1. En tres
horas todo lo que conocemos hará parte de una gran nada.
Es el fin
del mundo.
Vamos
viajando en moto, por una carretera llena de animales muertos y uno que otro
automóvil volcado en la orilla. Hay mucho humo en el horizonte y se hace
difícil respirar. Tú vas manejando y te
abrazo con fuerza cintura abajo porque siempre me dieron miedo las motos.
De vez en
cuando me animo a subir una mano por encima de tu cintura y te toco las tetas. Tú
dices que todavía no es el momento. Y yo digo: ¡Ya me lo has dicho muchas
veces!
Cierro los
ojos, manejas moto como si mañana no hubiera un mañana.
Y tienes
razón: Es el fin del mundo, y todavía no llega la noche.
En serio,
siempre me dieron miedo las motos y más cuando está haciendo mucho calor.
2. Es de
noche.
Faltan dos
horas para que dejemos de existir.
Nos hemos
volcado en una curva de la carretera. En la caída quedé encima de ti, mis manos
tocan tus tetas.
“Todavía no
es el momento” repites otra vez mientras miras angustiada tu brazo derecho
fracturado con la caída. “Marica, ¿si ves mi brazo? No me duele, pero me
angustia mucho que mi vida termine teniendo yo dos brazos izquierdos.
Con esa
manera tuya de manejar, antes estamos vivos. Te digo.
3. Falta una
hora para que todos nuestros recuerdos confirmen de una buena vez por todas,
por fin, que no sirven para nada. Que es mejor vivir sin ellos.
- Te sano
ese brazo. – digo.
- No.- dices
tú. - ¿para qué?
Duermes
donde quedamos caídos por el accidente, y me da miedo despertarte, en sueños sé
que te quejas de tu brazo. La otra vez, cuando dormíamos en mi casa y te
desperté, casi me apuñalas con un corta uñas.
4. Faltan cinco minutos.
Te abrazo.
Me abrazas con tu brazo bueno. Con mi nariz te toco las tetas.
“Ya se pasó
el momento.” Me dices.
Y de todo lo
que estábamos huyendo no pudimos. Me dejaste convencer de montarme en tu moto.
Un hilo de
sangre que sale de tu boca se posa en mis labios.
5. Faltan 20 segundos.
- Contemos
hasta 5. – dices.
- Eres un
fraude.- te digo.
- Soy un
espejo, ¿sabías? Ahí va: 1,
- Te toco
las tetas, no puedes quejarte: 2,… ¿sabes? Ayer vi una película sobre el fin
del mundo, no era una historia de amor.
- Esto
tampoco lo es, 3, 4, 5.
Saboreo tu sangre.
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