1. Después de recordar que tuvo sexo, y ver que Sara está dormida a su lado, con la cabeza apoyada en su brazo derecho, él con mucho cuidado y sigilosa paciencia se levanta del sofá. Camina hasta la ventana, mira hacia la calle.
2. Sara abre los ojos, ve que él no está a su lado, suelta un bufido, se cruza de brazos, mira un rato el techo de esa habitación extraña y de nuevo cierra los ojos.
3. Él parado ante la ventana ve cómo Sara se despierta, suelta un bufido, mira hacia el techo de esa habitación desconocida para ambos, y luego se queda dormida. Camina hacia ella mientras va quitándose su chaqueta. Duda de si arroparla o no.
4. Sara de nuevo abre los ojos cuando él ya se ha ido. “No debí hacerme la dormida” piensa. “Maldito, no me arropó ni siquiera, se volvió a poner la chaqueta como si nada” pondera en sus pensamientos.
5. – Hey.
Él, en su casa, delante del televisor, bebiéndose la botella de ron que compró justo al dejar a Sara en esa casa extraña, da una mirada a la puerta de su morada.
- Hey, Freddy, por fin apareces, me tenías preocupado.
- Lo sé.
- Tengo mucho que contarte antes de que se me olvide.
- Seguro que sí. Pero antes tenemos que hablar.
- ¿Tenemos que hablar? Eso suena raro.
- Lo sé.
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