5. Soñé que me estaban ahorcando y que no me podía defender y que de repente me desperté en medio de la nada escuchando atentamente a un tipo medio todo intelectual con boina negra volteada para un lado pero con la pinta de un tipo que se para en la esquina de un barrio con cigarrillo Caribe en mano a mirar muchachas y a gritarles cuantas tosquedades que se le ocurren, el tipo decía y repetía una y otra vez mirando al infinito: “el fin del mundo ya pasó de moda, el fin del mundo ya pasó de moda, el fin del mundo ya pasó de moda...”. Luego, de nuevo, me empezaron ahorcar y una voz en off me decía: “Me llamo Giovanni, me llamo Giovanni” ¡QUE HIJUEPUTA PESADILLA! ¿Qué mierda me fumé antes de acostarme a dormir?, lo peor es que todo parecía de lo más real. Supuestamente uno sueña a blanco y negro, puras paparruchas, este sueño era a color, de un tono cálido, muy caluroso, con mucho sol entrando por las ventanas (¿ventanas, en medio de la nada habían ventanas?, si parce, que cosa tan extraña).
Luego me despertó la voz de mi mamá afuera de mi habitación, mi mamá le hablaba a la gata, a Astrid. Qué bien que las pesadillas dejan de ser pesadillas así en un tronar de dedos, en un instante. Otro día más.
4. Mi papá iba en un bus rumbo a casa, mi mamá lo estaba esperando en casa. Al bus de mi papá lo detuvo un reten militar. Mi mamá seguía esperando a mi papá. Los militares en ese entonces estaban en caza de uno de los guerrilleros más buscados de las FARC (o quizás del ELN; cuando los recuerdos no son tuyos, cuando los recuerdos tuyos se basan en recuerdos de otra persona son algo que cambia en un trueno, en un relámpago: ¡Zas! Y un árbol partido en dos. Tienes dos versiones: la versión del que te contó sus recuerdos, y la versión tuya, la versión que asimilaste como te dio la gana).
- Todos para abajo del bus.- Gritó uno de los soldados.- Los vamos a requisar.
Mi papá, con su pelo largo y su barba espesa, se parecía mucho al guerrillero tan buscado.
- ¡Usted, usted se me hace conocido, a ver, muéstreme su cedula!- Le gritó un capitán a mi papá.
Mi papá le mostró su cedula. En la foto de la cedula mi papá tenía el pelo corto y no tenía barba. El capitán miró la cedula y luego miró a mi papá, de nuevo miró la cedula y de nuevo miró a mi papá.
- Usted no se parece al de la foto de esta cedula.- Dijo el capitán.
- Es que yo no me tomé esa foto antes de subirme al bus.- Dijo mi papá con altanería.
El capitán miró a mi papá, luego llamó a un soldado.
- A este por altanero me lo pone a desyerbar aquel rastrojo.- Le dijo el capitán al soldado.
Mi mamá preocupada por tanta demora de mi papá lo seguía esperando en casa, estaba que llamaba a la policía o alguien. Mi papá llegó no sé cuantas horas después con las manos llenas de cayos de tanto volear machete desyerbando cualquier matorral que a los militares se les antojó desyerbar a cuenta de él.
3. ¡Maldita burocracia! (de eso ya me había quejado ¿no?, ajá me repito ¿qué hago con eso? Nada, así es la vida parcero, repetitiva, solo que con más detalles o la falta de los mismos).
Resulta que cada tres meses para que te den el contratico de tu laburito te toca sacar los putos antecedentes penales en la procuraduría (no somos como los de antes, a los que les daban contrato de por vida y obtenían un jubilación más o menos digna, ¿jubilación de mi generación para abajo, dónde, qué es eso? Hasta los ciento y algo a trabajar; ARRRG, a marchar y a protestar que igual en Colombia eso no sirve para nada). Pero, oh, oh, los tipos de la procuraduría te dicen que trabajan hasta las 4:00 pm, pero no, oh, oh, llegas allá y encuentras un aviso que dice “hoy trabajamos hasta los 2:30 pm”, miras tu reloj y es la 1:00 pm e igual la procuraduría está cerrada.
Agachas la cabeza y te devuelves por el mismo camino por donde llegaste, te conformas con el graffitti que puso alguien que llegó primero que vos: “¡Malditos sinvergüenzas!”. Así somos.
2. Mi tío Jaime estaba afuera, en la esquina de la casa de mi abuela Mariela, estaba con algunos de mis otros tíos y con algunos de sus amigos. Una patrulla de la policía iba pasando y paró, le pidieron la cedula a mi tío Jaime, él se las mostró.
- ¿Usted cómo se llama?- Preguntó el policía que estaba mirando la cedula de mi tío Jaime.
- Usted está viendo mi cedula ¿es que no sabe leer o qué?- Dijo mi tío Jaime.
Y a mi tío Jaime se lo llevaron a pasar una noche en el calabozo; a los que tienen “poder” si les dices que son idiotas la pagaras. ¿Tolerancia? Eso es un invento.
1. Venía caminando rumbo a mi casa por la calle Bomboná después mi fracaso en la procuraduría cuando ¡¿qué veo?!: un tipo cayéndose dos pisos abajo de una construcción de un edificio. El tipo despanzurrado en el piso con la cabeza vuelta añicos y los brazos destrozados y de seguro algo más fragmentado solo gritaba: ¡Dios, ayúdame!
De inmediato un círculo de gente se hace alrededor del tipo, lo miran y todos dicen que no con la cabeza: “no, qué mal que esto pasó, ahorita mismo le cuento a alguien, no me lo van a creer”. Como por inercia y encendiéndome un cigarrillo me acerco al círculo, veo a mi lado a un tipo grabando al tipo despanzurrado con su teléfono celular. Pienso: “esto de seguro va a ser un mail encadena de esos que a la gente les gusta tanto ver”.
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3 comentarios:
Nn día mi padre iba caminando por alguna calle del centro. un señor desconocida caminaba a la par con él y de pronto pam!, pasaban por una edificio en construcción y el man del lado se desplomó y era que le había caido un martillo de esos que son como una piedra, no sé como descrbir el martillo ese, en fin, es que me acordé y ya.
:)
almadana
si alguién lo grabó seguro sale en un mail de esos
Saludo
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