TOP 5 De cualquier cosa depresiva

5. Siempre estaban en el mismo sitio, pero ni se conocían ni se miraban ni se determinaban. Se pasaban uno por el lado del otro, oliéndose, rozándose, para él ella no existía y para ella él tampoco. Tiempo después él se dio cuenta de su presencia y decidió que ella le caía mal, no había explicación del por qué. La odiaba, la evitaba, hablaba mal de ella ante sus amigos. Ella simplemente vivía su vida. Y luego, por razones inexplicables del destino – el destino es así- fueron amigos, y luego fueron novios. Ellos terminaron un día de invierno, el agua bajaba desde el cielo hasta aterrizar en sus cabezas y en gotas grandes pasaba por sus labios unidos en un beso. Su último beso. El beso que ella tajante y decidida cortaría con el argumento de que estaba mal hecho. Ya eran parte del pasado, pero él no lo sabía. Ella sí, siempre fue la más intuitiva de los dos. “Adiós, siempre te querré” murmuró él viendo como ella, sin mirar atrás, se alejaba en un taxi por la calle mojada e iluminada por los faroles, faroles testigos de cuanto preludio, nudo, desenlace y final se ha presentado en ese sitio de la ciudad, como en las películas. Otra historia de amor más que se olvidara cuando los susodichos en cuestión pasen a mejor vida, la muerte, el descanso, a la parca asesina sin remordimientos que tiene una cajita en el placard de sus logros.

4. “Por entonces aún no sabía que después del deseo solo queda curiosidad, y que no existe ningún nombre para lo que queda después de la curiosidad” Lunes azules, Arnon Grunberg.

3. “I´m gonna cry, cry, cry, cry 96 tears” una de mis canciones favoritas de Question Mark and the Mysterians.

2. “No es la palabra perfecta ante una muerte injustificada. Puede ser una negación, como diciendo: No, no es cierto. Gritaré y sacudiré la cabeza, y pasará. Puede ser una condena de una situación, como: No, esto es un error. Gary jamás hubiera hecho algo así. Y puede ser una condena universal, como: No, no hay nada bueno, no hay nada justo, no hay nada hermoso en este mundo.” El coleccionista de juguetes, James Gunn.

1.- “(Dios es un cerdo y hoy me quiso atropellar) salpiqué luego mis palabras con gotas de tinta hasta cubrirlas con inmenso charco negro para que nadie las pudiera leer”-. Los días azules, Fernando Vallejo.

* “Medellín no tenía biblioteca. Una organización internacional caritativa le regaló una que se llamó Biblioteca Piloto, por ser un proyecto guía para nuestra hispánica América del atraso. En un comienzo el nombre me sonaba mal, como tirado de los pelos, pero el ser humano se acostumbra a todo, hasta a una biblioteca con capucha de capitán.” Fernando Vallejo.