1. Desde hace algunos días me viene doliendo el hombro, el brazo y la mano derecha. El dolor se ha agudizado más y más y más al paso del instante, tanto que el viernes tuve que parar de laburar e ir de inmediato a urgencias. No, no, no ¡Que dolor tan malparido!, tan…tan… he pensado: quizás esté sufriendo del metacarpo o algo de eso.
2. - Buenas, ¿le puedo servir en algo?
- Sí, vengo a una urgencia.
- ¿Qué tiene?
- Me duele mucho el hombro, el brazo y la mano derecha.
- ¿Se cayó, se aporreó o se cortó?
- No, sólo me duele mucho, y mucho es muchoooo.
- Entonces eso no es una urgencia.
- Pero tuve que parar de trabajar por el dolor, PARAR DE TRABAJAR, AH.
- ¿En qué trabaja?
- Soy camarógrafo. Mi mano y mi brazo son muy importantes en lo que hago, ¿me entiende?
- Pero es que eso no es una urgencia. Mire, si quiere hago que uno de los doctores lo atienda, pero no prometo que le hagan nada; como le digo: eso no es una urgencia.
- Listo.
- Muéstreme su cedula.
Se la muestro.
- ¿Qué E.P.S. tiene señor don Byron?
2. Media hora después todavía sigo respondiendo preguntas: ¿Dónde hizo su afiliación a esa EPS señor don Byron? ¿Cuál es su teléfono señor don Byron? ¿Su dirección don señor? ¿Es soltero o casado? ¿Cierto que está haciendo mucho calor? ¿Alaff es su apellido, cierto? ¿No? ¿De dónde sacó ese nombre señor Byron?
3. – Bueno señor Byron Alaff, siéntese en la sala de espera que dentro de unos pocos minutos un doctor lo atiende.
- Bueno.
Me siento en una silla de la sala de espera. Pasan los minutos y los minutos y los minutos y los minutos y los minutos y los minutos y los minutos y los minutos; en la TV de la sala se ve el canal Animal Planet; están pasando un programa donde los animales hacen de las suyas con sus dueños respectivos, mucha sangre “moderada” y mutilaciones que no se ven en el plano son las protagonistas; en especial, sé que voy a recordarla por mucho tiempo, una parte donde una ballena Orca, con sus fauces, hunde hasta el fondo de una piscina a su entrenadora, y la deja ahí, chapaleando, ahogándose – eso no lo mostraron, pero lo dijeron, me hice la imagen en la cabeza-; lo que entendí de esa parte del programa fue: con historial asesino - la Orca ya se había despachado a unos cuantos humanos que la cuidaban y la entrenaban para hacer piruetas en divertimiento de los turistas-, la ballena lo volvió a hacer: Quiere que la liberen, está harta.
- Byron Alaff Vélez – dicho como se escribe “B y r o n…” por un altavoz - pase al consultorio uno. Byron Alaff Vélez pase al consultorio uno…
4. – Buenas, doctor.
- ¿Señor Byron Vélez?
- Sí.
- Siéntese. Cuénteme qué es lo que tiene.
- Me duele mucho el hombro, el brazo y la mano derecha, doctor.
- Mmmm, eso no es una urgencia.
- Tuve que parar de trabajar por el dolor. Soy camarógrafo, mi mano y mi brazo son muy importantes en lo que hago.
- Pero como le digo, eso no es una urgencia. Una urgencia es que estés peligrando por tu vida, usted no está peligrando señor Byron.
Estoy en peligro de perder mi brazo ¡¿Cómo putas eso no es una urgencia?! ¡A la próxima me aseguro de venir chorreando sangre y vomitando cosas extrañas!
- Doctor, pero tuve que parar de trabajar, con este dolor no puedo hacerlo más.
- Pero no es una urgencia.
- Bueno.
- Mire, yo quiero que entienda que al decirle eso no quiere decir que usted no tiene nada, que está aliviado, porque no lo está, pero...
¡Pues yo sé! Si creyera que estoy aliviado no estaría aquí, no es que me encante perder mi puto tiempo en una sala de urgencias.
- Tiene que pedir cita médica, no lo puedo atender.
- Pero doctor, me duele mucho, en serio.
- Pida cita médica.
- Bueno.
- La cita la tiene que pedir el lunes en la mañana, si tiene suerte se la dan el jueves: estamos colmados.
- ¿No me puede recetar algo al menos?
- No puedo, tiene que pedir cita. Su vida no peligra.
- Bueno.
5. Salgo de urgencias. Decido irme caminando hacia mi laboro; mientras lo hago recuerdo que hace años, cuando frecuentaba mucho el parque de El Poblado, me encontraba bastante a una chica que tenía su brazo derecho completamente muerto; sabía disimularlo muy bien, no lo notabas sino hasta que ella te contaba la historia de cómo una bala, dirigida a su esposo mafioso, terminó incrustada en su brazo y lo dejó como lo dejó: inútil. Lo mismo haré, tendré que aprender a disimular y a saber contar como perdí mi brazo, quizás diga que estuve en la guerra de Vietnam, o en una guerra más reciente.
- Byron ¿cómo perdiste el brazo?
- Eso fue hace años, el tío Sam instauraba las bases militares en este país tan sabio y tan bonito y tan rechuchis, y nuestro queridísimo e ilustrado presidente Santos…
domingo, febrero 28, 2010
jueves, febrero 25, 2010
TOP 5 Control automático
1. Sales al pasillo, das tres pasos hacia delante, te paras al frente del pequeño muro que evita que no te vayas a caer al primer piso; estiras el brazo derecho, haces que traquee ese punto entre el hombro y la nuca que dos días después, desde que te empezó a doler, te sigue doliendo mucho y no sabes por qué: miras a la nada sin expresión alguna.
2. Transpiras con sólo estar parado dónde estás parado. Te quitas el sudor de la cara. Sigues sin tener expresión alguna en la cara.
3. Te colocas un cigarrillo en los labios, que los tienes secos; Te duele mucho despegarte ese cigarrillo de los labios para acomodártelo bien en la boca. Te vuelves a quitar el sudor de la cara.
4. Te acuerdas de esa canción que oíste hace poco y te gustó mucho; a pesar de eso no logras tener su ritmo en tu tararear. Intentas encender el cigarrillo; el encendedor no funciona.
5. Ya no miras a la nada, o mejor dicho, esa nada que estabas mirando era algo en especial, y ese algo en especial te gusta mucho y amerita tomarle una foto cuanto antes. Dejas el pasillo, vas por tu cámara fotográfica análoga de 35 mm que volviste a cargar en tu maleta; cuando vuelves al pasillo, a tomar esa foto de ese algo tan especial, eso especial ya no está ahí: dudas de si en verdad existió. Te vuelves a quitar el sudor de la cara.
2. Transpiras con sólo estar parado dónde estás parado. Te quitas el sudor de la cara. Sigues sin tener expresión alguna en la cara.
3. Te colocas un cigarrillo en los labios, que los tienes secos; Te duele mucho despegarte ese cigarrillo de los labios para acomodártelo bien en la boca. Te vuelves a quitar el sudor de la cara.
4. Te acuerdas de esa canción que oíste hace poco y te gustó mucho; a pesar de eso no logras tener su ritmo en tu tararear. Intentas encender el cigarrillo; el encendedor no funciona.
5. Ya no miras a la nada, o mejor dicho, esa nada que estabas mirando era algo en especial, y ese algo en especial te gusta mucho y amerita tomarle una foto cuanto antes. Dejas el pasillo, vas por tu cámara fotográfica análoga de 35 mm que volviste a cargar en tu maleta; cuando vuelves al pasillo, a tomar esa foto de ese algo tan especial, eso especial ya no está ahí: dudas de si en verdad existió. Te vuelves a quitar el sudor de la cara.
martes, febrero 23, 2010
TOP 5 De los treinta a los treinta y uno
1. A veces miras en retrospectiva decisiones que tomaste y terco las cumpliste a la cabalidad -en el momento parecieron tan cool, tan “uy mira, yo tan capo. No soy como los demás infelices mortales que me rodean” – que hoy te dices: ¿Yo en qué cuernos estaba pensando? Soy un puto mortal cualquiera, todo hubiera sido diferente, mierda, mierda, mierda… Es triste saber que lo hecho, hecho está. Pero es bueno decir: Y bueno, ya qué más da, deje así.
2. Entrevista:
- ¿Te pensaste que ibas a llegar a tener treinta años, y más, que ibas a pasar a los treinta y uno?
- No, eso era como decir que en el año 2000 los carros iban a volar y que viviríamos en Marte: algo tan lejano.
- ¿Y sí fue tan lejano?
- No. Me siento Michael Schumacher, pisteo como un campeón.
3. Entrevista:
- Dime ¿Qué sientes al ver que no eres como esa gente que tanto admiraste o que sigues admirando y que de algún modo eran tu modelo a seguir?
- Mmm, no sé. Hace poco vi a Fernando Vallejo, uno de mis escritores favoritos, en el parque de El Poblado, sentado en una banca, levantándose de la banca, caminando como sin saber para dónde iba, mirando fijamente una iglesia, leyendo la inscripción de la iglesia…
- ¿Eso responde mi pregunta?
- No sé.
4. Entrevista:
- Tu prima Manuela dice que ya estás cerca de la muerte al cumplir treinta y uno ¿Qué opinas?
- Que cerca de la muerte he estado desde que nací, todos los seres humanos lo estamos. Nadie se salva de morir en el momento que sea. Ojalá todo fuera como en las películas o en los libros: morir con un cigarrillo en la boca, escuchando a alguien, vestido con gabán y el viento peinándole el pelo, decir la frase más interesante de la puta vida mientras tu estiras tu brazo para tocar a ese alguien: oh, oh, sucumbo con una lección de vida, gracias, agrrahaha *muero sonriendo*
5. - Venga, me siento bailable, no hablemos de nada existencialista, bailemos esto: “A ella le gusta la gasolina; dame más gasolina. A ella le gusta la gasolina; Ella prende las turbinas”
- Eso ya está pasado de moda.
- Bueno. Me voy a dormir.
- Es lo mejor.
2. Entrevista:
- ¿Te pensaste que ibas a llegar a tener treinta años, y más, que ibas a pasar a los treinta y uno?
- No, eso era como decir que en el año 2000 los carros iban a volar y que viviríamos en Marte: algo tan lejano.
- ¿Y sí fue tan lejano?
- No. Me siento Michael Schumacher, pisteo como un campeón.
3. Entrevista:
- Dime ¿Qué sientes al ver que no eres como esa gente que tanto admiraste o que sigues admirando y que de algún modo eran tu modelo a seguir?
- Mmm, no sé. Hace poco vi a Fernando Vallejo, uno de mis escritores favoritos, en el parque de El Poblado, sentado en una banca, levantándose de la banca, caminando como sin saber para dónde iba, mirando fijamente una iglesia, leyendo la inscripción de la iglesia…
- ¿Eso responde mi pregunta?
- No sé.
4. Entrevista:
- Tu prima Manuela dice que ya estás cerca de la muerte al cumplir treinta y uno ¿Qué opinas?
- Que cerca de la muerte he estado desde que nací, todos los seres humanos lo estamos. Nadie se salva de morir en el momento que sea. Ojalá todo fuera como en las películas o en los libros: morir con un cigarrillo en la boca, escuchando a alguien, vestido con gabán y el viento peinándole el pelo, decir la frase más interesante de la puta vida mientras tu estiras tu brazo para tocar a ese alguien: oh, oh, sucumbo con una lección de vida, gracias, agrrahaha *muero sonriendo*
5. - Venga, me siento bailable, no hablemos de nada existencialista, bailemos esto: “A ella le gusta la gasolina; dame más gasolina. A ella le gusta la gasolina; Ella prende las turbinas”
- Eso ya está pasado de moda.
- Bueno. Me voy a dormir.
- Es lo mejor.
domingo, febrero 21, 2010
sábado, febrero 20, 2010
TOP 5 I Wanna Be Adored
1. Él montado en una bicicleta, desde arriba de la loma, bajaba frunciendo su ceño, mirándonos fijamente a Adrian y a mí con cara de “miren a estos dos niños bobos parados en el corredor de su casa, los voy a mirar feo para que me tengan miedo, después de todo soy un miliciano respetado que ha asesinado a más de uno en este barrio llamado Belencito Corazón”. No previó que si quitaba la vista del camino, unos metros más adelante, un camión de color azul parqueado a sus anchas en medio de la calle, sin saber, lo estaba esperando con un amor de esos tipo “Soy Julieta, el maldito Romeo no se supo el chiste de que me hice la muerta y se suicidó, tonto, y bueno no lo haré yo, un buen príncipe me espera:”. Él, miliciano respetado y de temer, rápidamente, con su bicicleta avanzando, al voltearse a mirar para otro lado que no fuéramos nosotros, de bruces, se estrelló contra el camión: cayó de espaldas de la bicicleta en cámara lenta, perdió el sentido contra el pavimento, la bicicleta le cayó encima y Adrian y yo casi nos partimos de la risa.
2. - JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ¿Viste?
- Sí, jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA… paremos de reírnos.
- No soy capaz.
-Yo tampoco.
- jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
- jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
3. – No puedo parar de reírme.
- Yo tampoco.
- Pero deberíamos.
- Sí.
- Bueno. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAj AJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
4. – Adrian, tengo miedo.
- ¿Por qué?
- Pues, de reírme de un miliciano que hace poco se mató él solo, por mirarnos.
- No se mató, hasta dónde sé, está en algo llamado Cuidados intensivos.
- Igual, el tipo no da más, es un vegetal.
-Sí. Es un peyé.
5. En Villa Laura, en el Plan del Che (Villa Laura)
– Pelaos, los tengo en la mira.
- ¿Por qué?
- Nunca le hagan saber a nadie que me estrellé contra un camión.
- Bueno.
- Estuve en cuidados intensivos, en un coma.
- Lo sabemos
Hasta dónde supe, el man ya no está aquí, no vive: lo acribillaron a balazos.
2. - JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ¿Viste?
- Sí, jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA… paremos de reírnos.
- No soy capaz.
-Yo tampoco.
- jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
- jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
3. – No puedo parar de reírme.
- Yo tampoco.
- Pero deberíamos.
- Sí.
- Bueno. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
- JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAj AJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
4. – Adrian, tengo miedo.
- ¿Por qué?
- Pues, de reírme de un miliciano que hace poco se mató él solo, por mirarnos.
- No se mató, hasta dónde sé, está en algo llamado Cuidados intensivos.
- Igual, el tipo no da más, es un vegetal.
-Sí. Es un peyé.
5. En Villa Laura, en el Plan del Che (Villa Laura)
– Pelaos, los tengo en la mira.
- ¿Por qué?
- Nunca le hagan saber a nadie que me estrellé contra un camión.
- Bueno.
- Estuve en cuidados intensivos, en un coma.
- Lo sabemos
Hasta dónde supe, el man ya no está aquí, no vive: lo acribillaron a balazos.
viernes, febrero 19, 2010
TOP 5 Más a esa lista de películas
1. Night of the Living Dead. Los zombies siempre serán pertinentes.
2. Shaun Of The Dead. Ídem
3. L' Eclisse. Ante Michelangelo Antonioni me quito y me como el sombrero.
4. Blow Up. Ídem.
5. Kicking and screaming. Me la vi muy tarde, igual: de mis favoritas; me produce cierta tristecilla el verla *snif*.
2. Shaun Of The Dead. Ídem
3. L' Eclisse. Ante Michelangelo Antonioni me quito y me como el sombrero.
4. Blow Up. Ídem.
5. Kicking and screaming. Me la vi muy tarde, igual: de mis favoritas; me produce cierta tristecilla el verla *snif*.
martes, febrero 16, 2010
TOP 5 Qué pesadilla!!!!!!
1. Cuando estudiaba artes plásticas y mi principal inquietud era la de tomar fotografías a color, y por pereza a someterme a semejante trabajito arduo de revelar, calibrar y ampliar a color, me las tenía que ver con los que atienden en los laboratorios fotográficos.
- Buenas. Vengo por unas fotos ampliadas, acá está el recibo.
- Sí, buenas, ¿cuándo las mandó a ampliar?
- El viernes de la semana pasada.
- Espere yo busco. Ay, Cata – dirigiéndose a su compañera, no buscando mis ampliaciones-, ¿si viste las nuevas aretas que me compré?
- Nooo, Yulemaina ¿cuáles?
- Estas Cata, mirá.
- ¡Ayy! ¡Tan boniiitaaaas!
- Señora, mis ampliaciones.
- Sí, ya va.
2. Un largo, largo, largooo rato después…
- Qué pena muchacho – en ese tiempo no me decían señor, tiempos aquellos-, no tenemos esas ampliaciones todavía.
- Me aseguraron y me recontra aseguraron que las tenían para hoy jueves en la tarde.
- Pero no las tenemos, vuelva mañana muchacho.
- No puedo volver mañana, esas fotos las tengo que mostrar mañana en la mañana. Es un trabajo para la universidad. Para la materia más importante. ¡Taller central! ¡Entienden!
- Pero muchacho, qué podemos hacer.
- Pues, entregarme las ampliaciones tal como lo prometieron.
- Espere a ver qué puedo hacer.
3. Quince minutos o media hora o una hora después…
- Muchacho, el señor que hace las ampliaciones dice que esas fotos suyas están desenfocadas y que por eso no las quiso ampliar, que por que luego usted dice que nuestro trabajo es malo y hace que le devolvamos la plata.
- Dígale a ese señor que yo sé que están desenfocadas, que ya se lo había dicho a usted misma cuando las mandé a ampliar.
- Pero muchacho…
- Por favor, necesito esas ampliaciones.
- Es que si están desenfocadas no las podemos…
- ¡No están desenfocadas, es el ASA que utilicé al tomar las fotos, da esa textura!
- Pero usted mismo acabó de decir que estaban desenfocadas.
- ¡Lo dije para no ponerme a explicarle cómo tomé las putas fotos!
- Muchacho, no me vaya a pegar, cálmese…
Por alguna razón siempre terminaba siendo yo el malo, el impaciente, el patán de turno, la gonorrea en la relación cliente y mercader.
4. La peor de todas de las que llegó a atenderme en un laboratorio fotográfico era una mujer de un pelo mal teñido de rubio que parecía de cabuya, que era bajita, blanquita y con cicatrices de un acné juvenil que depositó cruelmente toda su cólera contra el cutis de ella. Que en vez de usar maquillaje y base usaba brea para pavimentar calles, o arcilla para hacer esculturas o harina de panadería o…; si hablaba o se reía, lo que fuera que tenía en su cara se agrietaba, y dejaba de atender para ir a pararse en el espejo… La Care Grieta era uno de mis enemigos acérrimos.
5. En diciembre, cómo hace mucho tiempo no lo hacía, llevé unas fotos a ampliar a un laboratorio fotográfico: me fue de lo lindo, nada de problemas. Hoy volví a ese mismo laboratorio ¿Y a quién carajos me encuentro atendiendo? A la mismísima Care Fisura; la Care Resquicio; la Care hendidura; ¡La Care Grieta!, ¡No cambia!. ¡Noooooooooo! Pensé al verla.
- Buenas, vengo a ampliar estas fotos.
- Ah, pero esas ampliaciones con negativo aquí no las hacemos, aquí ya todo es digital ¿no ve?
- Eh, en diciembre mi hicieron unas ampliaciones con negativo en este mismo laboratorio.
- Pero es que aquí todo es digital, eso con negativos hace años dejó de funcionar.
- Le digo que en este mismo laboratorio me ampliaron en diciembre unas fotos con negativos.
- Es que esos negativos primero los tienen que escanear y luego arreglarlos para que los puedan ampliar.
- Le digo que aquí me ampliaron unas fotos en diciembre.
- Pero es que ya eso no funciona, le digo que primero hay que escanear.
- Le repito: aquí me las ampliaron. No me importa si los tienen que escanear.
- Yo no sé, le voy a preguntar a mi jefe.
- Vaya pregúntele.
- Pero en serio, aquí es todo digital.
- Vaya pregúntele a su jefe.
Y la condenada, con mis negativos en la mano, se fue a preguntarle a su jefe; aunque casi no lo hace, primero habló de una rumba no sé dónde con un colega suyo. Volvió a la media hora con su cara más craquelada que nunca.
- Señor, mi jefe dijo que sí, que hacemos esas ampliaciones, es que como aquí todo es digital, tenía esa duda.
- ¿Cuánto lleva usted trabajando aquí?
- Cuatro años.
- Mmm.
- Ya nadie utiliza negativos, todo es digital… ¿Cuánto valen esas ampliaciones?
¡La hijuetantas esta no sabe ni dónde está parada!; digo la suma que me cobraron en diciembre.
- No. Eso debe ser más caro, porque primero hay que escanear el negativo, no ve que aquí todo es…
Se me había olvidado una trascendental enemiga acérrima mía que por desgracias del destino, o lo que sea, volvió a aparecer. ¡Maldita Care Fractura! ¡Hijueputa Care Cucaracha de panadería!
Ahora mi miedo es que pierda mis negativos y ahí qué ¡Ay juemadre!
- Buenas. Vengo por unas fotos ampliadas, acá está el recibo.
- Sí, buenas, ¿cuándo las mandó a ampliar?
- El viernes de la semana pasada.
- Espere yo busco. Ay, Cata – dirigiéndose a su compañera, no buscando mis ampliaciones-, ¿si viste las nuevas aretas que me compré?
- Nooo, Yulemaina ¿cuáles?
- Estas Cata, mirá.
- ¡Ayy! ¡Tan boniiitaaaas!
- Señora, mis ampliaciones.
- Sí, ya va.
2. Un largo, largo, largooo rato después…
- Qué pena muchacho – en ese tiempo no me decían señor, tiempos aquellos-, no tenemos esas ampliaciones todavía.
- Me aseguraron y me recontra aseguraron que las tenían para hoy jueves en la tarde.
- Pero no las tenemos, vuelva mañana muchacho.
- No puedo volver mañana, esas fotos las tengo que mostrar mañana en la mañana. Es un trabajo para la universidad. Para la materia más importante. ¡Taller central! ¡Entienden!
- Pero muchacho, qué podemos hacer.
- Pues, entregarme las ampliaciones tal como lo prometieron.
- Espere a ver qué puedo hacer.
3. Quince minutos o media hora o una hora después…
- Muchacho, el señor que hace las ampliaciones dice que esas fotos suyas están desenfocadas y que por eso no las quiso ampliar, que por que luego usted dice que nuestro trabajo es malo y hace que le devolvamos la plata.
- Dígale a ese señor que yo sé que están desenfocadas, que ya se lo había dicho a usted misma cuando las mandé a ampliar.
- Pero muchacho…
- Por favor, necesito esas ampliaciones.
- Es que si están desenfocadas no las podemos…
- ¡No están desenfocadas, es el ASA que utilicé al tomar las fotos, da esa textura!
- Pero usted mismo acabó de decir que estaban desenfocadas.
- ¡Lo dije para no ponerme a explicarle cómo tomé las putas fotos!
- Muchacho, no me vaya a pegar, cálmese…
Por alguna razón siempre terminaba siendo yo el malo, el impaciente, el patán de turno, la gonorrea en la relación cliente y mercader.
4. La peor de todas de las que llegó a atenderme en un laboratorio fotográfico era una mujer de un pelo mal teñido de rubio que parecía de cabuya, que era bajita, blanquita y con cicatrices de un acné juvenil que depositó cruelmente toda su cólera contra el cutis de ella. Que en vez de usar maquillaje y base usaba brea para pavimentar calles, o arcilla para hacer esculturas o harina de panadería o…; si hablaba o se reía, lo que fuera que tenía en su cara se agrietaba, y dejaba de atender para ir a pararse en el espejo… La Care Grieta era uno de mis enemigos acérrimos.
5. En diciembre, cómo hace mucho tiempo no lo hacía, llevé unas fotos a ampliar a un laboratorio fotográfico: me fue de lo lindo, nada de problemas. Hoy volví a ese mismo laboratorio ¿Y a quién carajos me encuentro atendiendo? A la mismísima Care Fisura; la Care Resquicio; la Care hendidura; ¡La Care Grieta!, ¡No cambia!. ¡Noooooooooo! Pensé al verla.
- Buenas, vengo a ampliar estas fotos.
- Ah, pero esas ampliaciones con negativo aquí no las hacemos, aquí ya todo es digital ¿no ve?
- Eh, en diciembre mi hicieron unas ampliaciones con negativo en este mismo laboratorio.
- Pero es que aquí todo es digital, eso con negativos hace años dejó de funcionar.
- Le digo que en este mismo laboratorio me ampliaron en diciembre unas fotos con negativos.
- Es que esos negativos primero los tienen que escanear y luego arreglarlos para que los puedan ampliar.
- Le digo que aquí me ampliaron unas fotos en diciembre.
- Pero es que ya eso no funciona, le digo que primero hay que escanear.
- Le repito: aquí me las ampliaron. No me importa si los tienen que escanear.
- Yo no sé, le voy a preguntar a mi jefe.
- Vaya pregúntele.
- Pero en serio, aquí es todo digital.
- Vaya pregúntele a su jefe.
Y la condenada, con mis negativos en la mano, se fue a preguntarle a su jefe; aunque casi no lo hace, primero habló de una rumba no sé dónde con un colega suyo. Volvió a la media hora con su cara más craquelada que nunca.
- Señor, mi jefe dijo que sí, que hacemos esas ampliaciones, es que como aquí todo es digital, tenía esa duda.
- ¿Cuánto lleva usted trabajando aquí?
- Cuatro años.
- Mmm.
- Ya nadie utiliza negativos, todo es digital… ¿Cuánto valen esas ampliaciones?
¡La hijuetantas esta no sabe ni dónde está parada!; digo la suma que me cobraron en diciembre.
- No. Eso debe ser más caro, porque primero hay que escanear el negativo, no ve que aquí todo es…
Se me había olvidado una trascendental enemiga acérrima mía que por desgracias del destino, o lo que sea, volvió a aparecer. ¡Maldita Care Fractura! ¡Hijueputa Care Cucaracha de panadería!
Ahora mi miedo es que pierda mis negativos y ahí qué ¡Ay juemadre!
TOP 5 menos 2
1. Hace varios meses, o quizás ya sea más de un año, que se dañó la silla en la que me sentaba frente al computador; su reemplazo es una silla llana y dura del comedor, hecha exclusivamente para que te sientes media hora, o menos, mientras comes; es una tortura. Algún día tendré de nuevo una silla decente y cómoda de la que no quiera pararme cada cinco minutos; por lo pronto lloro y reniego y pataleo y le pego puñetazos al aire cada tanto.
2. Me duele la muñeca de la mano derecha y creo que es por manejar mal el mouse; perversas enfermedades modernas; ¿qué más nos espera?
3. El calor que está haciendo, hace que te sientas en un estado mental de agüevamiento total permanente del que no ves una posible salida sana; no soy yo el que está aquí, es otro: un puto zombi al cual hay que machacarle y volarle la cabeza.
2. Me duele la muñeca de la mano derecha y creo que es por manejar mal el mouse; perversas enfermedades modernas; ¿qué más nos espera?
3. El calor que está haciendo, hace que te sientas en un estado mental de agüevamiento total permanente del que no ves una posible salida sana; no soy yo el que está aquí, es otro: un puto zombi al cual hay que machacarle y volarle la cabeza.
sábado, febrero 13, 2010
TOP 5 Cancioncitas para este viernes que ya termina
Las primeras que el Winamp me arrojó en random: bien, bien, bien, bien, bien.
1. “Yo te quiero, te quiero… esos hombres que tu admiras, que parecen visigodos: mucho musculo, poco cerebro y luego lloran como todos…”
2.
3.
4.
5.
1. “Yo te quiero, te quiero… esos hombres que tu admiras, que parecen visigodos: mucho musculo, poco cerebro y luego lloran como todos…”
2.
3.
4.
5.
viernes, febrero 12, 2010
TOP 5 Usanzas
1. Recuerdo algo como que iba caminando por una calle medio desierta de una ciudad muy grande tipo New York, que hacía frío y el viento no escatimaba en hacer del pelo un desastre. Que yo estaba vestido con una chaqueta de jean, una camisa leñadora roja, una camiseta blanca, unos jeans desgastados y unas botas cafés. Alguien caminaba al lado mío; no logro acordarme de su cara, ni de su cuerpo, ni de si era hombre o mujer; sin embargo su compañía me resultaba de confianza. Caminábamos y caminábamos, y mientras más caminábamos una sensación de estar dentro del cuerpo de un desconocido se iba apoderando de mí; en mi especular estaba residiendo en una vida de la cual me perdí el inicio, el desarrollo y de la que en ese momento iba a participar de su desenlace; porque, creo, de lo único que tenía seguridad era que el final vislumbraba a la vuelta de la esquina. Era tan real ese pronto final, era tan fotogénica esa esquina en la que teníamos que doblar que justo, justo me di cuenta que todo era un sueño y que bien, si sabía que estaba soñando, podía manipular ese sueño a mi antojo; y lo hice, aunque ya no recuerdo que diantres me puse a hacer.
2. Si son las 5:00 pm, o más temprano, y recién salgo de laborar me voy caminando hacia mi casa; en el trayecto tengo que atravesar dos puentes que se tornan medio tenebrosos cuando llega la noche: espesa niebla, hombres lobo, vampiros, ninjas, policías y quién sabe qué cosas más sombrías con revólver y chuchillos de carnicero en mano asedian desde las sombras; lo mejor es caminar de noche, sobre todo con el calor tan imponente que está haciendo, pero hay sitios de sitios por los cuales caminar, esa travesía no la es.
3. Al volver del laboro, bajarme del bus y caminar hacia mi casa, cuando tengo hambre, me gusta comprarle empanadas a una señora que todos los santos días, con su carrito de empanadas “de iglesia”, se para en una de las esquinas del trayecto. Cuando no le compraba siempre vivía antojado, pero me abstenía porque por ahí pasa cuanto bus y carro particular de los que por su tubo de escape sale un humo negro como el de la serie Lost, además las empanadas siempre están al descubierto y cuanta porquería contaminante de la ciudad seguro les cae; cuando me atreví a comprarle una empanada a esa señora fui feliz, y sigo vivo.
4. En el laboro, cuando tengo huecos largos entre grabación y grabación, y no tengo nada para hacer sino esperar y esperar me gusta salir a caminar, a dar una vuelta por ahí. A veces doy más de una vuelta y llega el punto en que me siento un poco bobo de dar vueltas por los mismos caminos y corredores, de ver cómo me mira la gente con cara de “este ya ha pasado por aquí cómo diez veces, y mira, nunca se le acaba el cigarrillo que tiene entre sus dedos”; cuando llega ese punto me devuelvo para el laboro a mirar para el techo, a esperar.
5. – Dígame señor Byron Alaff,… ¿Alaff es apellido?
- No, es mi segundo nombre.
- Aah, ¿de dónde sacó ese nombre?
Pregúnteselo a mi papá, vieja güevona.
- No sé de dónde salió ese nombre, doctora.
- Aah, nombre bien peculiar.
¡¿En serio?! ¡Recién lo descubro!
- Dígame señor Byron, ¿hace ejercicio?
- ¿Caminar cuenta?
- Sí.
- Bueno, entonces camino.
- ¿Camina consciente que está haciendo ejercicio o sólo camina por rutina?
- Eeh
2. Si son las 5:00 pm, o más temprano, y recién salgo de laborar me voy caminando hacia mi casa; en el trayecto tengo que atravesar dos puentes que se tornan medio tenebrosos cuando llega la noche: espesa niebla, hombres lobo, vampiros, ninjas, policías y quién sabe qué cosas más sombrías con revólver y chuchillos de carnicero en mano asedian desde las sombras; lo mejor es caminar de noche, sobre todo con el calor tan imponente que está haciendo, pero hay sitios de sitios por los cuales caminar, esa travesía no la es.
3. Al volver del laboro, bajarme del bus y caminar hacia mi casa, cuando tengo hambre, me gusta comprarle empanadas a una señora que todos los santos días, con su carrito de empanadas “de iglesia”, se para en una de las esquinas del trayecto. Cuando no le compraba siempre vivía antojado, pero me abstenía porque por ahí pasa cuanto bus y carro particular de los que por su tubo de escape sale un humo negro como el de la serie Lost, además las empanadas siempre están al descubierto y cuanta porquería contaminante de la ciudad seguro les cae; cuando me atreví a comprarle una empanada a esa señora fui feliz, y sigo vivo.
4. En el laboro, cuando tengo huecos largos entre grabación y grabación, y no tengo nada para hacer sino esperar y esperar me gusta salir a caminar, a dar una vuelta por ahí. A veces doy más de una vuelta y llega el punto en que me siento un poco bobo de dar vueltas por los mismos caminos y corredores, de ver cómo me mira la gente con cara de “este ya ha pasado por aquí cómo diez veces, y mira, nunca se le acaba el cigarrillo que tiene entre sus dedos”; cuando llega ese punto me devuelvo para el laboro a mirar para el techo, a esperar.
5. – Dígame señor Byron Alaff,… ¿Alaff es apellido?
- No, es mi segundo nombre.
- Aah, ¿de dónde sacó ese nombre?
Pregúnteselo a mi papá, vieja güevona.
- No sé de dónde salió ese nombre, doctora.
- Aah, nombre bien peculiar.
¡¿En serio?! ¡Recién lo descubro!
- Dígame señor Byron, ¿hace ejercicio?
- ¿Caminar cuenta?
- Sí.
- Bueno, entonces camino.
- ¿Camina consciente que está haciendo ejercicio o sólo camina por rutina?
- Eeh
domingo, febrero 07, 2010
TOP 5 Madrugada del domingo
5. Había olvidado que el Ritual de lo habitual de Jane´s Adicction era tan bueno; llevaba años, años, años sin oírlo.
4. Hace días me vi Nick and Norah's Infinite Playlist, película que me gustó en la “mafor”
3. Algo tarde, muuuuuuy tarde, pero reeetarde en mis haberes -cosa que me arrepiento con todo mí ser-, por fin me vi Kicking And Screaming; de haber visto esta película unos años atrás sería de esas cosas que siempre referencio al decir cualquier cosa. Entra en mi Top 5 de películas preferidas de todos los tiempos, le quita el lugar a alguna de las otras 5 que tenía.
2. No tengo punto dos, a menos que diga que hoy, manejando bien tranquilo un domingo desde su inicio, por tercera o quinta vez los agentes de tránsito me pararon para hacerme la prueba de conductor borracho; obviamente no pasó nada: cuando manejo, el alcohol no está en mi perspectiva, qué peligro un conductor ebrio.
1. Nine, ¡qué buena película!: para mí es soñada, se me abrió la boca desde que empezó, y no se me cerró sino hasta el final, me babeé con la dirección de fotografía: Daniel Day Lewis ¡mounstro!, y las nueve mujeres excelentes ¡mounstras¡; Nine tiene un aire de esas películas italianas de antes: soberbias, excelentes; me entraron ganas de volver a ver todo lo de Federico Felline.
4. Hace días me vi Nick and Norah's Infinite Playlist, película que me gustó en la “mafor”
3. Algo tarde, muuuuuuy tarde, pero reeetarde en mis haberes -cosa que me arrepiento con todo mí ser-, por fin me vi Kicking And Screaming; de haber visto esta película unos años atrás sería de esas cosas que siempre referencio al decir cualquier cosa. Entra en mi Top 5 de películas preferidas de todos los tiempos, le quita el lugar a alguna de las otras 5 que tenía.
2. No tengo punto dos, a menos que diga que hoy, manejando bien tranquilo un domingo desde su inicio, por tercera o quinta vez los agentes de tránsito me pararon para hacerme la prueba de conductor borracho; obviamente no pasó nada: cuando manejo, el alcohol no está en mi perspectiva, qué peligro un conductor ebrio.
1. Nine, ¡qué buena película!: para mí es soñada, se me abrió la boca desde que empezó, y no se me cerró sino hasta el final, me babeé con la dirección de fotografía: Daniel Day Lewis ¡mounstro!, y las nueve mujeres excelentes ¡mounstras¡; Nine tiene un aire de esas películas italianas de antes: soberbias, excelentes; me entraron ganas de volver a ver todo lo de Federico Felline.
sábado, febrero 06, 2010
miércoles, febrero 03, 2010
TOP 5 El chico Rodrigo Ayala
Lo primero que hago es tachar esa única palabra que me atreví a escribir en este cuaderno viejo, sucio, desvencijado que me encontré esculcando en el escaparate de mi habitación; escogí éste cuaderno para que sea mi diario personal, quiero que en él estén los hechos más relevantes de mi vida, mis tristezas, mis alegrías, mis logros, mis fracasos, mis ratos de ocio puro y conciso que quizá, al fin de cuentas, sean todo fundamento de mi existencia. Tacho una segunda única palabra, y luego tacho una tercera y sigo tachando una cuarta y una quinta y una sexta y una séptima, y así y asá se me acaba toda la hoja. Uno de mis grandes fracasos: escribir un diario. Eso debería anotarlo en el cuaderno.
Después de mucho rato, muchos cafés, mucha música sonando en el equipo de sonido sin ser escuchada, muchas idas y venidas de la cocina a mi habitación, muchas encendidas y apagadas del televisor, logro escribir algo:
1. Una vez intenté ser pintor; lo dicen los pinceles que están sobre mi mesita de noche, que desde hace años, cuando se compraron y no se utilizaron y tomaron un lugar en esta casa, nunca nadie los ha movido de su sitio. El intentar ser pintor y fracasar en el intento tiene su explicación: Una chica muy linda de la cual yo estaba enamorado le comentó una vez a un amigo “Parce, me gustaría que me pintaran desnuda”, luego nunca más volví a ver a esa chica, se mudó de barrio.
2. Una vez intenté ser escultor; lo dice esa arcilla dura como piedra que de vez en cuando mantiene abierta la puerta de mi habitación. Esto también tiene su explicación: La película Ghost; Me imaginé que yo era Patrick Swayze enseñándole a esculpir a Demi Moore, obviamente ella desnuda.
3. Una vez intenté ser fotógrafo; lo dice la cámara polaroid que me regaló quién sabe quién y que tengo guardada en mi escaparate quién sabe desde cuándo. Fracasé en esto porque una voz en mi cabeza siempre me decía que debía tomar fotos de mi pene erecto; al quemar esas fotos me intoxiqué y estuve dos semanas hospitalizado.
4. Intenté, obligado, ser matemático; lo dice ese diploma de bachiller con énfasis en matemáticas que está enmarcado y colgado en una de las paredes de mi habitación. Fue caso perdido desde el principio, no podía evitar emitir una sonrisita nerviosa cada vez que eran nombrados Seno, Coseno y Theta; con Coseno siempre pensaba en la chica de tres tetas de Total Recall y la erección no se hacía esperar.
5. Igualmente intento ser escritor; lo dice este cuaderno en el que estoy escribiendo y del cual ya me cansé. Ya me pondré a garabatear, me conozco, al lado de lo que escribí, unas buenas tetas bailando y un par de penes penetrando un par de vaginas; vaginas de labios carnosos, lubricadas, sabrosas.
Como siempre, ya lo he hecho, me tendré que deshacer de éste diario.
Después de mucho rato, muchos cafés, mucha música sonando en el equipo de sonido sin ser escuchada, muchas idas y venidas de la cocina a mi habitación, muchas encendidas y apagadas del televisor, logro escribir algo:
1. Una vez intenté ser pintor; lo dicen los pinceles que están sobre mi mesita de noche, que desde hace años, cuando se compraron y no se utilizaron y tomaron un lugar en esta casa, nunca nadie los ha movido de su sitio. El intentar ser pintor y fracasar en el intento tiene su explicación: Una chica muy linda de la cual yo estaba enamorado le comentó una vez a un amigo “Parce, me gustaría que me pintaran desnuda”, luego nunca más volví a ver a esa chica, se mudó de barrio.
2. Una vez intenté ser escultor; lo dice esa arcilla dura como piedra que de vez en cuando mantiene abierta la puerta de mi habitación. Esto también tiene su explicación: La película Ghost; Me imaginé que yo era Patrick Swayze enseñándole a esculpir a Demi Moore, obviamente ella desnuda.
3. Una vez intenté ser fotógrafo; lo dice la cámara polaroid que me regaló quién sabe quién y que tengo guardada en mi escaparate quién sabe desde cuándo. Fracasé en esto porque una voz en mi cabeza siempre me decía que debía tomar fotos de mi pene erecto; al quemar esas fotos me intoxiqué y estuve dos semanas hospitalizado.
4. Intenté, obligado, ser matemático; lo dice ese diploma de bachiller con énfasis en matemáticas que está enmarcado y colgado en una de las paredes de mi habitación. Fue caso perdido desde el principio, no podía evitar emitir una sonrisita nerviosa cada vez que eran nombrados Seno, Coseno y Theta; con Coseno siempre pensaba en la chica de tres tetas de Total Recall y la erección no se hacía esperar.
5. Igualmente intento ser escritor; lo dice este cuaderno en el que estoy escribiendo y del cual ya me cansé. Ya me pondré a garabatear, me conozco, al lado de lo que escribí, unas buenas tetas bailando y un par de penes penetrando un par de vaginas; vaginas de labios carnosos, lubricadas, sabrosas.
Como siempre, ya lo he hecho, me tendré que deshacer de éste diario.
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