1. - Hola.
Él sigue
sentado frente a la computadora, con su mentón apoyado en su mano derecha,
absorto mirando la pantalla. Llevas días así, comiendo poco, fumando mucho,
sintiendo comezón en la nariz, los brazos y la espalda.
2. - Hola.
Él sigue
esperando una llamada por el teléfono que respondió hace un rato, pero no se
dio cuenta. La voz al otro lado de la línea sigue diciendo “hola”.
3. Tocan a
la puerta.
- Hola.- dice él, murmurando, sin quitar la
mirada de la computadora, ni mover su mentón de su mano derecha. Una mosca se
posa en su frente.
De nuevo
tocan a la puerta.
4. - Hola. –
dice ella tumbando la puerta de una patada. El vecino le ayudó a tumbarla.
- No hay
nadie aquí. – dice el vecino dando una vuelta por la sala.
Él, con
barba de muchos días, se rasca el mentón. Quiere escribir, pero no se le ocurre
nada.
5. Ella irrumpe
en la pieza.
– Hola. Me
tenías preocupada.
- Hola.
- Eres un imbécil,
¿lo sabes?
- Lo sé.
- Nunca más
me vuelvo a preocupar por ti.
- Quiero
arroz chino.
- Te traje.
- No se me
ocurre nada que escribir. Tengo crisis.
- Lo sé.
Para eso lo mejor es bailar. También traje buena música.
Él y ella se
ponen a bailar. El vecino pone la música.
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