1. Llego a la casa todos los días tipo 7:30 de la noche, Astrid me empieza a seguir, cuando me siento frente al computador ella ve la oportunidad y se me sube en las piernas para que la acaricie, pasados algunos segundos me muerde: es todo un ritual.
2. Luego se sube a la ventana, ve todo desde allí, de vez en cuando me mira y maúlla, y en ese momento sé que está con los ojos puestos en alguna tórtola.
3. Se duerme en mi cama, en todo el medio, ella tan chiquita y ocupa todo el espacio, me quita mi puesto, espero que se despierte. Se despierta y me quiere morder: es todo un ritual.
4. Astrid corre como loca por toda la casa, ha dañando muebles y muchas cosas porque al parecer no sabe medir el impulso con que corre y donde parar de correr. En este momento la veo correr.
5. Y cansada de correr, en su camita, me mira como si me entendiera todos mis males. Le digo “Astrid, necia”, y ella me mira fijamente, hasta que de nuevo empieza a correr.
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