TOP 5 Me gusta mirar a tus ojos fijamente, chica. Me gusta que veamos televisión juntos, chica. Me gusta que no quieras cambiarme, chica.

1. Abro los ojos, es de noche o mejor dicho ya casi sale el sol, al frente mío veo un mueble y detrás del mueble un pasillo largo, después de varios segundos pensando en que me duele la cabeza y que hay un olor insoportable a heces de gato me doy cuenta que no tengo ni por asomo la más puta idea de dónde estoy. No me hago ningún drama, esto ya me ha pasado muchas veces. El alcohol es un excelente tele transportador de un lugar a otro, lo deberían utilizar en Star Trek (la vaina es que pareces como el man de Memento, te lo tenés que apuntar todo en tatuajes).

2. Me levanto de donde estoy acostado (un mueble), me sumerjo en el pasillo largo buscando el baño o la cocina (me mata la sed), trato de adivinar de quién es la casa y el cómo vine a parar a ella, pero no me da la cabeza, mi cerebro solo quiere estallar, quiere escabullirse de mi cráneo. Encuentro el baño, abro la llave del lavamanos y me entrego a la deidad del agua, trato de ni siquiera respirar, que el agua llegué directa mi estomago, que refresque mi gañote que de seguro de tanto ron (que fue lo que bebí, ahora me acuerdo) es un incendio.

3. Quiero irme para mi casa, pero no sé cómo salir de esta casa, no encuentro la puerta por donde seguro entré o me entraron borracho como una cuba. Maldita sea ¿dónde está esa puerta?, esto parece la dimensión desconocida. Entro a una habitación y veo dormidas a tres peladas que conozco (en este momento me doy cuenta de con quién estuve bebiendo, recuerdos vienen a mí: uno es el de estar en un sitio donde sólo suena reggae y otro es el de estar bailando reggae con una de las tres peladas dormidas – bailar reggae o reggaetón para un tipo es una fija erección-). Intento despertar a la pelada con quién estuve bailando, quiero que me diga por dónde diablos salgo de esta casa, más sin embargo ella no se despierta, parece muerta ¿está muerta?

4. Una de las tres peladas dormidas me indica por donde salir (resulta que la puerta de salida estaba detrás del mueble donde me desperté) y salgo a la calle, ya veo el sol; sol, hay veces en las que no te quiero ver. Antes de parar un taxi para que me lleve a mi casa le pregunto a una señora que está barriendo la acera: ¿señora, este qué barrio de Medellín es?

5. Llego a mi casa, bebo algo más de ron (por alguna razón tenía media de ron en la mesita de noche de mi habitación), me tiro en mi cama en voladora y a dormir, a morirme hasta resucitar en la noche de un sábado que por alguna razón pienso que es un viernes. Y luego, muy sobrio pero sufriendo una resaca tremenda y sin querer beber por más de cuatro días: el título de este top 5.

*Placer culposo, me gusta esta banda: boomp3.com