1. Aprieto mi nariz con mis dedos, cierro los ojos y me sumerjo en el agua, hasta el fondo. Cinco segundos después, de nuevo estoy en la superficie. Cinco intentos de morirme ahogada. Cinco fracasos.
- Natty, ¿no piensas salir de esa piscina? Llevas más de dos horas allí metida, no has ni desayunado ni almorzado, me preocupas. – dice Clau, mi mejor amiga, o al menos eso es lo que dice ser ella desde hace unas semanas. En el hospital, cuando ya se habían llevado a Debby y bajé con precaución por las escaleras, Clau se atravesó en mi camino, me compuso el brazo, me lo enyesó y ¡zas!, de repente ya éramos almas gemelas según ella.
- Ya salgo.- le digo.
- Ya salgo, ya salgo, es lo único que dices, me aburre mucho los que siempre están diciendo que van a hacer algo y luego no lo hacen. Natty, no seas así.
- A mí me aburren mucho las personas que esperan algo de mí, luego sus caras de decepción no me las aguanto, son horribles, lo horrible no me lo aguanto.- susurro.
- ¿Dijiste algo, Natty? … óyeme, ¿podrías ayudarme en algo?- dice Clau.
- No, muérete.
- ¿Qué? No te escuché, Natty.
- ¿En qué puedo ayudarte, Clau?
- Con las tiras del bikini. De nuevo no puedo despegármelas de la espalda, me arden.
- Por Dios, Clau, te he dicho mil veces que dejes de usar esas tiras transparentes, son feas e incomodas.
2. La primera vez que hablamos era de noche. Yo estaba borracho. Tú te acabas de escapar de tu casa por primera vez. Tenías en la mano una sierra, lucías cansada. Me dijiste: “Tanto mirar hacia mi ventana ¿y nunca se le ocurrió coger una sierra, escalar por la pared de mi casa y salvarme de la tullida?”. Te dije que no, que lo que intenté fue derribar la casa entera con el poder de mi mente, menos tu habitación. Me dijiste “estúpido”… Natty, siempre has sido más inteligente que yo. Te extraño tanto.
3. Una hora, desde las 6:30 am de este día, que desde ya da inicios de qué ha puteadas a nombre mío tendrá, llevamos esperando por el que nos dirá a quién tenemos, esta vez, sacarle información a los golpes de la cacha de una pistola; el tipo nos dijo que estuviéramos cumplidos porque o si no empezaba sin nosotros. Una hora de retraso lleva. Una hora que bien la pude dormir en mi cuarto asignado. Una maldita hora en la que me la he pasado, en un parqueadero al aire libre, mirando ir y venir a una hilera de hormigas gigantes rojas.
- A esta hormiga, la más grande de todas, la voy a llamar Didier.- digo.
- ¿Didier? – pregunta el tipo gigantón, vestido como Don Johnson en Miami Vice, que me acompaña.
- Sí.
- ¿Y por qué Didier? Esa hormiga no tiene cara de Didier.
- Hmmm, sí tiene cara de Didier.
- Madrugar, y que nos dejen esperando por más de una hora, te tiene alucinando.
- ¿Qué hora es? – pregunta otro gigantón, el que es el chofer del carro que nos llevará a nuestro destino de sed de sangre.
- Las siete y media – dice gigantón Don Johnson.
- Yo estoy aquí desde las seis en punto. – dice el chofer.
- Ah no, a usted si lo compadezco.- digo.
Veinte minutos después llega el tipo que estamos esperando. Tiene los ojos en la trastienda, se mueve con dificultad, apesta a alcohol. Si hubiera sabido que así iba a ser la cosa, yo también tendría resaca. Pero de nada vale lamentarse.
- Perdón muchachos ¿llevan esperando mucho? – dice el tipo.
- Más de una hora.- digo con toda la malaleche del mundo, aunque sonriendo.
- David, usted no está en el derecho de decir nada.
- Es verdad, la maldita Tullida lo ordenó.
Nos quedamos callados y nos subimos al carro.
4. Estabas borracho esa primera vez. Mi primera vez. Fue un desastre. Debby ¿qué habría sido de nosotros si nunca te hubiera dado una segunda oportunidad?, ¿estarías felizmente con otra vieja? …Obvio que sería una vieja fea. Maldita sea. Prefiero tener mi brazo fracturado, que nunca me hubiera ayudado Clau, y tenerte al lado mío, Debby. I miss you.
5. – David, ¿si fueras un personaje de un dibujo animado, quién serías?- pregunta el Don Johnson.
- Willie el coyote, nunca tendré en paz a mi correcaminos.
- Natty, ¿sí fueras un personaje de un dibujo animado, quién serías?- pregunta Clau, la que ahora le dio por depilarse las cejas.
- Marvin el marciano, nunca podré acabar con el mundo.
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2 comentarios:
buah
No sólo excelente. Cercano. Muy cercano. No como escribo ahora que intento volver a escribir, sino como escribía antes de dejar de escribir... Me hace vibrar.
je, que bueno.
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