1. Hay una escena de una de mis películas favoritas forever que me hace llorar cada vez que la veo; cuando estoy en un aeropuerto siempre la recuerdo, y me da esa nostalgia, y esa desazón… la escena es muy triste, por eso el llanto:
2. “- ¿Hay algún vuelo a Praga?
- Tenemos un vuelo que sale desde las terminales internacionales. Luego combina con Paris, y de allí con Praga.
- ¿Y este vuelo cuándo sale?
- En una hora.
- Póngame en este.
- Lo siento señor, el vuelo está completo.
- Todo el mundo en América ha estado en Praga, ¿cuál es el gran problema? Mande a un pasajero extra. Lo siento, he necesitado ir ahí desde hace un largo tiempo. Quiero decir, hay un checo y Eslovaquia y un cementerio judío y la casa de ópera y quizás esa Viena de dónde es la casa de ópera, eso es por ahí, usted sabe. Si me da la oportunidad también pasaré por Viena. Qué demonios, hare toda Europa. Me puedo imaginar a Jane y a un idiota de Praga bailando toda la noche. Una imagen horrible. Y un café, verá, todo lo que conozco es el café americano, o la cerveza, cualquier cosa es buena allí. Todo debe ser mejor allí. Y nada de lo que como tiene gusto. Ha sido un tiempo raro. Me pregunto si las cosas serían diferentes si estuviese ahí, ahora. ¿No hay por ahí un puente con estatuas? Suelo recordarlas de una clase de historia. Jane y un tipo besándose en el puente, en público. No, es Jane con un escritor checo. Imaginar me mata. Genial. Es tan frustrante, porque soy tan malo en conflictos. Lo odio. Y sí me imaginé este problema mientras me quedaba dormido una noche, no quiero pensar lo que hubiera contado. Aún, en mi fantasía la hubiese aceptado de esta manera. Este soy yo. Pero hoy me tengo que ir a Praga. Debo hacerlo. Y cuando le hablo a la gente sobre esto en el futuro, se que será el momento en el que me iré. Y sé que cuando reviva todo este episodio en mi cabeza voy a saber qué hice y por qué lo hice, creo que hicieron algo con el verdadero Grover. Haré una linda historia con mi joven adulta vida. Usted sabe, el momento en que elegí ir a Praga. Miraré atrás y no creeré que me fui en realidad, usted sabe; que me fui. Así que déjeme ir, debo hacerlo, lo necesito. Solo póngame en ese avión. Déjeme ir.
- Creo que puedo conseguir un asiento para usted… Muy bien, señor Cary, ahora sólo necesito su pasaporte…
Grover no tiene pasaporte.
- Siempre podrá ir mañana.
- Hmmm… sí… gracias.”
3. Me gustan los aeropuertos, sí.
4. Hace unas semanas estuve laborando en el Olaya Herrera, aeropuerto de Medellín, fue mera terapia. Sonrisa.
5. Hoy estuve despidiendo a mi mamá que se fue para Bogotá, en el José María Córdoba, en Rio Negro. Fue mera terapia. Llanto,
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2 comentarios:
Los aeropuertos son pura convergencia de emociones. No puedo estar en uno sin sentirme incómodo, molesto y/o deprimido hasta la médula...
could i?
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