1. Se acerca caminando lentamente a la cama, sufre de rinitis, se sorbe la nariz, lo ve acostado boca abajo, quiere tocarlo, no se atreve.
-¿Estás despierto? – pregunta ella.
- No. – dice él
- Bobo… ¿me llevas a mi casa? – dice ella, de nuevo sorbiéndose la nariz.
- No.- dice él mientras se pone boca arriba.
- Bobo.
- Me gusta estar contigo. No quiero no verte.
- Me volverás a ver, te lo prometo.
- Eso dijiste la última vez, y pasaron tres años.
- Y me volviste a ver.
- Muy tarde.
- Bobo.- ella otra vez se sorbe la nariz.
- A donde vayas, esa rinitis que tienes soy yo, recuérdalo.
- ¿Sí me llevas a la casa?
- Sí, tú sabes que siempre lo haré.
- Bonito.
- Boba.
2. Él maneja, lleva su brazo izquierdo en la ventana, su mano derecha se encarga del manubrio y los cambios del carro, ella va dormida en la silla de copiloto, tiene la boca abierta y una saliva transparente y espesa que sale de sus labios tiene el largo que casi le llega al hombro.
- Sé que te voy a dejar en tú casa, y no te volveré a ver hasta quién sabe. Eres la mujer de mi vida. Esta es la imagen que me llevo de ti, espero la arregles cuando por fin nos veamos nuevamente. Tal vez ya sea muy tarde, me voy a volver un viejito muy verde, tú estarás muy cucha para mi gusto. Te amare siempre, lo sabes.- Susurra él.
3. Ella se baja del carro, se asoma a la ventana del copiloto.
- Nada ha cambiado desde que tú no estás aquí.- dice ella tocándose el corazón.
- Lo sé. – Dice él arrancando el carro.- Estrellas me acompañan desde mi corazón.- Susurra.
- Bobo.- dice ella, cabizbaja.
4. Ella se duerme plácidamente en su cama, mañana viajara.
5. Él, borracho, se duerme antes de llegar a su cama.
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