María fue mi primera novia, estuve con ella casi 4 años. Mi boleto de entrada a la temprana adultez fue que me mandaran a patadas por robar una contraseña para ingresar a las redes por conexión telefónica. Las tarifas se habían puesto planas pero creo que esto de andar naufragando en la red me gustó, y fue importante para mi vida. Podría dar gracias por ello. Creo que de no ser por ello no estaría escribiendo y publicando para compartir. Igual tocó pagar.
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María y yo teníamos pocas cosas en común, posiblemente eso fue lo que más nos atrajo, pero supongo que todo fue amor a primera vista, bueno, fina coquetería y gestos bilaterales. Fue excelente! Siempre quise que hicieramos algunas cosas juntos. Bueno, en realidad queríamos dinero, viajar y demás, incluso ella más que yo, quien preparó el viaje de su vida y hasta ese momento ella contaba conmigo, en adelante yo era simple historia, como hasta ahora, nada fuera de este mundo. Realmente no paso nada, ni seguimos juntos, ni ella tomó el viaje de su vida. Confieso que fue la primera persona con quien quise vivir. Eso, convivir. Ahora, organizo papeles para irme hacia el sur, si miras el mapa, es por la Patagonia, un poco más abajo. Tengo mucho que agradecer por esto porque no tengo dinero, pero viajaré. Ciau!
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Maria estaba próxima a convertirse en mi primera y única esposa, pero creo que ya con madurar tuve suficiente por ahora. En esa época estaba joven, no quería casarme (nunca) y realmente esa decisión no ha cambiado hasta el momento. Mi madre, no se llama María ni Maria estaba muriendo y tenía que irme, no a salvarla, pero si acompañarla durante estos días, pues no sabíamos en qué momento terminaría su vida. Aun no ha terminado, pero creo que si pretende santificarse antes de hacerlo. Con Maria sencillamente todo terminó con mi decisión de irme.
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María nunca me perteneció, aunque yo tampoco a ella. Simplemente lo sentí. Fue un falso sentimiento. Pero que importa, es como la realidad virtual, sigue siendo real. Me pongo tenso cuando la veo, pero no de manera virtual. Se que aun la amo, pero creo que la odio también. Eso tampoco importa ya. Agradezco el hecho manejar un mundo intangible e imaginable construido solo por mi, en redesociales.
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María estaba desquiciada, después de dos años de darme sedantes y tenerme amarrado a la pata de la cama, incluso cuando íbamos al motel. Un día, en un descuido suyo, salí despavorido después de quitarme las cadenas para llevarme hacia otro lugar, ella se enredo y cayó al piso poniéndose su ropa interior. No fue mi culpa, simplemente quise huir y eso hice. Agradezco ese momento porque me dio la oportunidad de enamorarme de más Marías y Marias.
0 (bonus xtra)
No hablo con María hace 15 años, no la veo, así pase por mi lado, no la escucho, así me grite sin parar. No se quién es, así diga que es mi hermana o mi chica. Ya advertí que mi madre no se llama María ni Maria.
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