1. Tedio. Mientras voy caminando intento rebasar a una señora que ocupa toda la acera, que camina despacio, muy despacio, mira no sé qué en una revista y que está delante de mí. No es gorda, no es alta, es bajita, flaquita y sin embargo se las inventa para impedir el paso y hacerse notar hasta la medula. Hastío. Una maniobra ingeniosa. Cruzar, casi tirándomele a los carros, a la otra acera. Frenazo en seco, una moto casi me atropella. Motorista hijueputa, le grito mentalmente aún sabiendo que mi culpa es tan evidente, que el imprudente fui yo, que hay días en que a uno no lo deberían dejar salir de la casa. Hoy estoy taramba, una gripe de puta madre y Dios mío me acongoja. Ojos llorosos, mareo, padecimiento de todo el cuerpo, no paro de moquear. Turbación. Pero hay que ir a trabajar. Esto no es Asia. En Asia si tienes un ligero resfrío o una uña enterrada te obligan a quedarte en tu hogar, para eso de no ir a contagiar a los otros. Al menos eso es lo que he escuchado. De Asia bien puedes creerte cualquier cosa. Acelero el paso, no voy retardado, pero quiero dejar lo más rápido posible la calle, los grumos de humanidad en cada parte de las aceras, en los semáforos en rojo, en los puestos de los carros y de las motos que cada vez hay más a precio de huevo en las calles de Medellín. De nuevo otro frenazo, esta vez soy yo el que hace que los que vienen caminando detrás de mi me puteen, el que se convierte en la señora estorbosa, abrumadora y que lee una revista que pudo habérsela leído en otra parte, no caminando por una puta acera. No les doy excusas a esos que pararon abruptamente por mi porque no puedo hablar, estoy casi en el punto, con la cabeza hacia arriba, de que voy a estornudar…………………………….. ¡aaaAAAACHIIIIIIIIIIIIIIIIIIISS!. Nadie me dice “salud” y pues tampoco lo esperaba.
2. La llama de mi encendedor desechable marca Tokay flamea con una brisa cálida que proviene desde algún lugar de la Universidad Nacional. En la mañana el ambiente vaticinaba un chaparrón en el que hasta, como dicen por aquí, iban a caer esposas y maridos del cielo. Pero ahora que ya es más del mediodía el sol incinera cualquier organismo viviente que no esté bajo la sombra. A uno, como forma de venganza, con esta voluble forma de ser del clima en Medellín, causante de mi gripe malparida, le dan ganas de matar algo. Cualquier cosa. Lo primero que se atraviese. ¿Y si nada se atraviesa? Pues estás tú. Suicidio lento y concientizado. La llama de mi encendedor que flamea oronda y altanera se acerca a la punta del cigarrillo que tengo en la boca. Una, dos, tres bocanadas. El humo es sublime. Dulce y amargo cigarrillo que no me sabe a nada en estos momentos. Lo peor de la gripe es perder las papilas gustativas.
3. Poco para hacer en laboro. Juego a cuantas veces muevo la cabeza antes de estornudar al ritmo de una canción de Pixies que puse en uno de los computadores. Que buen parche. Le encontré utilidad a mi enfermedad.
“uh huh huh uh huh huh uh huh huh uh huh huh uh huh huh” ¡aaaAAAACHIIIIIIIIIIIIIIIIIIISS!
4. Zombie. Boca abierta. Ojos rojos. Veo borroso. Nariz raspada de tanto dale que te limpio mocos asquerosos como si me hubiera metido toda la cocaína posible de Colombia. Los minutos más largos de mi vida son los de devuelta a mi casa en un bus del barrio La Floresta. Ventanillas cerradas. Bochorno. Desazón suprema. Humanidad maldita. Estoy nervioso porque los pañuelitos desechables con los que he estado todo el día limpiándome la nariz se me acabaron. Y estoy que me caigo, que me da el soponcio. Y menos mal que hasta lo eterno tiene su fin: llego a mi casa. Caigo despanzurrado sobre mi cama. Duermo por minutos ya que mi convalecencia es tan iconoclasta que ni me da gusto de dormir la triple hijo de puta esa.
5. Sentado frente a esta pantalla de mi computador sonrío. Buenos recuerdos del sábado por la noche vienen a mí. En ellos está la presencia de Disorder de Joy Division, Teenage riot de Sonic Youth, Willing to wait de Sebadoh, y otras. Mientras, mis ojos siguen llorosos, se me salen los mocos cada dos por tres segundos y de nuevo muevo mi cabeza al son de Pixies cada vez que quiero estornudar.
“yeah i love you i do i love you all i'm saying pretty baby…”
lunes, septiembre 29, 2008
domingo, septiembre 28, 2008
TOP 5 El mejor invento es YouTube
5. “Vi como se fue sin mirar atrás, casi sin decir adiós…” que buena canción
4. Esta banda me hace recordar muchas noches dándole a la birra en Carlos E. Restrepo
3. Esta banda, con esta canción, dan ganas de bailar. Si tan solo estuviera de buen ánimo no me quedaría con las ganas.
2.Foreva an neva!!!!
1. Rey de reyes
4. Esta banda me hace recordar muchas noches dándole a la birra en Carlos E. Restrepo
3. Esta banda, con esta canción, dan ganas de bailar. Si tan solo estuviera de buen ánimo no me quedaría con las ganas.
2.Foreva an neva!!!!
1. Rey de reyes
sábado, septiembre 27, 2008
TOP 5 “Una mañana de invierno el sol no salió…”
1. Apurado, corriendo, sudando a mares y con cuarenta minutos de retraso llegué con cámara en mano a grabar a Toto la momposina. El correr no me sirvió de nada, de las carreras no queda sino el “para qué carajos corrí, muéranse todos manada de hijueputas”. Bien pude ir caminando mientras tranquilamente me fumaba un cigarrillo, pateaba basuritas a diestra y siniestra y tarareaba mentalmente Teenage riot de Sonic Youth: “Everybody's talking 'bout the stormy weather And what's a man do to but work out whether it's true? Looking for a man with a focus and a temper Who can open up a map and see between one and two…”. Quizás sea porque últimamente salir con mis amigos es una completa proeza – algunos se fueron de la ciudad o del país, otros no son de este país y viven en su país, otros laboran día y noche o ya van a sitios que son muy “bohemios” para mi gusto- , o tal vez sea porque “oh irresponsabilidad juvenil, de ti sólo queda la resaca y recuerdos de unas buenas parrandas”, pero, a golpe frío y sin remordimiento, he vuelto a atiborrarme de Sebadoh, Pavement, Placebo – sus dos primeros trabajos, de ahí para allá no me llama la atención-, Sonic Youth y hasta por qué no decirlo: Nirvana. Recurriendo a la nostalgia, como en mis viejos tiempos: cerveza servida, cabezazos al aire y una guitarra invisible en las manos: “Teenage riot in a public station Gonna fight and tear it up in a hypernation for you…”.
2. Pero como a veces nada es a pedir de boca, llegué sin tararear, mirando la hora cada dos segundos, agarrando aire de donde no lo tenía porque qué carrera tan malparida para ir a grabar a Toto la momposina en un auditorio de la facultad de Minas de la Universidad Nacional. Ante poca afluencia, la momposina estaba dando una conferencia acerca de su qué hacer artístico, su vida con la música tradicional de este país, sus preocupaciones acerca del mundo en que vivimos y sus expectativas del concierto que daría en la Universidad Nacional sede Medellín. Apropiada de la palabra, toda una dama ella, explicaba paso por paso el por qué si en Colombia no eres un Juanes o un cantante famoso de reggaetón las vas a ver negras, verdes y maduras; si no haces algo que está de moda en el vulgo serás considerado como artista de segunda categoría, de ti van a querer que hagas tu trabajo gratis, que te digan cada dos por tres “pero, es para que se dé a mostrar”. Nada nuevo según lo miro, si haces lo que te gusta, te apasiona, sin presunciones de “me voy hacer millonario y voy a ser un Ricardo Arjona” tienes todas las de perder, pero que lo dijera y corroborara una señora de la que hasta han hecho telenovelas sobre su vida, pues, pues, vamos que por el camino enmarañado de alambre de púas caminaremos desde siempre y para siempre bajo un sol intenso que incinera las retinas de los ojos.
3. Toto la momposina, a petición de alguien del público, cantó a capela una de sus nuevas canciones. Su vozarrón doliente, nostálgico, alegre, sin aviso, me hizo erizar los pelitos de todo el cuerpo, algo en mi recorrió toda mi espina dorsal casi llegado al punto en que en forma de lagrimas ese algo salía por mis ojos, la momposina se ganó mi corazón. Algo así no me había pasado con la música folklórica de Colombia a no ser que fuera que quien cantara fuera el grande y difunto Alejandro Duran:
4. Mientras en el hueco del que no se salva ni el patas los gusanos muy majos ellos arman la pachanga, cenan, se emborrachan, pichan y pelean, un coche fúnebre, seguido de gente acongojada que mira el pavimento como si no hubiera nada más sublime en el mundo, desfila a paso lento por el pasaje principal del cementerio San Pedro. Es inevitable que a unos metros de la procesión, dónde estamos parados una parte del equipo de televisión de la Universidad Nacional, yo no agache la cabeza, que no me sienta incomodo, que no deje de imaginarme el día en que de una vez por todas por estos lados ya no menee la cabeza al ritmo de alguna una canción que me guste.
- ¿Qué te gustaría, se enterrado o cremado?
- Cremado y que pongan mis cenizas al lado de la chimenea.
- ¿Y que pase el viejo y antiguo accidente del enchuspado que tumba las cenizas, quiebra la urna y luego todo embalado lo primero que se le ocurre es meter las cenizas, incluyendo las de la madera quemada, en un tarro de papas Pringles?
- Como son de buenas las papas Pringles.
- Sí, sobre todo cuando uno está de juerga.
- Publicidad política no pagada. Pero es difícil que una urna se quiebre.
- Hay está la magia del enchuspado, por más imposible que parezca el poder hacer una cosa, el enchuspado se las termina ingeniando para hacerla. Me gustaría que sonaran cinco canciones en mi velorio.
- ¿Y para qué si igual no las vas a oír? Vas a estar muerto.
- Eh, pues no sé, que los que quedan vivos las disfruten.
-¿Y si no les gustan esas canciones?
- Pues ya vendré del otro mundo a jalarles las patas.
5. Bye, bye, Paul Newman. R.I.P.
2. Pero como a veces nada es a pedir de boca, llegué sin tararear, mirando la hora cada dos segundos, agarrando aire de donde no lo tenía porque qué carrera tan malparida para ir a grabar a Toto la momposina en un auditorio de la facultad de Minas de la Universidad Nacional. Ante poca afluencia, la momposina estaba dando una conferencia acerca de su qué hacer artístico, su vida con la música tradicional de este país, sus preocupaciones acerca del mundo en que vivimos y sus expectativas del concierto que daría en la Universidad Nacional sede Medellín. Apropiada de la palabra, toda una dama ella, explicaba paso por paso el por qué si en Colombia no eres un Juanes o un cantante famoso de reggaetón las vas a ver negras, verdes y maduras; si no haces algo que está de moda en el vulgo serás considerado como artista de segunda categoría, de ti van a querer que hagas tu trabajo gratis, que te digan cada dos por tres “pero, es para que se dé a mostrar”. Nada nuevo según lo miro, si haces lo que te gusta, te apasiona, sin presunciones de “me voy hacer millonario y voy a ser un Ricardo Arjona” tienes todas las de perder, pero que lo dijera y corroborara una señora de la que hasta han hecho telenovelas sobre su vida, pues, pues, vamos que por el camino enmarañado de alambre de púas caminaremos desde siempre y para siempre bajo un sol intenso que incinera las retinas de los ojos.
3. Toto la momposina, a petición de alguien del público, cantó a capela una de sus nuevas canciones. Su vozarrón doliente, nostálgico, alegre, sin aviso, me hizo erizar los pelitos de todo el cuerpo, algo en mi recorrió toda mi espina dorsal casi llegado al punto en que en forma de lagrimas ese algo salía por mis ojos, la momposina se ganó mi corazón. Algo así no me había pasado con la música folklórica de Colombia a no ser que fuera que quien cantara fuera el grande y difunto Alejandro Duran:
4. Mientras en el hueco del que no se salva ni el patas los gusanos muy majos ellos arman la pachanga, cenan, se emborrachan, pichan y pelean, un coche fúnebre, seguido de gente acongojada que mira el pavimento como si no hubiera nada más sublime en el mundo, desfila a paso lento por el pasaje principal del cementerio San Pedro. Es inevitable que a unos metros de la procesión, dónde estamos parados una parte del equipo de televisión de la Universidad Nacional, yo no agache la cabeza, que no me sienta incomodo, que no deje de imaginarme el día en que de una vez por todas por estos lados ya no menee la cabeza al ritmo de alguna una canción que me guste.
- ¿Qué te gustaría, se enterrado o cremado?
- Cremado y que pongan mis cenizas al lado de la chimenea.
- ¿Y que pase el viejo y antiguo accidente del enchuspado que tumba las cenizas, quiebra la urna y luego todo embalado lo primero que se le ocurre es meter las cenizas, incluyendo las de la madera quemada, en un tarro de papas Pringles?
- Como son de buenas las papas Pringles.
- Sí, sobre todo cuando uno está de juerga.
- Publicidad política no pagada. Pero es difícil que una urna se quiebre.
- Hay está la magia del enchuspado, por más imposible que parezca el poder hacer una cosa, el enchuspado se las termina ingeniando para hacerla. Me gustaría que sonaran cinco canciones en mi velorio.
- ¿Y para qué si igual no las vas a oír? Vas a estar muerto.
- Eh, pues no sé, que los que quedan vivos las disfruten.
-¿Y si no les gustan esas canciones?
- Pues ya vendré del otro mundo a jalarles las patas.
5. Bye, bye, Paul Newman. R.I.P.
martes, septiembre 23, 2008
domingo, septiembre 21, 2008
TOP 5 “Everybody needs to know it's the year of the rat”
5. Un día, sin razón alguna, te peinaras hacia atrás con la gomina más barata del mercado, buscaras una corbata, tu mejor camisa y tu mejor pantalón, saldrás a la calle, te pararas en medio de una muchedumbre y, con biblia en mano, predicaras a viva voz las enseñanzas de nuestro señor por siempre y para siempre. No te preocupes si te gritan que te calles o que mejor vete a dónde ya sabemos. Todo va a estar bien, tu señor déspota y lleno de amor para todo el que lo recibe en su lecho te acompaña, lo mínimo que puede pasar es que te tomen por recién caído del zarzo, pero ¿y cuántos no se han caído del zarzo? El zarzo no es estable, si bien das un paso en él puede que la madera se resquebraje y como calzón de trabajadora sexual caigas de bruces en el piso, esas cosas pasan. Por razones que solo le atañen a tu señor, el zarzo es así, así que no te preguntes nada de nada, limítate a hacer eso que vas a hacer.
4. Travelling de izq. a der. (P.G.): Vas caminando y de repente paras, te enciendes un cigarrillo, miras la hora en tu reloj de pulso, miras la lluvia que cae, te mojas por unos segundos hasta llegado el punto en que tu cigarrillo peligra de ser atizado por una gota de agua y sigues tu camino.
FUNDIDO A NEGRO:
FUNDIDO A IMAGEN:
Travelling in (P.G. a P.P.P): Estas sentado en tu oficina, frente a tu computador, al lado de tus compañeros de laboro – la gran mayoría hombres y una mujer medio como que no sabes qué es ya que se parece a Ricardo Arjona- fanáticos de los mails en cadena en los que salen tipos cercenados de pies a cabeza, entusiastas de sus nuevos teléfonos celulares con baño incluido, apasionados del Facebook donde ni por asomo tienen vida privada. Bebes café negro sin azúcar. Tienes una expresión en el rostro de: “Cuándo llegara el día en que voy a mandar todo lo que es mi vida al garete”. De repente, sin doblar las rodillas, te levantas de la silla, caminas con ahínco hasta la cafetera que está dos oficinas más allá y te sirves otro café. “Un día de estos no me verán ni en las curvas, ya lo verán, ya lo verán” piensas, suspiras y te apartas el mechón de cabello que cubre tu cara.
3. Hoy es la fecha en que voy a salir a la calle con una chaqueta de cuero negra, una camiseta blanca rasgada en las mangas con el estampado de Anarquía, con unos pantalones bota tubo, con unas botas negras, con un morral donde no sé que llevo terciado a la espalda y con una cresta azul en la cabeza. Y ya sabrán quién soy, rebaño de perdedores.
2. Hace ya ratico:
- Paula, dígame que tribus urbanas hay en Medellín para yo hacer parte de una de ellas.
Y sin que Paula le dijera su apariencia se convirtió en algo así a la de un mapache, empezó a cargar un bolso con una cebolla adentro para eso de llorar cuando “ustedes fracasados menos se lo esperen”, se empezó a hacer cortadas en los brazos y… bueno, ahora es un Emo.
- Marcos, nunca esperaste mi respuesta, hay mejores tribus urbanas en Medellín que esa.
- Paula, la vida a mis 13 años me ha enseñado que solo puedo vivir del dolor. Mi vida es triste, solemne hinchada de vaivenes en un valle de lagrimas. Solo es bello que, tú como mujer, me dejes plantado.
- Bueno, entonces chau.
- Aaah, la daga de tu rechazo se convierte en una cuchilla Gillette. Me corto, me corto, me corto los brazos. Y luciré mis cortadas con orgullo en un centro comercial.
1. Muerte, muerte, muerte dices. Miras un rato el televisor, ves tú reflejo distorsionado en la pantalla. Dices que tu vida a pesar de lo que te imaginas siempre es así. Entonces vas y te paras de donde estas y te da que un blue jean colgado del techo te puede ahorcar. Y te ahorcas. Y te mueres. Y todos esos que éramos amigos tuyos pues seguimos con nuestra vida. Te ahorcaste, mira qué cosita. Nunca te vamos a olvidar, algo que nunca sabrás porque muerto estás.
4. Travelling de izq. a der. (P.G.): Vas caminando y de repente paras, te enciendes un cigarrillo, miras la hora en tu reloj de pulso, miras la lluvia que cae, te mojas por unos segundos hasta llegado el punto en que tu cigarrillo peligra de ser atizado por una gota de agua y sigues tu camino.
FUNDIDO A NEGRO:
FUNDIDO A IMAGEN:
Travelling in (P.G. a P.P.P): Estas sentado en tu oficina, frente a tu computador, al lado de tus compañeros de laboro – la gran mayoría hombres y una mujer medio como que no sabes qué es ya que se parece a Ricardo Arjona- fanáticos de los mails en cadena en los que salen tipos cercenados de pies a cabeza, entusiastas de sus nuevos teléfonos celulares con baño incluido, apasionados del Facebook donde ni por asomo tienen vida privada. Bebes café negro sin azúcar. Tienes una expresión en el rostro de: “Cuándo llegara el día en que voy a mandar todo lo que es mi vida al garete”. De repente, sin doblar las rodillas, te levantas de la silla, caminas con ahínco hasta la cafetera que está dos oficinas más allá y te sirves otro café. “Un día de estos no me verán ni en las curvas, ya lo verán, ya lo verán” piensas, suspiras y te apartas el mechón de cabello que cubre tu cara.
3. Hoy es la fecha en que voy a salir a la calle con una chaqueta de cuero negra, una camiseta blanca rasgada en las mangas con el estampado de Anarquía, con unos pantalones bota tubo, con unas botas negras, con un morral donde no sé que llevo terciado a la espalda y con una cresta azul en la cabeza. Y ya sabrán quién soy, rebaño de perdedores.
2. Hace ya ratico:
- Paula, dígame que tribus urbanas hay en Medellín para yo hacer parte de una de ellas.
Y sin que Paula le dijera su apariencia se convirtió en algo así a la de un mapache, empezó a cargar un bolso con una cebolla adentro para eso de llorar cuando “ustedes fracasados menos se lo esperen”, se empezó a hacer cortadas en los brazos y… bueno, ahora es un Emo.
- Marcos, nunca esperaste mi respuesta, hay mejores tribus urbanas en Medellín que esa.
- Paula, la vida a mis 13 años me ha enseñado que solo puedo vivir del dolor. Mi vida es triste, solemne hinchada de vaivenes en un valle de lagrimas. Solo es bello que, tú como mujer, me dejes plantado.
- Bueno, entonces chau.
- Aaah, la daga de tu rechazo se convierte en una cuchilla Gillette. Me corto, me corto, me corto los brazos. Y luciré mis cortadas con orgullo en un centro comercial.
1. Muerte, muerte, muerte dices. Miras un rato el televisor, ves tú reflejo distorsionado en la pantalla. Dices que tu vida a pesar de lo que te imaginas siempre es así. Entonces vas y te paras de donde estas y te da que un blue jean colgado del techo te puede ahorcar. Y te ahorcas. Y te mueres. Y todos esos que éramos amigos tuyos pues seguimos con nuestra vida. Te ahorcaste, mira qué cosita. Nunca te vamos a olvidar, algo que nunca sabrás porque muerto estás.
jueves, septiembre 18, 2008
TOP 5 Monkey Gone To Heaven
5. Alguna vez tuve una banda de rock pesado, brutal y endemoniado, puro HC. Los integrantes de dicha banda teníamos corte de pelo honguito, usábamos pantalones bagui, camisas de chalís, íbamos a la escuela, nos poníamos a llorar si alguien nos miraba feo y éramos tres: La momia (bajista), mi primo David (vocalista) y yo (guitarrista). Que recuerde ninguno sabía tocar la guitarra, el bajo ni nada por el estilo; salvo lo de tocar la pandereta, las maracas y los cascabeles en las novenas del niño Dios, pero es que ya eso era muy punk local y arrastrado: pandereta sonando arrítmicamente por un lado, cascabeles sonando por el otro, un adulto y varios niños con voz de ¡hijueputa, los están matando, masacrando, empalando! “entonando”: “tutaina tuturumá…”. Que recuerde los ensayos de la súper banda colombiana más exitosa de todos los tiempos se hacían en el sótano de la casa de mi abuela Mariela y, no pasaban de ser una completa furrusca por quién de verdad iba a ser el próximo Axl Rose; todos queríamos ser vocalistas.
La banda duró una semana por diferencias irreconciliables, y te la perdiste, te lo digo, te la perdiste.
4. Como en muchas tantas clases de lo que fuera a lo que me metía mi mamá también estuve en clases de guitarra.
Primera clase:
- Buenas, buenas, yo soy su profesor de guitarra y para empezar nos vamos a aprender esta canción que es muy fácil: Baja una mula del monte…
Segunda clase:
- Buenas, buenas, hoy vamos a repasar esa cancioncita tan buena que les enseñé la clase pasada: Baja una mula del monte…
Tercera clase:
- A ver si se la aprendieron: Baja una mula del monte…
Cuarta clase:
- Baja una mula del monte…
Quinta clase. No sé si la hubo, nunca volví como para saber si la hijuemadre mula esa terminó bajar del monte.
3. Seis de la mañana de un domingo de hace mucho tiempo atrás:
- Niños, levántense pues que nos vamos a ir a trotar al estadio.
- Tío ¿tan temprano?
- Ustedes dijeron ayer que si los llevaba, y uno trota temprano.
- ¿Tan temprano?
- Sí, para que volvamos antes del medio día.
- Bueno, pero desayunamos primero.
- No, luego se vomitan mientras trotan, en el estadio comemos algo. Los espero pues.
Ocho de la mañana:
- Ustedes parecen mujeres ¿dos horas arreglándose para ir a trotar? Es el colmo.
- Tío, pero es que mi mamá me obligó a que me echara anti solar, y no lo encontraba. Tío, no, yo desayuno, tengo mucha hambre.
- Tío, yo también desayuno.
- Tío, si ellos desayunan yo también.
- Bueno pues, desayunen.
Nueve de la mañana:
- Niños ¿ahora sí? Ya nos va a dar el sol fuerte, vuélvanse a echar anti solar.
- Sí tío, vamos pues.
- Vamos a empezar a trotar despacio para que a mitad del camino no estén cansados.
- Bueno tío.
Cinco cuadras trotando desde el barrio Belencito rumbo al estadio Atanasio Girardot, bajando por el barrio Laureles, el primero en vomitar: Yo.
- Tío, me siento mal, yo mejor me devuelvo para la casa.
- ¿Vio?, le dije. Bueno, devuélvase que todavía estamos cerca de la casa.
Me devuelvo. El segundo en vomitar: David.
- Quiubo ¿por qué se devolvió?
- Me cansé muy rápido.
- ¿Y mi tío y Adrian?
- Ellos si siguieron trotando.
Una de la tarde. Mi tío y Adrian llegan del estadio.
- Adrian se pegó una vomitada hasta rara allá en el estadio. – Dice mi tío.
2. A media cuadra de la casa de mi abuela Mariela, yendo hacia la cuadra La Primera, en la casa de una señora llamada Graciana, cada domingo – ¿o cada mes? Mi memoria no da en la diana- se proyectaban películas en 8 mm. Siempre pasaban películas mexicanas para niños, en especial esas donde los niños eran pobres y sufrían tanto pero tanto que al final aprendían que tener dignidad y felicidad era lo más importante –auto superación en película, más eficaz que un libro de Paulo Coelho-. Recuerdo en especial una donde lloré a moco tendido con pañuelo extendido: Pedrito Fernández (pobre llevado del hijuepu, recibiendo humillaciones a lo buen melodrama) y Lucerito (millonaria, codiciada y más bonita que de adulta) son novios y, justo en el final, Lucerito se muere de leucemia; no no no no pobre Pedrito, él le dedicó una canción y todo. Y pobre de los niños que muy “alegres” fuimos a ver eso justo después de una buena sobredosis de José Miel buscando a su mamá más muerta que Radamel Falcao García en la selección Colombia de fútbol. Por suerte no nos inventamos el ser Emos.
1. De cuesta y en el hueco es donde todos nos enfiestamos, vida que avanza y hace sus hijueputas estragos. A qué de niño no te imaginabas decir una cosa así ¿o sí, ah, ah, ah?
Boomp3.com
La banda duró una semana por diferencias irreconciliables, y te la perdiste, te lo digo, te la perdiste.
4. Como en muchas tantas clases de lo que fuera a lo que me metía mi mamá también estuve en clases de guitarra.
Primera clase:
- Buenas, buenas, yo soy su profesor de guitarra y para empezar nos vamos a aprender esta canción que es muy fácil: Baja una mula del monte…
Segunda clase:
- Buenas, buenas, hoy vamos a repasar esa cancioncita tan buena que les enseñé la clase pasada: Baja una mula del monte…
Tercera clase:
- A ver si se la aprendieron: Baja una mula del monte…
Cuarta clase:
- Baja una mula del monte…
Quinta clase. No sé si la hubo, nunca volví como para saber si la hijuemadre mula esa terminó bajar del monte.
3. Seis de la mañana de un domingo de hace mucho tiempo atrás:
- Niños, levántense pues que nos vamos a ir a trotar al estadio.
- Tío ¿tan temprano?
- Ustedes dijeron ayer que si los llevaba, y uno trota temprano.
- ¿Tan temprano?
- Sí, para que volvamos antes del medio día.
- Bueno, pero desayunamos primero.
- No, luego se vomitan mientras trotan, en el estadio comemos algo. Los espero pues.
Ocho de la mañana:
- Ustedes parecen mujeres ¿dos horas arreglándose para ir a trotar? Es el colmo.
- Tío, pero es que mi mamá me obligó a que me echara anti solar, y no lo encontraba. Tío, no, yo desayuno, tengo mucha hambre.
- Tío, yo también desayuno.
- Tío, si ellos desayunan yo también.
- Bueno pues, desayunen.
Nueve de la mañana:
- Niños ¿ahora sí? Ya nos va a dar el sol fuerte, vuélvanse a echar anti solar.
- Sí tío, vamos pues.
- Vamos a empezar a trotar despacio para que a mitad del camino no estén cansados.
- Bueno tío.
Cinco cuadras trotando desde el barrio Belencito rumbo al estadio Atanasio Girardot, bajando por el barrio Laureles, el primero en vomitar: Yo.
- Tío, me siento mal, yo mejor me devuelvo para la casa.
- ¿Vio?, le dije. Bueno, devuélvase que todavía estamos cerca de la casa.
Me devuelvo. El segundo en vomitar: David.
- Quiubo ¿por qué se devolvió?
- Me cansé muy rápido.
- ¿Y mi tío y Adrian?
- Ellos si siguieron trotando.
Una de la tarde. Mi tío y Adrian llegan del estadio.
- Adrian se pegó una vomitada hasta rara allá en el estadio. – Dice mi tío.
2. A media cuadra de la casa de mi abuela Mariela, yendo hacia la cuadra La Primera, en la casa de una señora llamada Graciana, cada domingo – ¿o cada mes? Mi memoria no da en la diana- se proyectaban películas en 8 mm. Siempre pasaban películas mexicanas para niños, en especial esas donde los niños eran pobres y sufrían tanto pero tanto que al final aprendían que tener dignidad y felicidad era lo más importante –auto superación en película, más eficaz que un libro de Paulo Coelho-. Recuerdo en especial una donde lloré a moco tendido con pañuelo extendido: Pedrito Fernández (pobre llevado del hijuepu, recibiendo humillaciones a lo buen melodrama) y Lucerito (millonaria, codiciada y más bonita que de adulta) son novios y, justo en el final, Lucerito se muere de leucemia; no no no no pobre Pedrito, él le dedicó una canción y todo. Y pobre de los niños que muy “alegres” fuimos a ver eso justo después de una buena sobredosis de José Miel buscando a su mamá más muerta que Radamel Falcao García en la selección Colombia de fútbol. Por suerte no nos inventamos el ser Emos.
1. De cuesta y en el hueco es donde todos nos enfiestamos, vida que avanza y hace sus hijueputas estragos. A qué de niño no te imaginabas decir una cosa así ¿o sí, ah, ah, ah?
Boomp3.com
martes, septiembre 16, 2008
TOP Bonus track: “Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer”
Bye, bye David Foster Wallace
R.I.P.
R.I.P.
sábado, septiembre 13, 2008
TOP 5 ¡Volví!
La Universidad Nacional saca nuevo canal de TV (¿o de Internet? Porque es por Internet), hasta ahora sé que se llama Prisma y que sale al aire este mes a más tardar. Por eso es que el TOP 5 no se actualiza a lo acostumbrado, mucho laboro en mi laboro. Y sin pedir excusas:
TOP 5 Mundo HP
5. Me ha tocado, más sobrio que un chucho y bajo zendos chaparrones de agua, ver tres veces el amanecer de Medellín desde diversos puntos “estratégicos”. ¿Por qué? Pues, por mandato de los realizadores de un programa de TV; la típica y clichésuda toma: cámara puesta sobre un trípode, dirigida al cielo y grabando por más de media hora, luego en edición la toma se acelera y queda de cinco segundos o menos. Nunca va a pasar de moda el “arte” de acelerar una imagen (a menos que se acabe el mundo), y más si en el fondo tiene nubes (Aaaah, nos encantan las nubes, y sobre todo si tienen formitas de animalitos todos bonitos y todos recuquís. Aaah, que linditas las nubecitas).
¿Y para qué dicha toma?
Pues para que tú como espectador, cuando veas el programa editado y al aire, la olvides a los dos segundos.
¿Pierdo entonces mí tiempo grabando esa toma?
No. Por más que la olvides vas a tener la sensación en alguna parte de tu cerebro que “veee, el programa cómo qué transcurrió en un día, lo puedo jurar por las santas barbas del que allá arriba, rabioso cómo él solo con espuma anaranjada en la boca, vive mandándonos tsunamis, terremotos, y otras cosas peores como participantes de Latin American Idol o conciertos de Andrés Calamaro o comunicadores sociales o gente a la que le encanta utilizar las palabras cómo: bohemia, tertulia, y otras de por ese estilo”.
4. Mi compañía de tres amaneceres: un paquete de cigarrillos (si vieras lo bien que saben lo cigarrillos en los amaneceres, es que ya me estoy prendiendo uno) y los madrugadores seriales enchuspados que al verme parado delante de la cámara preguntan:
- Oiga, ¿qué está filmando?- No estoy filmando nada, esto no es una cámara de cine, es una cámara de video, siga su camino.
¿Esto es para Tele Antioquia?- No trabajo en Tele Antioquia ¿no me ve que en mi chaleco dice Universidad Nacional?, siga su camino.
- Uy, mera la cámara- Siga su camino.
- ¿Oiga don señor, qué hace usted aquí parado a esta hora, está filmando?, fílmeme a mí.- ¿Qué qué estoy haciendo aquí parado a esta hora? No es porque saltando en una pata mientras me chupo un dedo me gusta madrugar, so viejo hijueputa. Siga su camino si no quiere que le siga mentando la madre. Además ¿qué hace usted a esta hora preguntando bobadas? ¿Qué le ve de bueno a madrugar?
3. Día gris. Lluvia a cantaros. Un tipo vestido de blanco y medio hippie - con cara de que nunca quiero ser su amigo-, con guitarra en mano apoyado en el barandal de la silla de un bus canta una canción de Silvio Rodríguez: “soy feliz y pido perdón…”. Yo sentado en la banca de atrás maldigo en silencio: Esa canción es un ente que no entiendo ¿cómo así qué el tipo es feliz y pide perdón? Hippies sucks.
2. Y mientras escribía este TOP acabó de temblar la tierra. Nunca había estado lo suficientemente sobrio como para sentir un temblor de tierra desde que vivo en un dieciseisavo piso. Menos mal no estaba, borracho, subiendo en el ascensor porque es que ya no dio más la noche. ¿Qué tal quedar encerrado en un ascensor? Uff, y ¿qué tal quedar encerrado en el ascensor con uno de mis enemigos acérrimos: el tipo que hace ejercicios en el ascensor con su iPOd a todo volumen escuchando música electrónica?
1. El 10 de septiembre no se acabó el mundo ¿qué cosa, no?
Hace como un mes y medio me vi una película re mala, pero re mala que hasta no me acuerdo cómo se llama. Sin embargo (lo confieso en mi sobriedad absoluta) la idea de la pelí no me pareció completamente descabellada: Imagínate el salir a la calle y que no pares de contar suicidios a granel. ¿Ah?, todo un espectáculo digno de aparecer en mails de cadena de esos que tanto os gustan. Un día de estos deberían declarar El día la histeria colectiva y suicida, creo que sería más interesante que disque El día del Blog.
Hay disque día del Blog, imaginate.
TOP 5 Mundo HP
5. Me ha tocado, más sobrio que un chucho y bajo zendos chaparrones de agua, ver tres veces el amanecer de Medellín desde diversos puntos “estratégicos”. ¿Por qué? Pues, por mandato de los realizadores de un programa de TV; la típica y clichésuda toma: cámara puesta sobre un trípode, dirigida al cielo y grabando por más de media hora, luego en edición la toma se acelera y queda de cinco segundos o menos. Nunca va a pasar de moda el “arte” de acelerar una imagen (a menos que se acabe el mundo), y más si en el fondo tiene nubes (Aaaah, nos encantan las nubes, y sobre todo si tienen formitas de animalitos todos bonitos y todos recuquís. Aaah, que linditas las nubecitas).
¿Y para qué dicha toma?
Pues para que tú como espectador, cuando veas el programa editado y al aire, la olvides a los dos segundos.
¿Pierdo entonces mí tiempo grabando esa toma?
No. Por más que la olvides vas a tener la sensación en alguna parte de tu cerebro que “veee, el programa cómo qué transcurrió en un día, lo puedo jurar por las santas barbas del que allá arriba, rabioso cómo él solo con espuma anaranjada en la boca, vive mandándonos tsunamis, terremotos, y otras cosas peores como participantes de Latin American Idol o conciertos de Andrés Calamaro o comunicadores sociales o gente a la que le encanta utilizar las palabras cómo: bohemia, tertulia, y otras de por ese estilo”.
4. Mi compañía de tres amaneceres: un paquete de cigarrillos (si vieras lo bien que saben lo cigarrillos en los amaneceres, es que ya me estoy prendiendo uno) y los madrugadores seriales enchuspados que al verme parado delante de la cámara preguntan:
- Oiga, ¿qué está filmando?- No estoy filmando nada, esto no es una cámara de cine, es una cámara de video, siga su camino.
¿Esto es para Tele Antioquia?- No trabajo en Tele Antioquia ¿no me ve que en mi chaleco dice Universidad Nacional?, siga su camino.
- Uy, mera la cámara- Siga su camino.
- ¿Oiga don señor, qué hace usted aquí parado a esta hora, está filmando?, fílmeme a mí.- ¿Qué qué estoy haciendo aquí parado a esta hora? No es porque saltando en una pata mientras me chupo un dedo me gusta madrugar, so viejo hijueputa. Siga su camino si no quiere que le siga mentando la madre. Además ¿qué hace usted a esta hora preguntando bobadas? ¿Qué le ve de bueno a madrugar?
3. Día gris. Lluvia a cantaros. Un tipo vestido de blanco y medio hippie - con cara de que nunca quiero ser su amigo-, con guitarra en mano apoyado en el barandal de la silla de un bus canta una canción de Silvio Rodríguez: “soy feliz y pido perdón…”. Yo sentado en la banca de atrás maldigo en silencio: Esa canción es un ente que no entiendo ¿cómo así qué el tipo es feliz y pide perdón? Hippies sucks.
2. Y mientras escribía este TOP acabó de temblar la tierra. Nunca había estado lo suficientemente sobrio como para sentir un temblor de tierra desde que vivo en un dieciseisavo piso. Menos mal no estaba, borracho, subiendo en el ascensor porque es que ya no dio más la noche. ¿Qué tal quedar encerrado en un ascensor? Uff, y ¿qué tal quedar encerrado en el ascensor con uno de mis enemigos acérrimos: el tipo que hace ejercicios en el ascensor con su iPOd a todo volumen escuchando música electrónica?
1. El 10 de septiembre no se acabó el mundo ¿qué cosa, no?
Hace como un mes y medio me vi una película re mala, pero re mala que hasta no me acuerdo cómo se llama. Sin embargo (lo confieso en mi sobriedad absoluta) la idea de la pelí no me pareció completamente descabellada: Imagínate el salir a la calle y que no pares de contar suicidios a granel. ¿Ah?, todo un espectáculo digno de aparecer en mails de cadena de esos que tanto os gustan. Un día de estos deberían declarar El día la histeria colectiva y suicida, creo que sería más interesante que disque El día del Blog.
Hay disque día del Blog, imaginate.
sábado, septiembre 06, 2008
TOP 5 Llamadas telefónicas del terror que a determinada hora (por lo general en la mañana) sabes qué son:
5. Para un familiar tuyo que vive contigo (o peor aún, que no vive contigo)
4. De un banco o alguna entidad empresarial que no tienes ni puta idea qué existe (hasta ahora).
3. Números equivocados (nunca falta la viejita sorda, gritona y enchuspada que por lo menos marca cinco veces tú número telefónico a preguntar por una tal Doña Graciana)
2 Encuestas sobre compañías telefónicas (al cuerno con estás hijo de puta encuestas. Te dicen “solo te vamos a ocupar dos minutos de tu tiempo” y dos minutos se convierten en veinte).
1. Te necesitan urgente, ya, rapidito, no te demores, en tu laboro (los infortunios de laboral como contratista a tiempo completo y no cumplir con un horario fijo)
4. De un banco o alguna entidad empresarial que no tienes ni puta idea qué existe (hasta ahora).
3. Números equivocados (nunca falta la viejita sorda, gritona y enchuspada que por lo menos marca cinco veces tú número telefónico a preguntar por una tal Doña Graciana)
2 Encuestas sobre compañías telefónicas (al cuerno con estás hijo de puta encuestas. Te dicen “solo te vamos a ocupar dos minutos de tu tiempo” y dos minutos se convierten en veinte).
1. Te necesitan urgente, ya, rapidito, no te demores, en tu laboro (los infortunios de laboral como contratista a tiempo completo y no cumplir con un horario fijo)
jueves, septiembre 04, 2008
TOP 5 Cuando te cambia la vida (Parte 3)
Tente fuerte Federico, aprieta dientes, ponte el casco y abróchate el cinturón de seguridad que a trancas y barrancas, mientras caes de espaldas, en paracaídas - que lo más seguro es que se abra cuando ya estés despanzurrado patas arriba y babeando sobre el piso-, se te viene algo exquisito, una señal así como de un chaparrón qué cómo vino se esfumó e hizo un desierto. Suuuuus, vas a escuchar el viento. Agua, agua vas a exigir al otro día cuando se acabe lo que te voy a señalar. Abre la boca, prepara el gañote, dile a la chica de al lado que no respondes por tus actos en lo que de sopetón se viene. ¿Degenerado quién? Eso es lo que le vas a decir por si no entendió o no oyó o se hizo la boba, que indudable eso bien lo sabe, de niña aprendió. ¿Listo? ¿Preparado?
Si supieras Federico, quiero abrir un paréntesis. Perdón. Es que a mi puerta acaban de tocar esas congojas que si bien no invité, de entrometidas, a mirar por la ventana como viejas chismosas con rulos en la cabeza, vinieron disque a pedirme una taza de azúcar. ¿Ah? ¿Lo puedes creer, Federico? Uno tan grande y lo que le toca aguantar.
- Señora, ya que toca tan tarde a mi puerta, perdóneme la pregunta ¿usted quién es?
- Soy tu primera embriaguez.
- ¿Esa en los quince de mi prima Eliana, dónde caí redondito de cabezas en el piso y borré casete?
- No, la primera de todas. La que fue con champaña y al escondido de los adultos un 31 de diciembre.
- Ya, ya, los 31 de diciembre siempre me traen recuerdos. Y usted otra señora ¿quién es?
- Ya usted lo dijo mi don señor, soy la de los quince de su prima.
- Ya, ya, ustedes dos son la combinación de la versión en borrador de lo que ya me sé de memoria.
- Sí.
- De memoria me sé muchas cosas.
-Sí.
- ¿Y a qué vinieron si lo puedo saber?
- Pues siendo oportunas como siempre lo somos, venimos a aconsejar a tu amigo Federico.
¿Oíste Federico? Vinieron a decirte lo que intentaba decirte, pero vienen a tergivérsalo todo con su lengua ponzoñosa. Me las conozco mosco. Son unas viejas arpías e hijueputas. Pero no les pares bolas Federico, te van a mal aconsejar.
- Uhschale, uhschale, largo de aquí viejas zalameras.
Ya que se fueron, Federico, agárrate valiente y enérgico que te voy a estampillar en una cosa: el ALCOHOL. Ríos de ron, aguardiente, whisky, cerveza circularán por tu torrente sanguíneo noche tras noche, fin de semana tras fin de semana. La vida será “mejor” aunque termines por ser una bomba viviente, un dolor de cabeza frecuente, un día de resaca eterna. Serás capaz de llorar con más capacidad, serás capaz de hablar con más soltura, dormirás plácidamente, te importara un comino hacer el ridículo. Cambiara tu vida por siempre y para siempre hasta el día de una santa cirrosis, amén.
- Este señor es una apología al alcohol.
- Uy señoras ¿ustedes no se habían ido?
Si supieras Federico, quiero abrir un paréntesis. Perdón. Es que a mi puerta acaban de tocar esas congojas que si bien no invité, de entrometidas, a mirar por la ventana como viejas chismosas con rulos en la cabeza, vinieron disque a pedirme una taza de azúcar. ¿Ah? ¿Lo puedes creer, Federico? Uno tan grande y lo que le toca aguantar.
- Señora, ya que toca tan tarde a mi puerta, perdóneme la pregunta ¿usted quién es?
- Soy tu primera embriaguez.
- ¿Esa en los quince de mi prima Eliana, dónde caí redondito de cabezas en el piso y borré casete?
- No, la primera de todas. La que fue con champaña y al escondido de los adultos un 31 de diciembre.
- Ya, ya, los 31 de diciembre siempre me traen recuerdos. Y usted otra señora ¿quién es?
- Ya usted lo dijo mi don señor, soy la de los quince de su prima.
- Ya, ya, ustedes dos son la combinación de la versión en borrador de lo que ya me sé de memoria.
- Sí.
- De memoria me sé muchas cosas.
-Sí.
- ¿Y a qué vinieron si lo puedo saber?
- Pues siendo oportunas como siempre lo somos, venimos a aconsejar a tu amigo Federico.
¿Oíste Federico? Vinieron a decirte lo que intentaba decirte, pero vienen a tergivérsalo todo con su lengua ponzoñosa. Me las conozco mosco. Son unas viejas arpías e hijueputas. Pero no les pares bolas Federico, te van a mal aconsejar.
- Uhschale, uhschale, largo de aquí viejas zalameras.
Ya que se fueron, Federico, agárrate valiente y enérgico que te voy a estampillar en una cosa: el ALCOHOL. Ríos de ron, aguardiente, whisky, cerveza circularán por tu torrente sanguíneo noche tras noche, fin de semana tras fin de semana. La vida será “mejor” aunque termines por ser una bomba viviente, un dolor de cabeza frecuente, un día de resaca eterna. Serás capaz de llorar con más capacidad, serás capaz de hablar con más soltura, dormirás plácidamente, te importara un comino hacer el ridículo. Cambiara tu vida por siempre y para siempre hasta el día de una santa cirrosis, amén.
- Este señor es una apología al alcohol.
- Uy señoras ¿ustedes no se habían ido?
martes, septiembre 02, 2008
TOP 5 “Solo vine a comprar pan y me enseñasteis el Corán”
5. Sonó el reloj despertador, me desperté, lo apagué, me levanté, caminé hasta el baño, oriné, me bañé, me sequé, me peiné, en mi cuarto me vestí, en la cocina preparé el desayuno, en el comedor desayuné, en el baño me lavé los dientes, listo con billetera, paquete de cigarrillos, encendedor y teléfono celular en los bolsillos salí de mi casa con destino al laboro, cogí el ascensor, dieciséis pisos abajo me bajé del ascensor, salí del edificio, en la calle me encendí un cigarrillo, caminé hasta el paradero de buses, se me acabó el cigarrillo, aplasté la cuzca con mi pie, esperé el bus, llegó el bus, me subí al bus, pagué mi pasaje, caminé hasta la banca de atrás, me senté, y al lado mío, luego de unos segundos, se sentó Robocop.
- ¿Robocop?
Y de nuevo sonó el reloj despertador. Me hubiera gustado hablar más con Robocop.
- Murphy ¿te puedo llamar Murphy? ¿Muy atrevido yo?, Murphy ¿Qué opinas sobre que el 10 de septiembre de este año, por pruebas de científicos locos acelerando partículas y esas vainas que no entiendo un carajo, el mundo completico se puede ir al garete?
- No me puede llamar Murphy, me llamo Robocop.
- Cómo quieras Murphy. Murphy ¿Qué opinas sobre que el mundo está en el garete desde hace rato y por lo tanto lo que pueda pasar el 10 de septiembre no es algo que digamos: pero mira qué extraordinario?
- Me llamo Robocop, Murphy is dead.
- Murphy y...
4. En el Laboro, un cigarrillo, café negro muy amargo, sol penetrante de medio día, charla apocalíptica después de contado un mismo chiste cinco veces pero con diferentes acentos:
- ¿Si sabías que el 10 de septiembre podría ser el fin del mundo?
- ¿Oiga? ¿En serio? Nooo, y a mí que me pagan el 12, que mierda.
- Por fortuna a mí si me pagan antes, ja, lero lero candelero.
- El mundo es muy injusto.
- Sí.
3. Cervezas de un domingo en la plazuela de las Torres de Bomboná. Un tipo muy bajito, borracho caído de la rasca (quizás hasta drogado), con carriel colgado, se nos acerca a decirnos que está un poco desubicado, que no se halla, que se llama Álvaro Uribe Vélez, que es el presidente de Colombia y que va para su tercer mandato. Si no fuera porque el tipo no lleva gafas, no tiene el pelo blanco, a leguas se ve que no tiene finca, carro ni guardaespaldas pues, pues, pues ¡Álvaro, no vas a tener un tercer mandato, el mundo se acaba el 10 de septiembre!
El mundo está lleno de pirados. Un día, de golpe y porrazo, se te cruzan los cables y te crees la reencarnación de Napoleón, solo que aunque lo intentes no sabes hablar francés porque más antioqueño pa´dónde.
- Arepa pa´busté.
2. – Nostradamus la pifió.
- ¿Él no fue el qué predijo que el mundo iba a ser gobernado por tipos con las mechas paradas muy parecidos a mapaches que se miran en el espejo como posesos?
- No, creo que eso nadie lo predijo.
- ¿Ah no?... ¿Y entonces yo de dónde saqué eso?
- Qué sé yo.
- Bueno, el que haya sido no la pifió.
- Estaba pensando que es muy gracioso que ahora cuando te peleas con una persona dices: “y lo voy a borrar del teléfono celular, del mail, del MSN, del Facebook, del Flickr, del myspace, si comenta en mi blog le borro los comentarios…” que complique, no, no, no. Antes cuando te peleabas con una persona era sino olvidar su número de teléfono, quemar las fotos de esa persona (si las tenías), arrojar las cenizas a la taza del inodoro y a otra cosa pajarito.
- En serio, ¿No fue Nostradamus?
1. Todo el día bebí Coca-cola, nunca paré *Glup, glup, glup, glup*.
Pensamiento pesimista acerca de beber Coca-cola todo el día: Si sigo así voy a quedar como un tipo (apodado Pampara, que ni sus brazos ni sus piernas se doblan y camina ladeándose de un lado para otro – una vez se cayó borracho al frente de la casa de mi abuela Mariela y casi se ahoga en un charquito de agua muy, pero muy chiquitico, no era capaz de pararse el pobre-) del barrio Belencito Corazón. Supuestamente Pampara se bebió cinco litros de Coca-cola de un tirón y de sopetón y sin aviso previo de una se entiesó.
Más hielo, más efervescencia y salud
- ¿Robocop?
Y de nuevo sonó el reloj despertador. Me hubiera gustado hablar más con Robocop.
- Murphy ¿te puedo llamar Murphy? ¿Muy atrevido yo?, Murphy ¿Qué opinas sobre que el 10 de septiembre de este año, por pruebas de científicos locos acelerando partículas y esas vainas que no entiendo un carajo, el mundo completico se puede ir al garete?
- No me puede llamar Murphy, me llamo Robocop.
- Cómo quieras Murphy. Murphy ¿Qué opinas sobre que el mundo está en el garete desde hace rato y por lo tanto lo que pueda pasar el 10 de septiembre no es algo que digamos: pero mira qué extraordinario?
- Me llamo Robocop, Murphy is dead.
- Murphy y...
4. En el Laboro, un cigarrillo, café negro muy amargo, sol penetrante de medio día, charla apocalíptica después de contado un mismo chiste cinco veces pero con diferentes acentos:
- ¿Si sabías que el 10 de septiembre podría ser el fin del mundo?
- ¿Oiga? ¿En serio? Nooo, y a mí que me pagan el 12, que mierda.
- Por fortuna a mí si me pagan antes, ja, lero lero candelero.
- El mundo es muy injusto.
- Sí.
3. Cervezas de un domingo en la plazuela de las Torres de Bomboná. Un tipo muy bajito, borracho caído de la rasca (quizás hasta drogado), con carriel colgado, se nos acerca a decirnos que está un poco desubicado, que no se halla, que se llama Álvaro Uribe Vélez, que es el presidente de Colombia y que va para su tercer mandato. Si no fuera porque el tipo no lleva gafas, no tiene el pelo blanco, a leguas se ve que no tiene finca, carro ni guardaespaldas pues, pues, pues ¡Álvaro, no vas a tener un tercer mandato, el mundo se acaba el 10 de septiembre!
El mundo está lleno de pirados. Un día, de golpe y porrazo, se te cruzan los cables y te crees la reencarnación de Napoleón, solo que aunque lo intentes no sabes hablar francés porque más antioqueño pa´dónde.
- Arepa pa´busté.
2. – Nostradamus la pifió.
- ¿Él no fue el qué predijo que el mundo iba a ser gobernado por tipos con las mechas paradas muy parecidos a mapaches que se miran en el espejo como posesos?
- No, creo que eso nadie lo predijo.
- ¿Ah no?... ¿Y entonces yo de dónde saqué eso?
- Qué sé yo.
- Bueno, el que haya sido no la pifió.
- Estaba pensando que es muy gracioso que ahora cuando te peleas con una persona dices: “y lo voy a borrar del teléfono celular, del mail, del MSN, del Facebook, del Flickr, del myspace, si comenta en mi blog le borro los comentarios…” que complique, no, no, no. Antes cuando te peleabas con una persona era sino olvidar su número de teléfono, quemar las fotos de esa persona (si las tenías), arrojar las cenizas a la taza del inodoro y a otra cosa pajarito.
- En serio, ¿No fue Nostradamus?
1. Todo el día bebí Coca-cola, nunca paré *Glup, glup, glup, glup*.
Pensamiento pesimista acerca de beber Coca-cola todo el día: Si sigo así voy a quedar como un tipo (apodado Pampara, que ni sus brazos ni sus piernas se doblan y camina ladeándose de un lado para otro – una vez se cayó borracho al frente de la casa de mi abuela Mariela y casi se ahoga en un charquito de agua muy, pero muy chiquitico, no era capaz de pararse el pobre-) del barrio Belencito Corazón. Supuestamente Pampara se bebió cinco litros de Coca-cola de un tirón y de sopetón y sin aviso previo de una se entiesó.
Más hielo, más efervescencia y salud
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