TOP 5 Miércoles: Los colores cambian, pero las formas se repiten

5. Hoy en la tarde:

– Hola amiguito Byron ¿cómo has estado? Ya esta es nuestra cuarta cita, acordate que son nueve… sentate, vení yo te amarro este baberito,… acostaste que te voy a revisar, abrí la boca bien grande… perfecto, perfecto, esta endodoncia va muy bien… Cristina, prepárame un 40 y 20 como la canción.
- Listo doctor ¿algo más?
- Por ahora no, quédate aquí que te voy a mostrar cómo se obtura en tres pasos.- Se truena los dedos.- Ah no, sí, llámate a Nata, que ella también vea.

Llega Nata.

- Nata, Cristi, miren pues.- Me empieza a hacer un montón de cosas en la muela.
- Uyy doctor, esto de la endodoncia es muy complicado.
- Natica, uno se acostumbra, ya vas a ver. Yo es que he hecho muchas endodoncias en la vida, trabaje mucho tiempo en Titiribí haciéndolas. Por cierto ¿no les conté que me compré otro avión?
- ¿En serio doctor, otro?
- Si Cristi, otro, es del tamaño de esta silla.
- ¿Y qué va a hacer con el viejo doctor?
- Pues volar un día uno y otro día el otro.
- Lo felicito doctor.
- Gracias Natica, gracias… esta muelita de Byron se va a llevar varios… (Algo con copos y una X que no me acuerdo)
- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA – Se carcajean los tres al tiempo. Menos mal no entendí de qué carajos iba el chiste, si me hubiera reído pobre de mi boca.

4. Hace unas semanas (al teléfono):

- ¿Y usted cómo se llama?
- Byron.
- ¿Ah? ¿Jairo?
- No, Byron
- ¿Jairo?
- Sí, me llamo Jairo, me hace el favor y…

3. Hoy:

Llega de visita mi tía Rocío, mi prima Elizabeth, Juan Pablo el hijo de mi prima Estefanía, mi primo Enchuspín y un pelado de unos 16 o 17 años que no conocía; los dos últimos no paran de hablarse entre señas y yo pienso “¿esa es la nueva moda o qué? estos pelados de ahora están en mero enchimbe”.

En la sala dejo a la visita con mi mamá y me voy para mi pieza a acabar de seguir viendo en TV lo que estaba viendo, pero no me acuerdo qué estaba viendo en TV y apago el TV, entonces vengo a la pieza del computador y enciendo el computador; me siento a tratar de seguir escribiendo el guión del futuro cortometraje que pienso hacer.

Inexplicablemente un olor a sobaco sin desodorante por muchos días, empieza a invadir el ambiente, me pregunto ¿soy yo, no me eché desodorante después de bañarme?. Por si las dudas voy y me echo desodorante. ¡Pero el olor maldito no desaparece! no desaparece, no desaparece, no desaparece.

Me cruzo a mi mamá que va para su pieza y le pregunto:

-¿Má, qué es ese olor?
- ¿Cuál olor?- Pregunta ella.
- Ese olor ¿no lo huele?
- No, por cierto ¿ya saludó a Johnny?
- ¿Cuál Johnny?
- El italiano.
-¿Cuál italiano?
- El pelado que está en la sala.
- ¿Es italiano?
- Sí, no habla ni mu de español, se comunica con señas.

Ya, cuadra todo.

2. Hoy (al teléfono):

YO: ¿Aló?
MI TÍA NOHELIA: Jairo.
YO: Jairo no, Byron.
MI TÍA NOHELIA: ¿Ah? ¿Me equivoqué de teléfono?
YO: No tía, no se equivocó, pero me dijo Jairo.
MI TÍA NOHELIA (Le dice a mi prima Estafa que está con ella): Estefanía, marcaste mal el número, está equivocado, me contestó un tal Jairo.
YO: Tía, enchuspada, que no se equivocó, que soy Byron.

Mi tía cuelga y al rato vuelve a marcar, dejo que conteste mi mamá para evitar a más Jairos.

1. Me fumo un cigarrillo en el balcón, miro a Enchuspín y al Italiano hablar por señas, me les uno. Hablar por señas puede llegar a ser divertido.

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