5. Con las luces apagadas sonaba en un equipo de sonido Hotel California de Eagles. Los reflejos de una bola de espejos silueteaban parejitas bailando, besándose, oliéndose el perfume, oliéndose la loción (el pachulí), rozándose el pecho con el pecho del otro, apretando entre pierna con cavidad, adivinando de qué color son los pezones, los calzones, los brassieres. Mezclando sudores, bajando las manos por la espalda hasta llegar a los glúteos, y vuelva y suba las manos por aventado “no soy tu novia” “la mano para más tarde, cuando estemos solos, cuando mi mamá no ronde. Vayamos a la esquina que tengo calor”.
“Welcome to the hotel California Such a lovely place Such a lovely face Plenty of room at the hotel California Any time of year, you can find it here…”.
Por alguna razón la orgía del baile siempre la terminaba un adulto que encendía la luz. “¿qué están haciendo? ustedes son adolescentes y los adolescentes bailan con la luz encendida, nada de besos, nada de manoseos ¿qué es esa música del demonio?” “es música americana”. El adulto era la abuelita de la cumpleañera o la mamá del homenajeado o el tío borracho buscando la luz del baño: “Jueputa, me equivoqué de luz ¿qué está sonando, música americana? Yo bailo, bailo de todo CHUCUCHUCUCHU”. Y si el tío hacia el ridículo bailando y sacando nalga, la tía solterona que gusta de sardinos se quedaba vigilando para que no volvieran apagar la luz, que no le fueran a tocar el muchachito aquel al que toda la noche le ha echado el ojo. Pero pronto se aburrían los adultos, viejos entre sardinos no cuadra, al menos no con tanta sardinita bonita enamoradiza e inocente y tanto sardinito ganoso en el baile. Y de nuevo: apaguen la luz, se fueron los adultos.
4. “¿Bailamos?” “Bueno” ¡Tanananana tanannana tanananana! “Que buena canción” “ “¡¿Qué dijiste? no te escucho, la música está muy dura!” “¡Que usted está muy linda!” ¡Tanananana tanannana tananana! “¡Gracias!” ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! ¡Tanananana tanannana tanananana! “¡Tengo calor ¿salimos un ratico a la esquina?!” “¡Bueno!”.
3. Desde los trece años hasta pasados los diecisiete bailé break dance. Los que bailaban conmigo en el orden que me voy acordando: Duván – el que más bailaba de todos y se puede decir que el líder del combo hasta que dejó a un pelada en embarazo e hizo lo que hice: dejar el baile. Su historia hoy en día es triste, pero ese es otro cuento que no quiero contar-, Alejandro – que no bailaba ni mierda, pero era del combo-, Carvajal – lo mismo que Alejandro. Un día se fue para Cartagena en bicicleta y nunca volvió-, Mariano – hoy en día se puede decir que es un Jedi del break dance, viajó a Francia, España, USA, etc. con todos los gastos pagos por alguien más y sólo para que la gente de otros países lo vean bailar.- Edwar – me caía mal-, Cesar – muy buena gente Cesar, era de los que más me hacía reír-, Carechiste - amigo inseparable de Cesar y muy carro loco, se tiraba a bailar en el piso que fuera, ya sea granito o arena de gato-, Leonél – el que se ahogó en la represa de Guatapé y amigo inseparable de mi primo David-, David – mi primo -, Leonél – el que dibujaba los grafittis-, Augusto – empezó a bailar primero que nosotros -, Alejandro – amigo inseparable de Augusto y Leonél el grafittero.-, Gabriel – también ha viajado con Mariano por todas partes-, y bueno, eran muchos, si me pongo a nombrarlos a todos me quedo aquí dos semanas. Tal vez se preguntaran ¿no había mujeres en el combo?
¡Sí había mujeres!: grupies.
2. Los más tumba locas del combo eran Duván y mi primo David: Duván por ser uno de los hombres más pintosos – lindos- del barrio Belencito, y mi primo David por ser el niño más tiernito y de los más chimbas del barrio con futuro de ser el Brad Pitt de Belencito - David es demasiado bonito-. Al resto o nos tocaban sobrados o nos tocaban las más niñas o las más feas.
Bah, mentiras. Del Break Dance saqué a mi primera novia y la segunda. Y la tercera mencionada en un TOP atrás (Diana).
1. - ¿Para donde vamos?
- Para unos quince.
- ¿Quince de quién?
- No sabemos.
- Home, ya les dije como treinta veces: los quince de Zulma.
- ¿Quién es esa?
- Home, vuelvo y se los repito: Mi vecina.
- Duván ¿y está chimba?
- No sé, es como mi hermanita, nunca la miré con esos ojos.
“Llorando se fue la que un día me dejó su amor… nananananananana”
- ¿Qué es esa canción?
- La Lambada, el hit del momento.
- Ah, no la había escuchado.
- Píllate, esa pelada de ojos verdes te está mirando mucho.
- ¿Cuál, la del vestido horrible? ¡Cómo se le ocurre combinar rosado con verde!
- Güevón, habla más pacito que te va a escuchar. ¿Vos por qué tenés ese vicio de hablar tan fuerte?
- No sé home. Por cierto ¿Cuál es la quinceañera? ¿Cómo es que se llama? ¿Zulma?
- Sí, Zulma. No sé cuál es, preguntémosle a Duván… Duván ¿Cuál es la quinceañera?
- Güevónes, ya se las mostré como treinta veces.
- A nosotros dos no.
- ¿Ven a una de ojos verdes con un vestido rosado y verde?
- ¡¿Esa es Zulma, la quinceañera?!
- Güevón, que hables más pacito.
- Por cierto güevón, ahorita que entramos a los quince Zulma te vio y preguntó ¿quién es ese? ¡Capetillo!
- UUUUUUU ¡Emmanuel!
- Güevones.
- En serio, es más, hace rato te está mirando.
Y Zulma una semana después se convirtió en mi primera novia. Y Zulma una semana después de ser mi novia: “Usted le para más bolas a sus amigos que a mi ¿Con quién se queda, conmigo o con sus amigos?” “Con mis amigos, chao”.
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