miércoles, diciembre 12, 2007

TOP 5 Ausencia

5. ¿No se han visto Californication? Que chimba de serie de TV. Va sobre un escritor en decadencia al que le pagan por escribir en un Blog. El tipo es alcohólico, buscapleitos y se acuesta a diestra y siniestra con mujeres lindas y súper buenas; incluyendo a la hijastra menor de edad de su ex esposa. El tipo solo se preocupa por él mismo y por su hija de catorces años; además parece ser que sigue enamorado de su ex. Y nada, no sigo contándola porque desafortunadamente no la he podido ver con la regularidad que quisiera, ¡mucho laboro!

4. Justamente por el laboro es que tengo tan abandonados los blogs en los que escribo. Si no es que llego muy cansado a la casa es que estoy fuera de Medellín. Esta semana estuve en Jardín, Antioquia. Dos días de laboro intenso y uno de cansancio con resaca al terminar exitosamente el comercial que estábamos grabando. Primera vez que haciendo la dirección de fotografía para algo no me tocó ser al mismo tiempo director de fotografía, gaffer, asistente de gaffer, luminotécnico, eléctrico, camarógrafo, segundo de cámara y tener la rutina de trabajar con las uñas. Me sentí como un rey, tanto así me sentí que a ratos me decía a mi mismo: “¿Qué me pongo a hacer? ¿Coquetear con las muchachas? ¿Cuáles muchachas? En esta producción hay puros tipos, ni una nena, ni una sola, que tristeza, ¿Me voy a dar una vuelta al parque a ver las nenas de Jardín?”. De mi ensimismamiento me sacaba el gaffer y su asistente diciéndome: “Ya están en su sitio y con sus respectivos filtros las luces que mandó a poner, también le pusimos el espejo y le quitamos los brillos que no quería, además le pusimos…etc., dígame que más quiere y se lo monto” “coloquemos otra luz de mil con CTB al lado del Mimo y la dirigís a las sillas de la chiva, también pongamos un espejito para darle un brillo al pincel del pintor” “¿pongo el espejo en un century?” “Sisas” “Listo, ya la armamos”. Debo confesar que yo no tenía ni puta idea de lo que es un century dado que nunca había trabajado con tanto presupuesto, y eso que tampoco es que era la locura empelota el presupuesto. Que maravilla trabajar así, con razón los directores de fotografía son tan estrellitas y a veces su ego desborda la taza, tanto que son insoportables.

3. ¿Qué hace tanta testosterona junta?

R: Hablar de mujeres, hablar de fútbol, jugar a las pulseadas, laborar en un comercial en Jardín o donde sea, hablar de trabajos pasados, comer por montones, decirle a producción que compren ron y mirarse en el espejo diciendo: “Como estoy de gordo”.

2. En el equipo de trabajo del comercial tanto nuestro camarógrafo como el gaffer son chicos fornidos, uno más que el otro; El camarógrafo porque levanta pesas para ser un trípode humano al tener una cámara en las manos (error, levantar pesas dañan el pulso, bueno, eso fue lo que me dijo alguien), y el gaffer porque está acostumbrado desde hace seis años a cargarse en los hombros luces de 5000 Kw., trípodes, bajantes, extensiones de 100 metros, grills, etc.. Los dos apostaron quién ganaba pulseando y parecía que el camarógrafo iba a ganar (él es el más fornido) pero nada, no fue capaz, tiene más fuerza el gaffer. El gaffer no ganó porque el brazo del cámara es muy grueso. Y la historia es que los dos son de los tipos más presumidos que conozco; el camarógrafo por llorón –que hijuemadre pa´quejarse por todo y que hijuemadre más pachá (cómodo), pero me cae bien- y el gaffer porque cagado de la risa levanta en una sola mano una luz de 5000 Kw. con su respectivo trípode y luego nos dice con gesto de ustedes malditos debiluchos: “Cómo la ve pues”.

Ojala vuelva a trabajar tanto con el gaffer como con el le que le hizo la asistencia al gaffer, que tipos para trabajar. Precisamente con el asistente (Alejandro) me quedé bebiendo ayer, uno de los tipos más buena gente que he conocido últimamente, y eso que últimamente, desde hace unos meses para acá, gente es la que conozco todos los días, estoy de lo más social, quién lo creyera.

1. ¿Los gatos no se cansaran de ser todos peluditos y todos bonitos? Esa la pregunta al ver a Astrid Carolina después de tantos días sin verla. Sigue igual: bonita, peludita, maullando, mordiendo, rasguñando y destrozando los muebles. Que buena vida que se da.

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