domingo, abril 27, 2008

TOP 5 Juega conmigo

5. - ¿Amigos? ¿Cuáles amigos? En ese entonces no hablaba con ningún niño que no fuera Adrian, David y La Momia.
-¿Cómo así? vos mencionas mucho a varios niños.
- Pues sí, pero eran compañeros de juego, nada para sentarse a hablar con ellos.
- ¿Y un niño tenía para sentarse a hablar de algo con alguien?
- Pues yo sí.
- ¿Y cómo de qué o qué?
- Si te lo contara, tendrías para llorar un largo rato.
-Si tuviera corazón, estaría ahora en mil pedazos.
- Buuuuuu, esa frase es de esa serie nueva: Dexter.
- Sí, me la robé.
- ¿Y con eso querés convencerme de hablar de lo que sentía en mi niñez?
- No, porque estoy seguro que no tenías para hablar de algo en tu niñez.
- Si tenía.
- No tenías.
- Te voy a contar.
- Dale a ver.
- ¿Te cuento lo mucho que me gustaba ver José Miel? Bueno, pues me gustaba mucho ver José Miel.
- Tenés razón, con lo que me cuentes de José Miel tengo para llorar mucho rato.
- Sí, cómo un programa que era para niños era tan triste. ¿Cómo nuestras mamás nos dejaban ver eso?
- Y osan esos peladitos de 16 años de ahora, Emos claro está, decir que son los que más sienten la vida cuando ni siquiera vieron José Miel. ¿Qué, muy depretos viendo al dinosaurio Barney?
- Mmmm, aunque eso explica lo mani quebrados que son.

4. El solar de la casa de mi abuela Mariela alguna vez fue bonito, daba gusto estar en él, daba para pasar horas y horas y horas y horas recogiendo el café al lado de mi abuelito Marcos. Daba para montarse en el palo de guayabas por miedo a Chamuco y Pacheco (los perros de la difunta doña Delmira) que se pasaban de un salto desde el solar contiguo y ladraban y ladraban y ladraban… y ladraban y ladraban. Daba para montarse al palo de mangos y tirarle los mangos a mi tía Libia arriba en la terraza –“Pero no tire los maduros, tires los verdes que es para comérselos con sal”-. Daba para tirar naranjas agrias a la casa limítrofe – la del difunto Julito- y meterles un buen susto a las mellizas – las hijas del difunto-. Inclusive daba hasta para tener tu primer beso, tu primer metida de manito y tu primer revolcón; cosa que yo no tuve en ese solar, yo tan solo era un niño que no tenía nada de qué hablar (solo llorar y llorar y llorar y rodar y rodar como la canción), pero que daba, daba. Y a lo que iba:… ya, no sé a qué iba, y bueno, el solar era bonito; hoy en día es casa de culebras – cuando era bonito también salían culebras, una vez una de ellas picó a una de las mellizas-, ratas seguro – esas no faltan, el perro Slash las asesinaba violentamente por jugar con ellas-, insectos, maleza, cosas que me imagino que no se han descubierto, como por ejemplo: algo que todavía no se ha descubierto. Y etc.

3. Él lo sabe, no tenían nada en común, tú vivías en Santa Mónica (barrio de ricos y traquetos) y él en Belencito (barrio de milicianos, sicarios, ladrones, monjas diabólicas y temibles comandadas por un cura que se parecía a Chuck Norris). Él sabe que no tenían nada en común, lo supo cuando lo dejaste con los crespos hechos frente al convento de la madre Laura, lo supo cuando rechazaste una chocolatina que te mandó, lo supo cuando lo mandaste con tu hermano a que viera si la marrana ponía - “Que dejes de molestar a mi hermana”-. Pero mira como es la vida… que cosa la vida ¿no?, hace y deshace y vuelve a deshacer y nunca queda contenta la hijueputica esa; que la mesa está bonita, pongámosla fea. Que la mesa está patas abajo, pues la pongo patas arriba. Que estás muy flaquita, pues te pongo gorda; Churumdun, ahí tienes, que lindo cuerpo de pera, ya pareces totalmente derrotada y eso que debes tener unos 27 años o algo así. Que no tenías nada en común con él, pues ya lo tienes, él también engordó.

2. Ah, ah, ah, oh, oh, oh, eh, eh, bailo en el parque y brinco con un lazo, doy vueltas, me emborracho, caigo de espaladas en la hierba, siento la caricia del viento en mi rostro y pienso que, al fin de cuentas, uno se la pasa bien; sonrió.

1.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya había pasado por Heidi, estaba más grandecito. Me pregunto hoy en día porqué "los Centuriones" no llegaron a ser un clásico. Agradecería que alguien refute mi hipótesis o que me brinde su opinión.

Abrazos!

Ms. Martin Addams dijo...

yo juego contigo pero me gusta jugar con munequitos variados y otros objetos absurdos como coladores de cocina o ralladores de queso...y por comentario inaportante ahorita me vi Dexter...y por aca hicieron comentario de "claro pura serie para gente darketta como ud" O_o

Byron Alaff dijo...

Dale, jugamos con todo eso. Je je, es que es medio oscureta la serie, pero tampoco es que sea oscureta.

B dijo...

Gabi, no me acuerdo de los centuriones, así que no puedo refutar home, pero ya lo quisiera