5. Recordar una escena de la película Los puentes de Madison donde el personaje que interpreta Meryl Streep se abre la bata en el porche de su casa y se le ve disfrutar cómo un viento súper fuerte que viene de quién sabe dónde, golpea su cuerpo desnudo. (¿Sí era así la escena? No sé, no sé, pero por alguna razón tengo grabada esa imagen de esa película que me vi hace años. Sé que me gustó esa peli porque el personaje de Clint Eastwood era fotógrafo de National Geographic)
4. Andar de gafas negras, camisa guayabera y mochos. (Recuerdo vestirme así en un viaje a Venezuela. Allá todo mundo se vestía así; no sé si los tiempos habrán cambiado, seguro que sí)
3. Pararse en la esquina de una calle a beber cerveza bien helada con los amiguetes, escuchar Tiempo pa´ matar de Willie Colón y hacer apuestas absurdas, “si te quedas ahí parado todo este tiempo con los jeans abajo te invito a una garrafa de vino luminoso”, como cuando se era adolescente.
2. Dormir todo el día babeando almohada y descobijado.
1. Nadar, o sólo estar metido en una piscina o charco o mar. (¿Por qué nunca he tenido amigos que tengan piscina en su casa?)
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4 comentarios:
Los puentes de Madison es una película muy buena.
El calor en Medellín es una asco.
Qué calores tan bravos...la coja está brava pelados...suerte y muerte!!!
parce el calor es lo peor que hay en el mundo ;___;
truchis: toda la razón en las dos cosas
Terre: uff, pero bien bravos.
Ms. Martin: De ley
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