martes, septiembre 22, 2009

TOP 5 Un bonito día

1. La Romera. Reserva natural y parque ecológico en el municipio de Sabaneta, Envigado y la Estrella. Caminata de 40 kilómetros. Veinte kilómetros de ida, veinte de vuelta. Poca humanidad a la vista. Muchas plantas para ver, tocar, rozar y que se te peguen a la ropa. Variado animal como por ejemplo culebras, aves, conejos y ardillas. Muchos nacimientos de agua. Aire puro. Buen paseo.

2. ¡Moritas! O como según supe que se llaman: ¡frambuesas!. Hacía mucho tiempo que no las comía. Subiendo a la Romera tuve un ataque de nostalgia, me imaginaba de niño y de adolescente, recordaba a mis primos Adrian y David, y a mis amigos de ese entonces subiendo conmigo por el morro del barrio Belencito Corazón en la tan famosa comuna 13, comiendo “moritas” a cada tanto del trayecto mientras se hablaban cosas tipo:

-Dígale a Mónica que le enseñe a besar.
- ¿Por qué a Mónica, es que ella se va besando con cualquiera?
- Hágame caso, dígale.
- Mónica tiene los dientes torcidos.
- No los tiene torcidos, los tiene montados.

3. Los mosquitos de La Romera son lo peor: vampiros, caníbales, salvajes, carniceros, traicioneros, narcos, uribistas, paracos, guerrilleros, todo lo que tenga que ver con un derramamiento de sangre masivo. Son chiquiticos, anaranjaditos y amarillitos, atacan en manada, se te pegan a la piel y te succionan hasta las entrañas. ¡Mosquitos malparidos!

4. Lástima que La Romera esté en peligro de extinción, dentro de unos años o meses planean construir un metro cable más unidades cerradas donde probablemente tú vivirás.

5. Nostalgia 2: En el barrio Belencito Corazón, subiendo el morro, al final del camino no había moritas. Al final del camino había una vista panorámica de la Medellín de ese entonces. Entre nuestra vista y dedos de las manos, enfocando y desenfocando el ojo, aplastábamos gente.

- Mira, la gente desde aquí se ve como si fueran hormigas.
- Una persona me cabe entre los dedos, que bien, que bien.
- En este momento somos dioses omnipotentes.
- Dioses viles y crueles, como todo buen Dios. Aplastamos todo lo que se nos atraviese y nos quepa entre los dedos.

En la Romera volví a ser Dios, con mis dedos aplasté edificios, carros y gente.



Foto: Byron Vélez

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya hasta se cree parte de la flia...