1. – Óyeme Debby, de tanto correr me debo ver espantosa. – Dice ella exhausta y con su brazo adolorido mientras se sienta y se recuesta contra un gran cubo de basura. – Quisiera tener un espejo en este momento.
- Se cae el mundo y tú siempre tan oportuna con tu vanidad.- Dice él mirando para todos los lados, buscando alguna salida de la terraza del hospital donde fueron acordonados por los hombres de la tullida.- Y si te digo que te ves hermosa, igual no me vas a creer.
- No es momento para que me digas eso, Debby.
- Lo sé, nunca es el momento... para mí.
- ¡Debby, escuchame!
- Baja la voz, Natty, que se van dar cuenta que estamos aquí.
- Ya lo saben.
Él se sienta al lado de ella y la abraza.
- Déjame tener alguna esperanza de que podemos salir de esta sin quedar con la apariencia de un queso gruyere. – Dice él.
- Debby.
- Natty.
- Dime que estoy hermosa.
- Estás hermosa Natty.
- No te lo creo, ni siquiera me miraste al decírmelo.
- Toda mi vida te he mirado y no te he dicho nada, qué contradicciones.
- ¿Y qué más te da que me mires otro ratico y esta vez si me lo digas?
- Natty, no es momento para esto.
- Debby, no te robes mis dichos.
2. Él asoma su cabeza por la orilla del gran cubo de basura, se cerciora de que nadie esté allí buscándolos. Ella mira las pocas estrellas que se ven en un cielo negro, nebuloso, contaminado de tanta luz que hay en la ciudad.
- Me gustaría vivir en el campo, en el campo se pueden ver todas las estrellas. – Dice ella.
- A pesar de que son sólo tres estrellas, mi constelación favorita es el cinturón de Orión, y esa se puede ver desde cualquier ciudad. – Dice él.- No me gustaría vivir en el campo, Natty.
- Lo sé. A mí tampoco me gustaría, con solo pensar que voy a escuchar grillos o sapos o cualquier bicho raro apenas anochezca me quiero enloquecer… Debby, en la ciudad deberíamos ver las estrellas.
Él de nuevo se sienta al lado de ella.
- ¿Qué te puedo decir, Natty? Ojalá en la ciudad pasaran muchas cosas.
3. - Debby… ¿Alguna vez vamos a tener nuestras propias acciones y no haremos más parte de una historia mal escrita?... A veces siento que nuestras vidas son como las imagina alguien que se niega a seguir una rutina aburrida como: levantarse, bañarse, comer, ir a trabajar en algo en lo que se siente cansado, llegar reventado a la casa, ver televisión, quizás masturbarse, dormirse y de vuelta a lo mismo: levantarse, bañarse... ¿por qué toda nuestra vida, Debby, ha sido un drama?
- Natty, te puede sonar raro, pero de alguna manera creo que somos privilegiados, nadie más que nosotros puede contar que nos persiguieron, que nos dispararon y
- ¿Y qué escapamos?
- Sí, y que escapamos.
- ¿Si crees que vamos a escapar?
- Sí.
- Cuéntame cómo vamos a escapar.
- Ok:
4. – Explota una bomba en el primer piso. Empieza a caer el hospital, piso por piso, y nosotros dos salimos expedidos, volando por los aires, hasta caer en el carro. Yo caigo en la capota, me fracturo un brazo para compensar tu brazo fracturado (el Karma hay que compartirlo). Y tú caes directamente en el asiento del copiloto, das tres toques en el capo del carro y me abres la puerta para que maneje. Y escapamos.
- Suena poco creíble. Y no es tu culpa que me haya fracturado un brazo, así que el karma aquí no es compartido.
- Si tú sufres, yo sufro.
- Algo poco creíble.
5. – Tengo un mejor escape.- Dice Ella.
- Dímelo.- Dice él.
- Desconectamos a un moribundo, le robamos la camilla, nos montamos en ella, cogemos impulso y nos lanzamos de la terraza hasta la calle.
- Buen escape, ¿Pero de dónde nos conseguimos a un moribundo?
- Bueno, entonces nos vamos rodando en el bote de basura.
- ¿Se mete Natty en el bote mientras Debby lo rueda, luego Debby se monta haciendo equilibrio?
- ¿Y volamos?
- No, nos tiramos de la terraza y nuestros amigos nos ponen un trapo para que rebotemos, como en el cómic de Joni b.
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2 comentarios:
que bueno escaparse..
que bueno escaparse de hacer cosas que no gustan.
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