5. -Eh, home, tiempos de los tiempos sin verte, ¿qué más pues home?, ¿qué has hecho?
- Pues bien home, ¿vos qué?, estás gordo güevón.
- Home, vos también estás gordo.
- Sí home, nos asentaron los años. Aunque yo siempre he sido gordo gran güevón, vos eras flaquito, flaquito, uno soplaba y te llevaba el viento.
- Ah sí, me acuerdo que jugabas rugby. Es más, jugabas rugby con una de mis ex.
- Claro, verdad que tuviste novia rugbista, me acuerdo, la flaca esa narizona muy alta.
- Esa misma. Aunque muy alta no era… ya no me acuerdo. Sé que ahora está casada y vive en Bucaramanga.
- Jajaja, home, así es la vida. ¿Y qué home, qué has hecho?
- Pues ya ves home, volví a la Nacho.
- Cierto, reemplazaste al Johnny.
- No, al Joni lo reemplazó Yeimi.
- Ah, verdad, vos reemplazaste al Barbas.
- No home, al Barbas lo reemplazó Joni; estás muy atrasado de noticias gran güevón. Yo estoy reemplazando a no sé quién; uno por ahí que no nos tocó en nuestros tiempos de monitores.
- Cierto, el Barbas está trabajando para el Canal U y vive en Bogotá.
- Sisas.
4.- Home, ¿y en qué andás trabajando?
- Home, trabajando en Apartadó.
- Ah, cierto, Yeimi me había contado.
- Sí home, Apartadó es una chimba, pero ya me quiero devolver para Medellín.
- ¿por qué, te cansó comer tanto banano?... Ah home, todos terminamos por querer volver a Medellín.
- Home sí, no sé qué tiene éste pueblo hijueputa, pero uno lo quiere.
- Tenés razón, éste es un pueblo hijueputa que se deja querer.
3. – Y qué home, ¿tenés novia?
- Nada, desde hace como un año y medio o algo así, creo qué más.
- Ja, ¿Y en qué estado estás?
- ¿Cómo así home?
- Que si estás en el estado de “Voy en busca, pero no encuentro”, “mal de vereda, pero cualquier hueco no es trinchera”, “mal de vereda, todo hueco es trinchera”, o “Quiero estar un tiempo solo”, “Desistí del amor, eso no existe, soy un ermitaño”, o en el estado de “misógino total” o en el estado de “misógino arrecho” , o el…
- ¿Cuál es el misógino arrecho?
- Todas son unas malparidas hijas de puta, pero que buenas que están, le doy a todas.
- Ja, que bueno que está el estado misógino arrecho. Pero home, creo que todos los estados confluyen en mí. Soy un salpicón.
- Home, ya iba para ese estado: el estado salpicón.
- Aguante el estado salpicón.
- Home, el estado salpicón es grave, en ese uno no tiene criterio de nada.
- Por eso, aguante el estado salpicón.
2. - Home, bueno volverte a ver y saludarte, pero me tengo que ir a trabajar.
- Dale.
- Suerte home.
- Suerte parcero.
Diez minutos después:
- Hola.
- Hola.
- Vos si trabajas. Y lo gracioso es que nunca te veo, pero siempre espero verte.
- De nuevo, me siento halagado.
- De nada… ¿Sabes qué?
- ¿Qué?
- Quiero un tinto, ¿vos me acompañas a tomármelo?
- Dale.
Cuatro horas después con los amiguetes en el parque de El periodista:
- Lo peor es cuando uno se halla ante un moco silbador.
- Pero es peor el moco terroso que llega a convertirse en Moco de piedra, le raspa a uno la nariz.
- Hey, estoy en sentado en bajadita……… ¿vos respetarías a un tipo con capa, señalándose a sí mismo ante el espejo y rezando los mil Jesuses?
- Si tiene un moco silbador y reza los mil Jesuses lo respeto.
- Sería silbido tras silbido: JesúsSSS, SSSSSS, Jesús,SSSS, SSSS, JesúsSSSSS, SSSSSSS”
- Home sí, yo también lo respetaría.
1.”Hijo mío, con mucho dolor, brindo con usted por los que se murieron y los que nos seguiremos muriendo”: mi mamá acerca de una muy buena amiga suya de antaño que se murió hace tres años sin ella saberlo.
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