1. - ¿Por qué siempre golpeas los cigarrillos antes de encenderlos?
- Para que el tabaco quede justo dentro de la envoltura y se pueda fumar bien.
- Eso me parece un gesto estúpido, por no decir más.
- Si fumaras, no dirías eso.
- Es la típica respuesta de alguien que quiere justificar su estupidez, ¿soy muy directa?
- Pues, sí.
- Pues, no. No aceptas que hay cosas demasiado obvias y estúpidas para ser justificadas.
- Yo acepto eso, pero este no es el caso.
- Nunca es el caso, ¿no es obvio?
2. - La guerra, esa sí es estúpida ¿Qué razón amerita que te vayas a matar con otro?
- ¿La patria?
- Que respuesta tan…
- Lo dije charlando, ¿acaso es que no conoces mis bromas clásicas?
- Me parto de la risa con tus bromas.
- Muerto no tienes patria, no tienes nada, la patria es algo que no existe, es un ente invisible.
- Hoy estás de un dramatismo.
- En realidad así soy yo todo el tiempo, solo que me gusta fingir que no.
3. - Una línea triste y sombría es la que hay que atravesar, cuando la traspasas no hay canciones para eso.
- Siempre hay canciones para todo.
- Pero que no te apetecen nada cantarlas, a eso me refiero. No me imagino viendo el puntico de luz que me llevará al otro lado mientras canto una de Pixies.
- Ay, Pixies, yo si me imagino: “Cease to resist, giving my goodbye, drive my car into the ocean, you'll think i'm dead, but i sail away on a wave of mutilation a wave wave…”
- Maldita sea, sí. Te odio, lo sabes ¿no?
- Lo sé.
4. - Marica, no aguanto esto. Cuando éramos adolescentes ningún comentario transcendía a nada.
- Trascendía a ser más adolescentes, extraño eso.
- Yo también, ahora todo es tan adulto.
- Los adultos de ahora apestamos.
- Abracémonos.
- Bueno.
5. - Hablamos sin sentido, y me duermo.
- Duerme, ahorita será otro día.
- Ya estaré más adulta, cada hora que pasa es una arruga en mi cuerpo y una en el tuyo. ¿No hay esperanza de nada cierto?
- Cierto.
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