1. El doctor es de unos treinta años y al parecer, me lo imagino, se estuvo dando golpes con otro infeliz, o a lo mejor se dio de bruces contra una pared o contra el asfalto o se operó el tabique porque quizás lo tenía torcido; lo digo porque tiene la nariz vendada y los ojos hinchados.
- Byron, siéntese. Dígame por qué vino a consulta.- asumo que eso es lo que me dice, no se le entiende nada con su voz nasal.
- Hmmm ¿Qué?
- Dígame por qué vino a consulta.
- Desde hace unos días me viene doliendo mucho el brazo derecho, ¿eso me preguntó?
Él asiente con la cabeza.
- Siéntese.
Me siento.
- Byron, ¿se aporreó el brazo, se cayó o hizo algún movimiento indebido?
- Soy camarógrafo, también cargo cosas pesadas como luces y equipos. Ah, y paso mucho rato en la computadora.
- Veo, veo ¿y es derecho, cierto?
- Sí.
- Veo, veo.
2. El doctor se queda un rato callado mientras se enfrasca buscando algo en su computadora.
- Byron, aquí en su historia dice que sufrió, o sufre, de la enfermedad de Addison.
- Sí. Hasta los dieciocho años me trataron.
- ¿Y ya está bien, no le han vuelto a hacer un control?
- El último control fue a los veintitrés años, y estaba bien.
- ¿Se curó del todo?
- Pues yo creo que sí, no sé.
- Hmm, ¿con qué lo trataban y cómo lo trataban, Byron?
- Primero con Astonín y ya al final con Scherisolona. Cada quince días me hacía un examen de orina, tenía que llenar completica una garrafa. Y también cada mes me sacaban sangre, se les dificultaba encontrarme una vena que ya no estuviera llena de agujeros.- me rio de forma estúpida.
- ¿Quién lo trató de esa enfermedad?
- El Doctor Vital Balthazar.
- ¡MAESTROOOO!
Desde los dieciocho años hasta ahora, cada vez que me enfrento a un doctor nuevo, me he acostumbrado, cada vez que lo nombro, a que el que fue mi pediatra, el Doctor Vital Balthazar, es como una especie de celebridad en el ámbito de la medicina.
- Maestro, maestro.
3. El doctor me revisa el brazo.
- Byron, ¿Si hace este movimiento le duele?
- Sí.
- ¿Y este?
- No.
- ¿Este?
- Sí.
- ¿Este?
-Sí.
- ¿Este?
- Sí.
- ¿Y este?
- No.
El doctor me deja de revisar el brazo.
- Byron. Tiene Tendinitis, pero como sufrió de Addison no le puedo recetar cualquier pastilla. Espéreme un momento a ver qué le puedo recetar.
El doctor mira en su computadora. Estoy acostumbrado a que no me pueden recetar cualquier cosa; de niño y de adolescente y hasta el son de mis días, para cualquier dolor, siempre tenía y tengo que tomar Acetaminofén; de tanto tomar ese analgésico dejó de causar algún efecto en mí.
- Byron, le voy a recetar Acetaminofén, una pastilla cada cuatro horas.
- Ya.- ¡Qué sorpresa!
- Pero además le voy a recetar un anti inflamatorio que no lo cubre su EPS.
- Ya. – ¡Qué sorpresa! ¡Mi EPS es una maravilla!
- Byron, en la taquilla donde pagó la consulta médica, tiene que llenar una petición del anti inflamatorio que le voy a mandar, y luego usted va ir a llevarla a su EPS ¿bien?
- Bueno, doctor.
4. Antes de hacer firmar la petición del anti inflamatorio consulto con un tipo que atiende una farmacia.
- Señor ¿Cuánto vale este anti inflamatorio y sí vale que haga firmar esta petición?
El tipo mira en su computadora.
-Sí, vale que haga la petición, es muy caro ese anti inflamatorio.
Llego a mi EPS a que me firmen la petición del anti inflamatorio, pregunto en información dónde puedo hacer dicha vuelta: me dicen que en el quinto piso de dicho edificio. Llego al quinto piso: después media hora de preguntar y preguntar y requete me aseguren que en ese quinto piso es, seguro, que tengo que hacer la vuelta: me dicen que no, que tengo que ir a otro lado.
Y me voy para ese otro lado, y en ese otro lado sólo hay dos tipas atendiendo, y el aparato que da los fichos para el turno está malo, y la fila para que la atiendan es larga como de una cuadra entera.
5. Dos horas después:
- Don Byron, para que usted reclame la orden de estos anti inflamatorios tiene que venir el cinco de Abril.
- ¿El cinco de Abril?
- Sí, ¿algún problema?
Eso es dentro de veinte días, mientras se me cae el brazo.
- No, ningún problema, estoy completamente satisfecho con mi EPS. La mejor opción es COOMEVA, siempre lo he dicho.
- Gracias señor Byron por utilizar nuestros servicios.
- No, de nada, gracias a usted.
*y bueno, hoy domingo hice deber ciudadano: perdí parte de mí tiempo votando contra algo que ya se veía venir.
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3 comentarios:
Suena desesperante todo el asunto del brazo. Qué pereza tratar con empleados del sector de la salud.
Que se mejore.
Ibuprofeno de ochocientos milígramos, para aquellos que desarrollamos inmunidad al acetaminofén :)
home, a ese de ochocientos también desarrollé inmunidad
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