1. Cuando me aparté del grupo, en otra dirección, fueron cinco pasos hacia adelante los que di, ni uno más. Cinco pasos no eran ni el primer cuarto del camino, pero allí estaba: bajo esa lluvia mariquita que no moja nada pero dado a sus pequeñísimas gotas pica mucho en la piel.
2. Parado en mitad del pasto mojado, pantanoso, llano, resbaladizo, contemplaba aquella luz resplandeciente, hermosa, turbia, peligrosa, en ese cielo negro, inmenso, eterno, sin estrellas, lleno de misterios, de dudas que nunca se resolverán, inadmisible ante cualquier mortal. Nadie del grupo en el que estaba protestó, siguió caminando por la calzada: en línea recta.
3. La brisa golpeaba mi rostro y se componía así misma en una melodía. El silbido del viento en mis oídos fue la mejor música del mundo. Cerré los ojos para contemplarla mejor.
4. Momentos así suelen ser tan ramplones, tan faltos de interés, tan fáciles: veo ese cielo negro: me agrada: todo lo que te agrada se muere.
5. Y mientras amanece sólo tengo quejas para compartir, todo lo bueno que me ha pasado me lo guardo, son mis cicatrices, conmigo, en mi piel, en mi cuerpo siempre estarán. Ya veo el día: Tengo quejas, ya lo dije: Para ser un adulto vuelto mierda con una infancia feliz solo te tuviste que haber leído todo lo de Tintín y Axteris.
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