1. Amigo, la mañana asomaba su amarga cara. Llevábamos toda la noche bebiendo ron Medellín y justo, con el sol en nuestras caras demacradas en las que florecía el acné del trasnocho, nos conformábamos con beber cerveza con sabor a limón y sal, que según lo estipulado, es cerveza para mujeres.
2. - Cerveza de mierda.- dije.
- Sí.- dijo mi compañero.
- Sé dónde podemos conseguir nuestro desayuno gratis, y así sólo nos limitamos a gastarnos nuestro dinero en un buen alcohol. – dije.
- Sí, todo en alcohol.- dijo mi compañero.
3. En el estado en que llegamos a ese súper mercado de renombre no importa - súper mercado que puedes encontrar en todos los rincones de Antioquia-. Pero igual lo nombro, para que luego no me digas que omito detalles en mis relatos, que padezco de dislexia: llegamos tambaleando, con los ojos rojos, con nuestro aliento lanzando fuego como dragones de cuento para adultos que se escaparon de un hospital psiquiátrico, gritándole a los empleados “¿qué nos miran ustedes que están bajo un régimen capitalista? hijos de puta oligarcas, malparidos”, derribando todo a nuestro paso - cajas de huevos vi caer desde lo alto de un estante, litros de gaseosa en envase de plástico vi rodar por el piso-. El estado en que llegamos, amigo bien lo ves, lo pude omitir. Lo que sí importa, lo que verdaderamente importa, es que nuestro desayuno nos lo sirvieron frío.
4. - Señorita, para que esta sea una degustación de un producto nuevo que lanzan al mercado, está bastante frío, el estomago de mi compañero no lo soporta, mírelo, se desmayó apenas probar su porquería de producto.- dije.
Mi compañero chapaleaba en el piso, una espesa y abundante babaza le salía de su boca, se mordía la lengua. Creí que bromeaba.
- Señor, usted me suplicó y casi que me ordenó que le diera ya la degustación, sabiendo que le dije que me esperara ya que el producto se sirve caliente.- dijo la señorita.
- ¡Exijo hablar con el gerente!- grité.
5. Luego nos echaron a patadas. Bueno, las patadas las recibí yo. Amigo, ya ves en qué estado está mi compañero. Por cierto ¿se demoran mucho en atenderlo? ¿Lo puedo dejar aquí en la sala de urgencias y más tarde puedo venir por él, cuando ya lo hayan atendido y tenga una bolsa de suero conectada a su torrente sanguíneo? ¿Me pueden dar suero a mi? De ley, es lo mejor para curar la resaca.
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