1. - Con el corazón acelerado, camino entre el tumulto de gente que tengo al frente, es un misterio que esté aquí, si quieres que te lo confiese. Mátame, me estoy desesperando, no tengo la llave. Pero espera que llegue y abriré esa puerta. No te voy a olvidar, y ese se puede ir al carajo. Hay gente con suerte. Yo, este, pues, me voy yendo… hacía la nada. Tú en cambio...- murmura un tipo que está muy borracho, o muy drogado, que está al lado mío, en este bus; no veo que tenga ningún manos libre ni nada parecido. Pienso: “hay que estar muy trastornado para andar en esas: murmurando cosas caóticas, parado, sin sostenerse de nada en un bus que está repleto de gente”
2. – Ahora que venía en el bus había un tipo al lado mío que hablaba solo, hablaba cosas todas raras.
- Jajaja, seguro eras vos, maldito demente.
- No era yo.
- Pero vos hablas solo, te he visto.
- No… bueno, pero no era yo, estoy seguro. El tipo dijo que era de un planeta muy cercano a la tierra.
- Que envidia de él, ya quisiera decir yo: “Saludos, terrícolas, se van a podrir todos.”
- Yo quiero decir: “Saludos, terrícolas, soy uno más de ustedes, con ustedes me pudro.”
- Caga parches.
- En serio, qué tipo más raro. Tenía buena presencia, estaba vestido de cachaco y todo. Se bajó del bus, sacó una peinilla de uno de sus bolsillos, se peinó y se quedó ahí parado. No sobra decir que estaba lloviendo.
- Está lloviendo.
- Y nos estamos mojando.
- Sí.
- Sí. ¿Qué hacemos?
- ¿Beber?
Empezamos a caminar por ese pequeño corredor al aire libre que es Carlos E. Restrepo.
3. – Maldito, dijimos que íbamos a beber, me engañaste.
- Pero estamos bebiendo ¿no?
- No, vos tenés un puto tarrito de agua y yo una cerveza y un ron.
- Por eso, estamos bebiendo.
- ¡¿Vos qué haces con un malparido tarrito de agua?!
- Es que no puedo beber alcohol, lo siento.
- ¿Qué? Y ¿Por qué o qué?
- Estoy en tratamiento, puedo quedar inválido gracias al chorro.
- ¡¿Qué?!
- Sí, me lo dijo el doctor hoy.
- Ay gonorrea, ¿Y eso?
- Hace rato me duele la pierna derecha, y bueno, por eso, es algo relacionado con la cabeza.
- Ay marica.
- Si el doctor me hubiera dicho “siga bebiendo y se va a morir mañana”, pues sigo bebiendo, pero ya lo de “invalido” es otra cosa, fuerzas mayores.
- Puro Star Wars marica.
- Así que agüita y extrañaré mucho el licor.
- ¿Entonces te puedo pegar cada vez que quieras beber licor? A muchos amigos les he pegado por lo mismo.
- Eh, no.
Nos sentamos en un murito, miramos a la gente pasar. Bebo de mi tarrito de agua.
- Mira marica, acabó de pasar una bola de heno.
- La vi.
- Que curioso, eso por aquí no existe, las bolas de heno.
4. Un mes antes, en un sitio llamado Calle 9:
- Oíste, me está doliendo mucho la pierna derecha.
- Eso es porque seguro te aporreaste.
- No me aporreé con nada.
- Entonces es cansancio.
- Puede ser.
Al lado de nosotros se sienta un tipo que se ve muy nervioso, tiembla, está llorando.
- Oigan.- dice el tipo.
- ¿Qué pasó men?- dice mi amiga.
- ¿Ven a la chica que se está besando con ese tipo? – nos pregunta señalándonos a una pareja que está al frente de nosotros.
- Sí, la vemos.- responde mi amiga.
- Ella es mi novia, y esta tarde me dijo que no iba a salir porque se iba a quedar en la casa de su tía. Vine a tomarme una cerveza y la veo en esas, estoy muriéndome.
5. En el presente:
– Me acordé del man, hace como un mes, que pilló a la novia chupándose con un tipo, qué risa parce.
- Más risa me da fue que el man les pagó la cuenta y luego los siguió.
- Y nos pagó la de nosotros.
- Sí.
Nos tomamos un aguardiente, nos desmayamos. Mucho tiempo bebiendo.
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