miércoles, marzo 27, 2013

TOP 5 Y esas cosas pasan.


1. - De nuevo abro los ojos.
- Estaba viendo como dormías.
- No sé dónde estoy. 
- Estás acostado en un patio.
- ¿Cómo llegué? Llevaba días sin venir… eso creo, al patio de mi casa.
- Me dijiste que conocías un lugar en el que podríamos estar tranquilos, que nadie nos iba a molestar en días, vinimos aquí. Y entonces me puse a ver como dormías. No sabía que era tu casa.
- Sueño mucho con despertarme en ninguna parte, y en esos sueños nunca lo logro. Siempre hay alguna parte, por ejemplo: mi casa.  Quizás por eso te dije que viniéramos.
- Mientras te veía dormir pensé que bebía mucho ron. En estos pensamientos estaba un chico que también bebía ron. “Eres una chica rara”, me dijo él con acento chistoso.
-  Yo soñé con una chica, y esa chica también bebía mucho ron, ganaba concursos.
- He ganado concursos.
- Pero la de los sueños no eras tú.
- Eres raro.
- Me ves dormir… ¿Por cuánto tiempo?
- Dos días.
- Y dices que soy el raro. Abrir los ojos de nuevo es como si te pasaran por la pupila esa cuchilla de afeitar de esa película de Buñuel.

2. Era medio día y, al aire libre como estábamos, el sol estaba encima de nuestras cabezas. Esa chica y yo habíamos pasado tres días juntos sentados en el patio de una casa que creía mía. De vez en cuando musitábamos palabras sin sentido o compartíamos miradas absurdas: ella se volteaba el parpado de un ojo, yo me hacía el de los ojos japoneses estirándome los parpados con los dedos. Nuestro hilo conductor era una fila de hormigas que pasaban por el lado de nuestros pies.

3. – No hemos comido ni bebido nada en días.
- El cuerpo se acostumbra.
- Cuéntame ¿por qué decidimos encerrarnos?
- No es nada extraño, matamos a alguien, como siempre.
- ¿Tú dices que ya hemos estado en estas?
- Siempre, al final de cada mes.

4. El muerto que estaba al lado de nosotros tenía la boca abierta, por ahí entraban las hormigas, era su puerta.

5. -Si dos amigos pelean entre ellos y los dos me cuentan versiones diferentes del por qué pelearon, yo nunca tomo un bando, solo les doy palmaditas en la espalda.
- Estoy preocupada, seamos normales, en serio, ¿por qué todavía estamos aquí?
- ¿Qué es ser normal?
- No sé, alguien que se cansa de su rutina y termina matando a alguien… jum, cambio mis palabras: quiero ser anormal.
- Un anormal sabe qué hacer con el cuerpo del muerto.
- ¿Nos deshacemos del cuerpo? Sí, quiero salir, llevo cinco días antojada de un raspado.