lunes, agosto 31, 2009

TOP 5 Tyron Muñetón en: Y ahora, la trágica historia

1. Abrí los ojos, vi un cielo estrellado con luna llena. Vi gotas de lluvia que caían en mi cara. Vi miles de motas de polvo flotar y brillar a mí alrededor cuales luciérnagas que revolotean a lo lejos cuando estás llegando al campo, como si fueran las luces de un diciembre en Medellín. Vi también, virando la mirada hacia mí estómago donde reposaban mis brazos y mis manos, que tenía firmemente empuñada una escopeta. No sé por qué tenía un arma de fuego en mis manos, que recuerde tampoco nunca en mi vida había disparado una. Pero olía a pólvora. Mi brillante deducción fue que antes de ese instante disparé, atiné el disparo y maté a alguien, ¿a quién? No lo sé.

2. No sé cómo llegué allí. Pero ahí estaba acostado al lado de una lápida, en un cementerio. Todos los cementerios resultan siniestros según el punto del que se mire. En mi punto de vista, todo siempre tiende a tornarse patético, miserable, deplorable, nostálgico, triste, siniestro. De niño lloraba, pataleaba, me aferraba con fuerza a las patas de las camas cada vez que mi familia me obligaba a ir con ella al funeral de alguien. No entendía el por qué tenía que acompañarlos. Resultaba angustioso el olor de las coronas de flores, que todo fuera de color gris, ver paredes llenas de huecos o tapadas con insignias de personas que dejaron de existir tiempo atrás, poner cara de triste, vestirme con traje negro y darle el queridísimo pésame a personas que nunca había visto en mi vida, o que si las vi, de ellas sólo recordaba con abominación el hecho de que con sus manos apretaran mis mejillas diciéndome “Este niño sí que ha crecido”. De grande ya los cementerios me empezaron a disgustar menos. No sé, creo que es porque los asocio con museos. Los museos son habitaciones grandes que contienen la ruina y la grandeza de la humidad; polvo que si no se limpia regresa una y otra vez, una y otra vez.

3. Oí un ruido y de ese lugar, al lado de esa lápida, me levanté. Sonreí sin saber muy bien por qué. Suelo sonreír sin motivo, tanto sonrío que suelen pensar que la estoy pasando de maravilla, que nunca me quejo por nada, que soy la persona más feliz del planeta. En fin, así es la gente, siempre con impresiones y veredictos errados. Dejé la escopeta a un lado. Me toqué los bolsillos de mi pantalón en busca de cigarrillos. Pero no tenía cigarrillos. De nuevo oí ese ruido. Esa segunda vez identifiqué el ruido, era una voz proveniente de no sé dónde que me decía “Agarra la escopeta y termina tu trabajo, no fracases como ya lo hiciste en tu primer intento, no tenemos toda la noche.”, “¿Qué?”, pregunté. “¡Dispara!” me volvió a decir la voz. Cerré los ojos y de repente el viento golpeaba fuerte mi cara. Abrí los ojos. Un carro pasó por mi lado, casi me atropella. Yo estaba caminando por el medio de una calle, llevaba la escopeta en una de mis manos. El carro frenó unos metros más allá de mí y el chofer asomó su cabeza por la ventanilla, me gritó “¡Para algo inventaron las aceras bobo hijueputa!, ¡Casi te atropello maricón!”. Pensé “Yo siendo vos gran güevón, me cuidaría de gritarle a un psicópata con una escopeta en la mano que lleva toda la hijueputa noche matando gente”, uno tiene la costumbre de pensar muchas cosas que jamás dirá. Cosas que aunque intentes decirlas serán interrumpidas.

Luego de lo del tipo del carro llegó la policía: “De rodillas en el piso y coloque los brazos en la cabeza, rápido. Tiene el derecho a quedarse callado, cualquier palabra podrá ser usada en su contra.”


4. - Eres el elegido.- de nuevo me dijo la voz.
- ¿Por qué? ¿Elegido para qué?... ¿y si me niego a hacerlo? – pregunté.
- Es tu decisión. “Ser o no ser”.- dijo la voz.
- Ya he escuchado eso tantas veces. – Dije.- “Esta es la cuestión: si es más noble sufrir en el ánimo los tiros y flechazos de la insultante fortuna, o alzarse en armas contra un mar de agitaciones, y, enfrentándose con ellas, acabarlas”.
- Tienes razón, eso ya lo hemos escuchado muchas veces: “morir, dormir, nada más, y, con un sueño, decir que acabamos el sufrimiento del corazón y los mil golpes naturales que son herencia de la carne.”
- “Ésa es una consumación piadosamente deseable: morir, dormir; dormir, quizá soñar.”
- Quizá soñar, quizá soñar.
- “Aquí está el tropiezo, tiene que preocuparnos qué sueños podrán llegar en ese sueño de muerte, cuando nos hayamos desenredado de este embrollo mortal.”
- “Ésa es la consideración que da tan larga vida a la calamidad.”
- Siempre te lo van a querer impedir, por eso estás encerrado, por eso llegó la policía. No quieren que cumplas tu misión. “Ser o no ser”, y aún así eres el elegido. No tienes tiempo para esto.
- ¿Por qué quieren impedir que cumpla mi misión?, ¿Cuál misión?
- En el cementerio culminaba todo, y aquí estás ¿no te das cuenta?
- Se me antoja una cerveza bien helada.

5. Tyron Muñetón en: Y ahora, la trágica historia que no fue

– De nuevo estamos en las mismas. – dijo mi compañero.
- Estás en lo cierto.- dije.
- Aunque déjame contarte algo. – dijo mi compañero.
- Cuéntame.- dije.
- Iba caminando yo por una de las calles del metro cuando, en el medio de dos columnas, veo a una mujer de unos qué, hmmm, 23 años. Era bastante bonita, de piel blanca, de pelo negro, flaca, más o menos de mi altura, y estaba vestida con una camiseta blanca, una minifalda negra y unas botas de cuero. Muy gracioso, la mujer se tapaba las orejas con las manos y tenía una expresión como de, de… de zozobra. Eso es, de zozobra. – dijo.
- ¿Y cómo es una expresión de zozobra? – le pregunté.
- Así. – hizo la expresión. Me quedé con la boca abierta.
- Nunca había visto en mi vida una expresión que me hiciera sentir tanta lástima por alguien, creo que tu expresión de zozobra es perfecta. – dije.
- Yo también lo creo. Pero bueno, sigo con lo que te estaba contando.
- Por favor.
- Entonces la mujer todavía con las manos en las orejas gritó “¡Hijueputa!”, y bueno, pasé por su lado y no pude evitar mirarla a los ojos, aunque ella ni se dio por enterada.
- ¿Y qué hiciste?
- Nada. Seguí mi camino. No obstante, cuando yo ya llevaba unos metros de distancia lejos de ella, ella me empezó a seguir como por inercia, o qué sé yo.
- Hmmm, eso me suena conocido, me suena cómo a la escena de una película, ¿El último tango en Paris?
- Ya, me pillaste. Que interesante que es mi vida, ¿no?

viernes, agosto 28, 2009

TOP 5 No se publica tan seguido en el top 5 ¿por qué será? mmm

1. El espacio en el que se escribe, el tiempo libre – por lo general en las horas de la noche-, es poco. Llego a mi casa convertido en un soberano zombi.

2. Ídem

3. Ídem

4. Del cansancio mejor me imagino que estoy bailando y saltando como en los viejos tiempos, donde la música sonaba mejor si le subías el volumen a todo dar:



5. Me vanagloriaba de no saber lo que era tener un orzuelo, pero ya ven queridísimos ojos míos, perdí mi invicto.

viernes, agosto 21, 2009

TOP 5 No pasa nada

1. Ok. Aquí estoy recostado contra una pared, fumándome un cigarrillo, tratando de seguir el compás de una melodía que no me sé, me la estoy inventando, con los dedos de mis manos. Desde el punto en que me encuentro mis ojos ven drama, comedia, acción, cámaras lentas, cámaras rápidas, imágenes congeladas. Cientos de pensamientos acompañados de efectos especiales vienen, salen, rebotan y sin más se pierden de mi cabeza, se estrellan contra la nada, se los lleva un viento inexistente en este lugar. Hace un calor que te cagas, el sol se carcajea allá arriba. Eso, ríete mucho maldito sol, dentro de unos pocos años explotaras y te convertirás en unos cuantos meteoritos que deambulan por el espacio aterrorizando con chocar planetas… bah, sí. Ríete. Para ese entonces sólo seré polvo, tú en cambio te la pasaras bomba.

Camino hacia otra pared.

2. Esta mañana, el tiempo no transcurre. La misma señora en bicicleta con un bebé terciado a su espalda pasa una y otra vez, el señor de la tienda de enfrente no para de venderle botellas de agua a tres tipos que al parecer no sacian su sed - uno de los tipos soy yo-, los de la zapatería, al lado de la tienda, no dejan de hacer zapatos, del sitio al que espero entrar por fin a grabar lo que vine a grabar salen señoras y señores contando sendos fajos de billetes , los carros blindados llegan y se van, los policías y los guardianes que custodian el lugar no dejan de ser policías que custodian el lugar… y de nuevo se repite todo. Es como si en vez de ser Bill Murray en “el día de la marmota” fuera Byron Vélez en “La mañana de…”, de, de, no hay animales por aquí cerca como para que se me ocurra una buena alegoría, así que sólo sería “La mañana”, y todavía mejor en mayúsculas y hablando como actor malo de teatro “LA MAÑANA”.

Camino hacia la pared de antes.

3. Ok. Aquí estoy recostado otra vez contra esta misma pared, fumándome un cigarrillo. Son cosas que pasan. Bueno, al menos les pasan a los tipos que trabajan en lo que trabajo. Esperas de minutos, horas, días sólo para grabar una hora o grabar cinco minutos o grabar nada, como es este el caso: Le acaban de decir a la directora del documental – un documental sobre la muerte de Carlos Galán- que el tipo al que hemos de grabar -un ex jefe paramilitar- no está, que salió desde muy temprano y que regresa en las horas de la tarde, tal vez. Saco de mis adentros y en pensamiento una mala imitación del acento españolete: Venga tío, que los presos de las cárceles de máxima seguridad en Colombia se la pasan en grande, van y vuelven cuando se les chante.

4. Una semana después, otra mañana perdida y una tarde que está llegando a su fin nos dicen que el ex jefe paramilitar está muy cansado por un viaje que tuvo, pero que nos puede atender si en la grabación somos breves y no lo demoramos más de media hora, porque pobrecito, de nuevo la reiteración, está muy cansado. También nos preguntan que si preferimos grabarlo en su oficina o en dónde. De nuevo el acento españolete aflora en mi mente: en Colombia a las celdas de las cárceles de máxima seguridad les dicen oficinas, que cojonudo tío.

Minutos más tarde, listos a grabar, saltando yo detalles en la descripción del terrible olor a loción, del reloj de oro, las gafas Ray ban que lleva nuestro personaje y el libre desparpajo con el que él anda en esta cárcel de máxima seguridad, con algo no contábamos: el ex jefe paramilitar pide una suma exorbitante de dinero por hablar ante cámaras que no son de los medios de comunicación masivos de Colombia. Así que el tipo nos da un NO rotundo, ya que la verdad, pues apenas si el sueldito nos alcanza para algo. Y bueno, se le entiende, qué más da querer hacerse más millonario, ¿no?

5. Con la cabeza recostada contra el espaldar de la silla de atrás de la camioneta que nos ha transportado estos dos días idos al garete, pido a gritos un cigarrillo. Gritos ahogados sin emitir sonido alguno, la verdad no quiero pasar por un loco que anda gritando por ahí cualquier cosa. Miro por la ventana, miro a mis compañeros de grabación. Cuando no tienes nada qué decir, pero quieres que la gente se dé una idea de “esté tipo la verdad se las reserva, me pregunto qué genialidad tendrá en maraña”, recurres a decir cualquier incoherencia o a utilizar puntos suspensivos. Silencio. Mucho de todo pasa por mi mente, más sin embargo no tengo nada para decir.

- Eh, pues…

viernes, agosto 14, 2009

TOP 5 Una sobredosis

Es una sala de convenciones grande, muy grande. Y la sala está llena de gente de clase alta, muy alta: negociantes, empresarios, presidentes de empresas muy importantes del país, candidatos a la presidencia del chiste país Colombia (menos el ex ministro Santos) que perderán inminentemente ante un Álvaro Uribe, lambones de los candidatos, hijos de los candidatos, modelos que me resultan desconocidas pero que parecen ser muy famosas (con una hasta me hicieron tomar una foto)… Al frente de mi veo que hay un mar de degustaciones de comida (gratis): pollo apanado con una salsa rara – mi desconocimiento frente a la comida es brutal-, pollo apanado con miel, pollo con otra cosa rara, tortillas de jamón con queso, tortillas de jamón con arequipe, frutas, cocteles, helados… Hmmm, helados, lo mejor para este calor tan hp.

- Ya vengo, voy por un helado.- digo.
- Primero trabajemos, tenemos que grabar a varias personas antes, luego vamos por los helados. – dijo el aguafiestas.
- Ok, grabemos a alguien y vamos por un helado, grabamos a otra persona y vamos por otro helado ¿bien?
- Sí.

1.- Hola, quiero un helado de chocolate.

2. – Hola, esta vez quiero un barquillo de chocolate y arequipe.

3.- Ya ni diga: hola. ¿Qué helado le doy?
- Uno de maní con ron y caramelo.

4. – Hey, vos, repito el primero de chocolate que me comí, pero ponémele mucha salsa de caramelo.

5. – Ah, vení yo pruebo éste de vainilla, chocolate y maní, y mucha salsa de caramelo y arequipe.
- ¿Y no quiere algo más?
- Ah sí, un barquillo.
- Usted va a sufrir una indigestión.

Y a usted qué le importa, pienso.

miércoles, agosto 12, 2009

TOP 5 En el colegio, top repetido?

1. Recuerdo odiarlo con todas mis ganas. Todavía sigo odiándolo, eso no se supera.

2. Recuerdo a una señora muy blanca, muy gorda, de bigote y adoradora de Jesucristo diciéndome que yo era un burro por no saberme la dirección de mi casa.

Señora bruta, cree que en un tipo de pelo largo y barbita supuestamente tiene la salvación y no una masacre. No compares personas con animales, se los pido.

3. Recuerdo que gracias a mi amigo en ese entonces, Rudy, empecé a bailar break dance. Él vivía en Manrique y cuando subía visitarlo era un voltaje, siempre me tocaban tiroteos entre bandas. Por él probé la marihuana.

4. Recuerdo comprar todo un almacén de drogas en Niquitao con mi amigo ya muerto: Álvaro Mondragón: le pegaron un tiro en la frente, en su funeral bailamos salsa.

5, Recuerdo a un tipo que le decían “El ajo” y a una profesora llamada “Gabriela” que supuestamente todos los alumno se la habían follado.

jueves, agosto 06, 2009

TOP 5 Querido diario del miércoles

5. Despertarme, levantarme, bañarme, arreglarme, desayunar-almorzar, ir al trabajo, volver a mi casa, llegar a escribir sobre mi día tan emocionante; todo un aventurero yo.

4. En el bus de ida a mi laboro recordé que la noche anterior, también en un bus, vi y escuché a un tipo asesinar a viva voz sus cuerdas vocales mientras desmadrado y a la guachi ponga, aporreaba con todas sus ganas las cuerdas de una guitarra acústica. Un buen espectáculo digno de ver y tan sólo por unas monedas. El tipo se subió al bus, pasó la registradora, caminó hasta el centro del transporte, cerró los ojos y dijo:

- Mi gente, esta primera canción que les voy a cantar es de un señor que se llama Antonio Banderas, un señor que ha hecho unas poquitas películas, cómo unas dos, y también ha hecho unas poquitas canciones. Aquí va – empieza a descalabrar a la guitarra-: ¡Ijaaaaá! ¡“Soy un hombre muy honrado, que me gusta lo mejor, las mujeres no me faltan, ni el dinero, ni el amor. Ay, ay, ay, ay ay, ay mi amor, ay mi morena, de mi corazón. Me gusta tocar guitarra, me gusta cantar el sol, mariachi me acompaña cuando canto mi canción. Me gustan tomar mis copas, aguardiente es lo mejor, también el tequila blanco con su sal le da sabor. Soy un hombre muy honrado, que me gusta lo mejor, las mujeres no me faltan, ni el dinero, ni el amor.”!
- A esa canción le faltan más estrofas – dijo el conductor del bus.
- Es que esta es mi versión, así somos los cantantes.- dijo el tipo de la guitarra.- Y ahora les voy a cantar una de Leo Dan: ¡“Ahí viene la plaga…”!
- Esa canción no es de Leo Dan. – dijo alguien.
- Ah, yo una vez lo vi cantarla, pero déjenme seguir cantando: ¡Ahí viene la plaga…!

El tipo se ganó toda mi simpatía. Ojalá todos los que se montaran a cantar en un bus fueran así, pero no, a la gran mayoría les da por cantar malditas canciones de Silvio Rodríguez, Ricardo Arjona, Soda Stereo y vainas de esas.

3. Llegar al trabajo, trabajar, salir del trabajo; todo un Indiana Jones.

2. Ocurrencias de regreso a mi casa: “No me gustan las películas gore, lo confieso sin negar que entre ellas se encuentran películas excelentes y verdaderas joyas del cine - ¿secreto bien guardado que no me gusten?-. En cambio sí me gustan las películas donde en vez de mutilaciones a piernas, brazos y cualquier parte del cuerpo los personajes optan por hacerse y hacerle a los demás una vida miserable desde lo psicológicamente hablando; algo gore a mi parecer… que bueno sería una cerveza… Qué buena película es Dos días en Paris, película escrita, dirigida y actuada por Julie Delpy, excelente… luego de muchos años vuelvo a tener ecolines, recuerdos de cuando estudiaba artes plásticas…

1. En mi casa, afuera en la calle, un maldito fanático de Jesucristo con un micrófono y un parlante a toda castaña no para de dar un discurso sobre que todos nos vamos a podrir en los mismísimos infiernos si seguimos por el camino del pecado, hasta habla de que la economía va cómo va por no ser devota a Dios… Tengo ganas de salir al balcón a gritarle como energúmeno a ese señor, pero por consejo de D me abstengo... sonando Sundown de Son House subo a todo dar el volumen de mi equipo de sonido, estoy que me quedo sordo.

Buenas noches.

martes, agosto 04, 2009

TOP 5 Del calor que hace en Medellín da para:

5. Recordar una escena de la película Los puentes de Madison donde el personaje que interpreta Meryl Streep se abre la bata en el porche de su casa y se le ve disfrutar cómo un viento súper fuerte que viene de quién sabe dónde, golpea su cuerpo desnudo. (¿Sí era así la escena? No sé, no sé, pero por alguna razón tengo grabada esa imagen de esa película que me vi hace años. Sé que me gustó esa peli porque el personaje de Clint Eastwood era fotógrafo de National Geographic)

4. Andar de gafas negras, camisa guayabera y mochos. (Recuerdo vestirme así en un viaje a Venezuela. Allá todo mundo se vestía así; no sé si los tiempos habrán cambiado, seguro que sí)

3. Pararse en la esquina de una calle a beber cerveza bien helada con los amiguetes, escuchar Tiempo pa´ matar de Willie Colón y hacer apuestas absurdas, “si te quedas ahí parado todo este tiempo con los jeans abajo te invito a una garrafa de vino luminoso”, como cuando se era adolescente.

2. Dormir todo el día babeando almohada y descobijado.

1. Nadar, o sólo estar metido en una piscina o charco o mar. (¿Por qué nunca he tenido amigos que tengan piscina en su casa?)