TOP 5 arbitrario

5. Siempre que una mujer decide deshacerse de uno es porque seguro ya tiene su res amarrada (o sea ya tiene clavo sustituto para sus momentos de aburrición), y si por alguna razón no te echa su famosa y burda falacia “es que quiero estar sola un tiempo” y no se deshace de ti completamente no es porque te quiere, no, sólo es porque le sirves de pelota antiestrés (por si con el otro las cosas no le funcionan y está buscando a otro incauto. Sí, ellas lo piensan todo, no dan un paso en falso).

4. Finalizar una relación a los totes (piñas) es lo mejor, para que sólo quede un mal sabor de boca (algo así como un fernet puro) y nada de recuerdos pretenciosos como esa ida a la playa o ese conito que se chuparon sentados en una banca de un parque a la luz del sol mirando a los pajaritos y dándose besitos. Esto también ayuda para cuando algún amíguete tuyo te venga con el chisme de “adivina con quien está saliendo tu Ex” o “adivina que hizo tu Ex” y, ahí te das cuenta, que no te importa una soberana mierda.

3. Nada de intentar ser amigos (amigos los zapatos y estos dos no se hablan), ni casi amigos (no vaya a ser que – si tal vez fuiste vos el que decidió terminar y, como a ella no le cabe en la cabeza que fuiste vos el que le terminó- te pida una y otra vez mil explicaciones sinsentido de por qué le terminaste, o que cuando te la encuentres por la calle la tengas que saludar por cortesía).

2. Si a sabiendas que la chica con que estás saliendo tiene fama de perra y estás perdidamente enamorado después no te quejes “Que esa fama fue ganada a pulso literalmente, oye”. Aunque puede ser que sea sólo fama porque en la intimidad ella es algo “aburrida” por no decir la palabra que empieza con F y sigue con R Í G I D y termina en A. (Ya sabes que compraste boleta para que los giles tus amigos te fastidien con bromas inoportunas y pesadas por los tiempos de los tiempos)

1. La taza del inodoro no sólo sirve para tus necesidades fisiológicas o vomitar todo lo que bebiste o comiste la noche anterior, también sirve para arrojar los retazos que quedaron de las fotos de tu Ex - fotos que destrozaste con muy mala leche-, para lanzar esos regalos que te dio ella y que quemaste por “accidente” con ese soplete que tienes en casa para casos extremos, para botar teléfonos, direcciones y todo lo que la involucre a ella - a esa piroba-, y lo mejor: la sonrisa de satisfacción de oreja a oreja cuando vacías la taza y ves que todo eso se va por el caño, a reunirse con lo que se merece: con la mierda.