5. Mensajito de texto en el celular: “Los pibes quieren fumar”. Mensaje enviado a Gastón que, por tirar una situación más o menos probable, estaba celebrando un cumpleaños o caminando por el paseo del Sol. Y Gastón no respondió el mensajito, los pibes se quedaron sin fumar porque por más que esculcaron en el placard de Gastón, con un cinturón en la mano para eso de no ir a manosear pantaloncillos, no encontraron nada de nada.
4. No sé porque el punto cinco me hizo acordar de Chucho, un ecuatoriano que vivió con nosotros en la pensión. Un gringo que parecía paraguayo (Julián) lo puso Chucho porque cuando, como buen ecuatoriano que es, soltaba la muletilla “chucha” se le entendía “chucho”. Y Francisco se quedó Chucho, hasta la vieja esa chota que se parecía a una tortuga ninja que administraba la pensión (Lucia) le decía así. Chucho siempre andaba hablando de pipas y siempre tenía un encendedor en la mano, una vez casi le quema la cara a un pobre infeliz que le pidió fuego para encenderse un cigarrillo. Chucho decía “pass pass pass ya vengo, pass pass pass vuelvo en quince minutos pass pass pass” y nosotros en nuestra sapiencia deducíamos “se va para el burdel de las paraguayas”. Una noche donde todos estaban que se fumaban un fazo Chucho puso a media pensión a fumar telarañas y cáscaras de banano. Una mañana arreglados y listos para irnos a cursar nos quedamos sin desayuno porque en la puerta de la cocina había un letrero que decía “Chicos, no hice el desayuno, tuve que llevar a Chucho al hospital”.
3. Aquí en Medellín, no sé en otras partes de Colombia, se le dice Sardino o Sardina a los que están entre los catorce y los veinte años de edad ¿y por qué? yo que voy a saber, pregunte en otro lado. Cuando Alejandra Margarita fue a Buenos Aires la primera vez, como ella a veces habla en jerga muy paisa, se le escapó el sardino cuando quiso referirse, delante de Gabi que es todo oídos, a Andypeceto. Dijo algo así: “¿Cuál es Andrés, el que es todo sardino?” y Andypeceto se quedó el Sardino, o el Sarda en abreviación. Pero sólo le decimos así nosotros, en Santa fe le dicen Negro. Recuerdo una vez, en Buenos Aires de noche, que una mina llamó a la casa y Andrés contestó:"¿Negro?" "Ehhh.. Sí, ¿qué pasa?" "Me venís a buscar??" "Si pero... Quién sos?" y ahí la mina cortó la llamada. Andrés estaba pensando tomarse un bondi para ir a buscarla, sea quien sea.
2. Y a bordo de un tren, íbamos el Sardino, Gastón, Gabi y yo hacia La Plata, a esa ciudad que no se entiende, que parece el barrio Laureles aquí en Medellín donde uno se pierde sí o sí. Íbamos rumbo a ver el mejor partido de fútbol de nuestras vidas “Cipolletti vs La Plata Fútbol Club”, íbamos rebosantes de vino – al menos ellos tres sí, no me acuerdo por qué yo no estaba tomando-, nuestro entusiasmo descollaba en el limite. No nos importó viajar al lado de los Gardelitos, no nos importó bajarnos del tren y perdernos por La Plata, no nos importó no saber que bondi teníamos que agarrar para ir a la cancha porque misteriosamente los bondis allá tienen el mismo número pero la ruta para cada uno es distinta - el 108 azul sur oeste- , no nos importó que no hubiera más remedio que tomar un taxi, tampoco nos importó cuando en busca de unas cervezas y cruzando una calle a un viejo le dio un babeado y cayó ahí en el pavimento como calzón cagado, tanto no nos importó que no le ayudamos al viejo y salimos corriendo. Tan buen partido fue Cipolletti vs La Plata Fútbol Club que no hubo más remedio que querer acuchillar, empalar y crucificar al Gabi ¿Cómo nos hace ver semejante bodrio y en La Plata?
1. De Cipolletti vs La Plata Fútbol Club lo que más recuerdo es que a un estadio que le entran 50.000 mil personas lo ocuparon 250 y a un tipo apodado El Torcho. El Torcho, amigo de Gabi como no, gritaba improperios desde la barra de cipo a la barra de La Plata Fútbol Club situada a cincuenta metros. El Torcho nunca vio el partido, se colgaba a la malla, levantaba la mano, y lo más donairoso es que la barra de La Plata –compuesta por dos peludos- respondían. También recuerdo que El Torcho la agarró contra el recoge bolas de La Plata, le tiraba cosas. Recuerdo que Cipolletti perdió 2 – 0 y al finalizar el partido El Torcho seguía ahí gritando.
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9 comentarios:
Por los barrios de la melancólica Buenos Aires, se corre el rumor de que fue el peor partido de la historia...
Dentro de un mes volvemos a jugar contra ese rival y en la misma cancha. Yo igual voy a ir. Por ahora no me quiere acompañar nadie.
Prometo colgar los titulares de las primeras planas de los diarios de La Plata. No creo que dejen pasar la oportunidad de testimoniar una leyenda.
abrazo!
Home, me vas a hacer llorar, yo repito otro partido de esos, pero no estoy allá.
jajajaja. Obvio Byron, a vos te tenía contado.
El Sardino no es conciente de lo que se pierde...
El sardino no es conciente de lo que se pierde.
Sardino a por Cipo.
Ni en pedo, ya aprendí la lección, juro que nunca vi un partido tan malo. No hubo ni una llegada.
Ni siquiera para ver las andanzas del Torcho.
Soy consciente de lo que me pierdo : el segundo partido más malo de mi vida
qué risa home....saludos para todos allá en el extremo sur...y mucha suerte...
Home Sardino sería una buena historia que contarle a los hijos, a la tercera va la vencida
En la tribuna había buenas minas.
Yo pago el tren para el que quiera ir. Pero hasta ahí llego.
Iba a comentar algo, pero ya me olvidé qué quería poner. Cuando me acuerde vuelvo.
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