1. Acomodo mi grabadora de periodista en una mesita de la sala, saco mi lapicero, mi libreta de apuntes y armo un carrizo con las piernas. Mientras, mi entrevistado de hoy, al que llamare A, con un cigarrillo entre los dedos de la mano derecha, levantada a la altura de las costillas, con un micrófono imaginario en la mano izquierda, elevada a la altura del cuello, parado a unos metro de mi, con una terrible voz de tarro – el que lo oiga pensará que lo están matando-, hace un karaoke de una canción llamada Volar, de aquella banda legendaria española Alaska y los Pegamoides.
-A: “No me tienta nada de lo que quieres darme. No sé por qué, pero ya no puede gustarme. Sé que tú no acabas de convencerte, pero yo solo sé que lo que quiero es volar. Miro hacia abajo y no lo puedo evitar, una ventana abierta y me quiero tirar, un precipicio y solo pienso en saltar, porque yo solo sé que lo que quiero es volar…”
-YO: A, ¿te gusta mucho esa canción, no?
- A: Anteriormente sí me gustaba mucho, ya no. Pero me trae recuerdos.
-YO: ¿Recuerdos de qué época?
- A: De algunos años atrás, no sé decírtelo con exactitud. Mi memoria cada vez está más chafa… Hace calor ¿no?
- YO: Sí, mucho calor.
- A: Los días son cada vez más calurosos.
- YO: Vi en las noticias que descubrieron en otras galaxias planetas similares a la tierra ¿sufrirán también de calentamiento global y esas cosas?
- A: Es lo más seguro, como también es seguro que si hay vida en ellos, esos extraterrestres estarán igual de aburridos como nosotros, matándose por una tierra que un ser imaginario prometió, tendrán a un Obama, un Juanes, un Ricardo Arjona y hasta un maldito tipo que hace ejercicio en el ascensor ¿te he mencionado que tengo un archí enemigo acérrimo que no encontró un mejor sitio para hacer ejercicio que en el ascensor de mi edificio?
- YO: Varias veces.
- A: Maldito tipo.
2. Cantando la siguiente estrofa de la canción - “Del suelo acercarse más y más, ir cayendo deprisa y sin mirar, contando los segundos hasta llegar…”-, A, se sienta en un sofá al frente de mi. Tiene una expresión rara en la cara que no sé descifrar, pero que tal vez debo interpretar como: no parece ni alegre ni triste, simplemente está ahí. Le da una calada a su cigarrillo, bota el humo y luego me mira.
- A: ¿Querés una cerveza?
- YO: No, gracias, de pronto más tarde.
- A: Bien, siquiera, porque no tengo cerveza. Desde un tiempo para acá la cerveza me aburre como ostra. No sé, ya no me sabe igual. O mejor dicho, sí me sabe igual, pero me cansó su sabor. Si voy a beber, prefiero entrarle al ron de una vez, así sea que me noquee en tres segundos… creo que por eso ya tampoco me gusta beber en la calle, ni ir a fiestas, ni terminar en casas que ni puta idea de quién son… Aunque no es por contradecirme, extraño las fiestas. Bueno, no las fiestas en sí, sino que extraño bailar, bailar la música que a mí me gusta. Me puedes decir que igual la música que me gusta la puedo bailar yo solo en mi casa, como me viste haciéndolo hace unos minutos, pero no es lo mismo. Al lado hace falta el calor de otros peludos como uno moviendo la cabeza como posesos. Hace falta compañía para corear, casi que dañándose las cuerdas vocales, una canción que te haga erizar los pelos, como por ejemplo el himno: “¿cómo me calmo yo? Todo rechazo, ya no consigo más satisfacción. Ya ni con droga ni con alcohol, ya no consigo ninguna reacción”. Ahora en las fiestas la música es de pegarse un tiro, y no por lo depresiva, si a eso fuéramos no bailaría una canción de Joy Division. No soporto la música electrónica, si es que todavía se llama así, cómo veras no tengo ni puta idea de qué va la cosa con botoncitos y una lapto de por medio. Para mí toda esa música suena igual, tendría que educar mi oído para notar la diferencia, pero no tendría caso y la verdad es que no me importa. A esa música no le hace falta alguien como yo, por algo ya está bien posesionada y siempre está en todas las fiestas, y a mí no me hace falta en nada esa música. ¿Qué me quedé atrás? Pues llámame rezagado y vete a la mierda.
- YO: Mmm ¿podemos empezar con la entrevista?
- A: ¿Es que no hemos empezado? Por cierto, ¿a cuento de qué me vas a entrevistar, y por qué a mí?, pues, ¿quién soy yo para darle una entrevista a alguien?, además ¿vos sos periodista o algo así? ¿Por qué hasta ahora me entero?
- YO: A cambio de la entrevista te traje ron.
- A: Por ahí hubiéramos comenzado.
3. La entrevista se me hace un poco imposible, A, insiste en pararse a cantar, o mejor dicho a gritar, cada vez que se acuerda de la letra de una canción. Ahora está parado encima del sofá, moviendo arrítmicamente la cabeza de un lado para otro, como si pensara que tiene una larga cabellera.
- A: “Living easy, living free. Season ticket on a one-way ride. Asking nothing, leave me be.Taking everything in my stride. Dont need reason, dont need rhyme. Aint nothing I would rather do. Going down, party time. My friends are gonna be there too. IM ON THE HIGHWAY TO HELL!!!”
- YO: Seguro que ya te han dicho que eres el tipo más arrítmico que alguien pueda conocer ¿no?, lo digo sin ánimo de ofender.
- A: Sí, ya me lo han dicho, y no lo niego, soy completamente arrítmico. A pesar de que me gusta mucho cantar, cuando nadie me ve, no cazo una nota. En mi Top 5 de cosas que nunca intenté hacer porque de seguro iba a fracasar, está lo de ser vocalista en una banda.
- YO: Compartimos un mismo ítem de ese top 5. Siempre me imaginé ser un Liam Gallagher.
- A: Yo un Axl Rose, un Ian Curtis, un Frank Black, un Nick Cave, un Jarvis Cocker o Stephen Malkmus.
- YO: También quise ser solista. Un Iggy Pop, un David Bowie, un…
- A: Un Roy Orbison, Un Johnny Cash, un Bruce Springsteen, un Al Green, un…
- YO: Un yo mismo y claramente ya están las influencias de lo que cantaría.
- A: Bueno que mencionas lo de las influencias, lo curioso es que todavía encuentras gente que dice: “Uy, yo tan original.”
- YO: Detesto a la gente que dice: “Tan loco lo que yo hago”
- A: Sí, es gente detestable.
- YO: Me empiezan a hacer efecto los rones, que falta de profesionalismo la mía, debí tomar después de hacerte la entrevista, no antes.
- A: Tranquilo, total no tenemos que hacer nada por ahora ¿te sirvo otro ron?
- YO: Bueno.
4. –YO: TOP 5 de sueños frustrados por propia causa. Tú empiezas.
- A: ¿Es mi Top 5 de cosas que nunca intenté hacer porque de seguro iba a fracasar, pero con otro nombre?
-YO: Sí, un nombre más periodista.
- A: Mmm.
- YO: Sí.
- A: Ah… mejor un TOP 5 de cosas que me gustaría hacer, pero me da pereza ponerme en esas.
- YO: Bueno, dale, ese top, empiezas vos.
- A: Uno. Decir los ítems del top 5 que acabo de proponer. Mejor sigamos oyendo música y bebiendo. ¿Sabes? Últimamente me aburre el siempre estar armando listas de 5 cosas.
– YO: Bueno… Dime, A, ahora que empezó febrero y estás próximo a subir al piso tres ¿qué opinas sobre esto?
- A: Eeeh, pues…
- YO: ¿Pensaste alguna vez que eso podría suceder?
- A: Este, yo…
- YO: ¿Pensaste cómo podría ser? ¿Te imaginaste casado, con hijos, soltero, con hijos, sin hijos, todo un profesional? ¿Nunca pensaste en suicidarte para que eso no pasara, pues, antes de pisar el piso tres?
- A: (se aclara la garganta)
- YO: Di algo, A.
5. Estoy que me duermo con la cabeza recostada en el mueble, y mientras A está en la cocina sirviendo más ron con hielo. Bombos, platillos, guitarra, violín, piano, otros instrumentos, Al Green cantando How Can You Mend a Broken Heart suenan en el equipo de sonido:
“I can think of younger days when living for my life, Was everything a man could want to doI could never see tomorrow, but I was never told about the sorrow. And how can you mend a broken heart? How can you stop the rain from falling down? How can you stop the sun from shining? What makes the world go round? How can you mend a this broken man?How can a loser ever win? Please help me mend my broken heart and let me live again…”
- A (desde la cocina): Ya me dio ganas de hacer un TOP 5.
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