5. Entré al consultorio bien nervioso, nunca me había visto visitando a un psicólogo; para eso tengo mis blogs y las redes sociales (guiño de ojo). “¿Qué le cuento al tipo? ¿Qué me ha de preguntar? ¿Se dará cuenta de una de lo tostado que estoy en la vida? ¿Le digo “hola doctor”? pero no es un doctor, le digo ¿“hola señor psicólogo”? ¿Don psicólogo, pero esto y lo otro?...”
4. Entré al consultorio, el tipo me miró de arriba abajo; ¿le parecí mal vestido? Es cierto que lo estaba, con los tenis rotos, bien despelucado como me mantengo. ¿Le parecí un loco de atar? Yo temblaba mucho, no sabía a dónde mirar, ni siquiera sabía colocar mis manos (¿me cruzo los brazos o me toco el pelo?, y además sudaba por montones.
3. Me senté, me mostró un cuestionario:
- “Byron, esto no lo voy a seguir al pie de la letra, prefiero una conversación seria con vos, muchos de los que quieren dejar el cigarrillo no son serios ¿está bien?
- Está bien.
- Háblame de ti.
¿Qué te hable de mí? ¿Cómo así? ¿Cómo de qué: soy un tipo muy buena onda, un tipo cool o algo así?
- Señor psicólogo, pues no sé de qué hablarte… mañana tengo una exposición, eso me tiene bien nervioso…
- Concéntrate, ¿por qué eso te pone nervioso? Busquemos la causa.
- ¿Mi exposición?
- No, seguro hay otra causa.
2. Una hora después: con el psicólogo ya había hablado de mi ex novia hasta pasar por mi mamá.
- Te tienes que auto analizar, sólo así podrás seguir adelante.
- ¿Para eso no vine con usted?
- No, viniste para dejar el cigarrillo, y lo vas a dejar. Cuéntame más de tu niñez, de ahí viene todo.
1.¡Que chimba Narcos!! (la banda donde toca amigo Truchafrita), Jorge Ovidio me puso a escuchar varios renders esta noche.
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