1. Días atrás tuve un sueño de que estaba aquí, en el exterior de la catedral, a altas horas de la noche. El sueño fue pesado, violento, muy real, inexplicable, me preguntaba qué carajos hacía yo a esas horas afuera de la catedral, sitio bien peligroso; el sueño implicó balazos y todo, me desperté cuando, dos tipos con revólver en mano, me balearon a la mansalva – tan extraños esos sueños donde mueres y de repente estás, de golpe, muy vivo, en una realidad igual de absurda a los sueños-. Quizás soñé ese sueño porque sabía que venía, hoy viernes, para acá, a laborar en la catedral. O quizás también lo soñé porque años antes también trabajé cerca de ella, muchos jueves y domingos, grabando todo el Parque Bolívar.
2. En la catedral hay misa desde las 7:00 am, y van cada hora hasta las 10:00 am. Mientras hago mi laboro, grabar la estructura del inmueble, voy por mi segunda misa, “muy contento estoy”, fenómeno, esta misa va con seis curas muy viejitos que ni pueden caminar, y alguien me dice que son pocas las misas así, que es privilegio de unas cuantas iglesias, qué emoción. No paro de pensar que una misa es una obra de teatro muy bien ensayada desde antaño, implícita en todos los que creen en señores omnipotentes imaginarios, sólo que ahora los actores, los que no son curas, no saben latín, y quizás tampoco lo saben los curas.
3. Y de repente, mientras grabo unas ventanas del techo de la catedral, a mi lado izquierdo, en un pasillo al lado del altar donde nadie que está en misa ve nada que no sea a Cristo y a un cura, una mujer y un hombre caen estrepitosamente abrazados de bruces contra el piso, un cura les tira agua bendita y reza. La mujer se daña el codo en la caída, la socorren unas monjas. El hombre, que ahora veo que es un adolescente, se empieza a arrastrar por el piso como gusano; el cura sigue echando agua bendita y rezando. Las monjas le pegan unos cuantos cachetazos a la mujer para que se calme; caigo en la cuenta que es un exorcismo, maldigo no haber traído mi cámara fotográfica, maldita sea.
4. Mis compañeros, una hora antes, me dejaron solo y embalado colocando la luz y grabando –qué mierda de laboro para uno solo: nos dieron tiempo para grabar en los intermedios de finalizada una misa-, me dijeron que iban a grabar el órgano y el techo de la catedral y no sé qué, y ahora me muestran las fotos que se tomaron. Mera rabia tengo.
- Parce, mero foto estudio se hicieron, y yo aquí embalado poniendo la luz y grabando en los intermedios de las misas. – digo.
- Jajajajajajaja- responde la que tomó las fotos.
5. Después de escucharme cuatro misas completas, pienso: Jesús era un tipo muy egocéntrico, y alguien que no quiero que sea mi amigo.
“Soy el camino” “Soy la verdad y la vida” Bah, baboso.
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