sábado, mayo 15, 2010

TOP 5 Y en mis pensamientos sólo vives tú

1. En un parque.

– Cuanta tristeza tengo, cuanta nostalgia siento, y ni siquiera sé por qué, Freddy. Dime por qué. Dime por qué Sara últimamente me causa tantas molestias. Freddy.
- No soy Freddy, él se fue a trabajar.
- Ya me doy cuenta, esa voz la reconozco.
- Ajá, soy Sara.
- Mierda. Sara, me disculpo contigo, no eres ninguna molestia.
- No digas mentiras, ya lo dijiste. Sabes que tú también lo eres para mí.
- ¿Y qué hacemos hablando?
- Dímelo tú. Me emborraché tanto que no me acuerdo por qué estoy aquí, contigo.
- Hay que preguntárselo a Freddy.
- Sí, lo último que recuerdo es que vi a Freddy.

2. En la sala de la casa de nuestro protagonista.

– Buenas, ¿Está Freddy?
- Espere, ya se lo comunico.
- La que me contestó dice que ya me lo comunica.
- Bien.
- Señor. Freddy no ha venido hoy a trabajar, si quiere le deja una razón.
- No, muchas gracias, lo llamo más tarde.
- Si lo ve, dígale…
- ¿Y te lo comunicaron?
- La que me contestó dice que él no fue a trabajar; cosa extraña.
- No sé, tú lo conoces más que yo.
- Y bueno, toca esperar. ¿Qué hacemos mientras tanto?
- Hmmmm, ¿sexo?
- ¿Sexo?
- Esta vez prométeme que no te vas a dormir.
- Está bien, pero ¿por qué?
- No sé, porque sí, y ya.
- Hmmm, bueno.

3. En la habitación de la casa de nuestro protagonista.

– Sara ¿por qué la vida de nosotros dos se volvió a cruzar? Digo, fuimos novios hace años.
- Tú me volviste a buscar.
- ¿Te volví a buscar?
- Sí, y me enredaste la vida.
- ¿Por qué? ¿Por qué te volví a buscar si nuestro noviazgo fue horrible? No entiendo… no me entiendo.
- Los peores cinco meses de mi vida, además de los que estoy pasando.
- ¿No te has dado cuenta que hay frases que suenan mejor en inglés? por ejemplo ese “¿Por qué?” hubiese sido más dramático si hubiera dicho: Why? Why, Sara?
- No sé por qué dejé que de nuevo me enredaras la vida.
- Quizás buscabas una excusa para a hacer un desastre de tu vida; mucha de la gente es adicta a eso, y pues, soy una buena excusa.
- O quizás los desastres se atraigan entre sí.
- Hmmmm, me quedo con mi teoría.
- ¿Cuál teoría?
- La que te acabé de decir.
- ¿Era una teoría?
- ¿Me alcanzas los cigarrillos? Creo que están al lado tuyo.

4. En una calle, caminando.

- Y cuéntame de tu ex esposo.
- ¿Qué te cuento?
- No sé, lo que quieras.
- ¿Lo que quieras quiere decir: “habla sin parar, no te voy a escuchar, sólo quiero oír algo en mis oídos, algo que me complique los pensamientos profundos que tengo en mi cabeza, y así esos pensamientos dejarán de ser profundos porque en realidad son eso: pura confusión que no me deja ser feliz, y estoy contento con eso”?
- What? What Sarah?
- Te odio.
- Únete a la fila, yo voy principiando, tengo y todo una pancarta dibujada y escrita a mano en la que soy lo peor; una caricatura muy graciosa.
- No tengo que unirme a nada, hago parte de ese movimiento desde mucho antes que empezara.
- Es porque nos atraemos.
- Ja, le estás dando razón a mi teoría.
- ¿Cuál teoría?
- La que te dije cuando estábamos en tu casa.
- ¿Era una teoría?
- ¿Me enciendes este cigarrillo? No he podido; malditos encendedores desechables.

5. En la fachada de la casa de Freddy.

- Ya he timbrado dos veces, nadie abre. No puedo seguir timbrando, Sara.
- Timbra una tercera vez, a la tercera va la vencida.
- Ok.

Ding dong.

- No abre, no está.
- Bien, entonces nos sentamos aquí a esperarlo.
- ¿Por qué?
- En nuestras vidas abundan los signos de interrogación, ¿Por qué?

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