5. Reunir a tus primos y amíguetes y pedirle prestado el balón – último en fierritos, con pecas impecables y por supuesto el más caro del mercado- al niño más amargo, llorón, mimado, mala gente y sapo que vivía al finalizar tu cuadra.
4. Ser ese niño amargo, llorón, mimado, mala gente y sapo que vivía al finalizar la cuadra y que ni por el putas prestabas el balón si antes no te invitaban a jugar (eras un paquete).
3. Después de mucho rogarte y putearte por lo bajo para que les prestaras el balón, por fin consentían a que jugaras con ellos, pero de arquero o entrabas al que primero metiera el gol. En mitad del partido al ver que no te daban un pase todo se iba al carajo, te llevabas el balón y no dejabas terminar el partido que tan reñido y bueno estaba.
2. O, a pesar de la mala fama que tenías, en el fondo eras buena gente - sólo eras un chico tímido e incomprendido – y terminabas prestando el balón sin condiciones, aunque eso sí, a regañadientes. Veías, feliz de la moña porque de alguna manera eras popular en el barrio, el partido desde lo lejos, haciendo fuerza por tal equipo o haciéndole barra a viva voz al chico más bonito de la cuadra - que por alguna razón era el crack-, sólo para que las niñas que lo fueron a ver a él te miraran, que supieran que estabas ahí.
1. Después de que mandaras el partido al carajo el matón de la cuadra – que por alguna razón era el crack del otro equipo- te persiguió hasta tu casa, te alcanzó, te reventó la nariz y arrojó tu precioso balón por una alcantarilla. (Matón hijueputa!!!)
El nuevo videoclip que les hice a mi banda amada Neoplatonics, espero les
guste.
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El nuevo videoclip que les hice a mi banda amada Neoplatonics, espero les
guste.
Hace 4 días.
1 comentario:
Juemadre... ese son el tipo de cosas de las que finalmente se piensa, cuando se llega a los 18: "cuando sea existoso y tenga poder, todos se acordarán de mí!"... y diez años después nada cambia, o casi nada
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