5. Me dejé crecer la barba, y para un lampiño como yo fue una cosa de pelos.
4. Hace mucho tiempo dejé de peinarme, me corto el pelo yo mismo, y lograr ese aspecto desaliñado de tipo en “la onda que nunca crece” no ha sido tarea fácil... y más porque no lo he logrado.
3. Ahora mis ojeras las llevo puestas siempre, contrastan con el rojo de mis ojos, el grosor de mis cachetes y el color del ron que bebo. *Salud*
2. Eh olvidado muchas cosas que codicio recordar, aunque no sé muy bien para qué. Asimismo pretendo olvidar algunas cosas que no quiero recordar y sé muy bien el porqué.
1. Aprendí a silbar como si llevara una armónica enganchada al cuello y muy cerca de mis labios; silbo tipo la música de Bod Dylan, me he hecho toda una banda sonora abatida de ira, amor, desamor, alegría, melancolía y desprecio hacia mí mismo; así es, soy tan ególatra que me auto compadezco.
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