
Cuando llegué a mi casa me encontré a mi mamá en la puerta, acababa de abrirla, estaba intranquila y muerta de la risa, me dijo:
- Estaba pensando en usted, me pasó lo mismo que le pasó la otra vez que llegó borracho, me bajé del ascensor en un piso equivocado, el piso ocho, intente abrir la puerta y cuando miré que no era mi casa empecé a correr hacia arriba por las escaleras, que pena.
- Bueno madre, al menos no se quedó dormida en la puerta como yo.
Mi mamá es de lo mejor.
1. No sé de donde traían la cerveza, pero sí sé que había mucha. Ya estábamos prendos y me pasaron un teléfono celular, no sabía que decir, para dar consuelo o alentar no sirvo, sólo se me ocurre dar tres palmaditas en el hombro y decir que todo va a estar bien. Además tenía suficiente con la mala noticia que me acababan de dar para también hablar por el celular con el directamente implicado ¿Y como se dan tres palmaditas en el hombro por un celular?
- Soy Byron, qué más pues home.
- Hermano acá tratando de salir de esto, así es la vida. Yo sé que de esta salgo.
- Yo recién me entero, no sabía. Tengo que visitarte en el hospital.
- Hermano por acá lo espero. Esto es duro.
- Sí, yo te visito… eh, no sé que más decir home.
- Todo es bien, bacano que llamaste ¿Dónde estás que escuchó música?
- Eh, no te vas a pensar que estamos en mera rumba porque no es así, estamos en la segunda, por la casa de tu hermano, en un bar, que digo bar, en una casa ahí. Estamos tomando cerveza, por el día de la madre.
- Sí, mi mamá me acabó de visitar. Dándome moral.
- Home me alegra que estés tomando las cosas bien, así es la vida home… pues a mi no me ha pasado nada de… bueno sacando eso de relaciones locas y la depresión normal, pero no me ha pasado nada de… oe no, en serio, no sé que decir. Te paso a tu hermano, nos vemos en el hospital, cuando te haga la visita. Chauu, un abrazo llave.
Solté el celular en alguna mano que había estirada, no sé si era la de su hermano igual no tuve tiempo para verificarlo, yo estaba loma arriba caminando hacia la casa de mi abuelita, mi corazón latía, pensaba: “Mi pasado entero se está desmoronando, como en la escena esa de Eternal sunshine of the spotless mind donde caen carros del cielo”. Quería pugnarle a mi tía Libia el por qué no me había dicho nada, ella que siempre es la que me cuenta esas cosas “Ve te acordas de Peranito? Pues se casó” “Ve te acordas de Meganito? Pues lo mataron” “Ve te acordas de Yarley? Pues le dio cáncer en la cabeza y se murió”. ¿Por qué mi tía no me había dicho nada? Pues porque no sabía, cuando se lo dije palideció y tuvo que tomar aire varias veces.
Mi amigo, con el que bailaba Break Dance a los 15 años y el galán que se llevaba todas las niñas, le amputaron una pierna hace 15 días. Y el mundo puede ser más basuro si quiere.
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3 comentarios:
Hombre Byr, me vengo a enterar que las manos, además de para escribir y accionar cámara, también te sirven para arreglar persianas!
aguanta hacer un top 5 de situaciones donde hubiera sido muy bueno haber estado borracho o mínimamente bebido, pero que no había cómo.
hombre no se como llege aqui (ha de ser po algo) pero me fascino la historia.. sencillamente.. muy brutal!!!!
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