No sé en qué período me empezaron a afectar las niñas con intereses pura y llanamente lascivos, pero sí sé qué antes de eso veía a varias niñas de mi edad mirarse el pecho cada dos segundos, esperando, según yo, que les creciera. Igualmente sé que antes de eso para mí las tetas eran adminículos expresamente para amantar niños recién nacidos, y sé que antes de eso ya una niña me había roto, desangrado, pisoteado, empalado el corazón en una cruz en lo alto de la montaña que rodea al barrio Belencito Corazón, y lo mejor, ella ni se dio por enterada. Vaticinando lo qué sería de mi vida amorosa por el resto de mi adolescencia: ir al matadero, destrozarme el corazón yo solito, sin que nadie me dijera y sin ayuda (mero el pato, papá). Si no es que a mí se me trababa la lengua y mejor prefería ni siquiera saludar (al punto que me creían un prepotente y un mala clase de mierda) frente a esa chica que me gustaba, o una de dos, las mujeres a las que les ponía el ojo o tenían novio miliciano o, querían tener novio miliciano; que por ese entonces ser miliciano era lo más chido y último en juguetes de un barrio marginado en Medellín – ahora está de moda ser paramilitar, pero ese es otro cuento, a esos les corro ahora, antes no les corría, a esos los veo ahora en la televisión, Internet, revistas y periódicos encarnando a un tipo muy bajito, de gafas, aguardientero, peligroso, paisa, mentiroso, camorrista, mete patas, tira bombas de humo para sacar las patas, pero antes no, para mí no existían, y eso que nacieron mucho antes de que yo naciera y eso que crecieron de la mano de Pablito Escobar y eso… (Ah, pero mentiras, según nuestro gobierno los paramilitares ya se extinguieron, y a nuestro gobierno Santos hay qué creerle *guiño de ojo*). Antes les corría como a alma que se la lleva el señor Satán a la Chinga, el Bizco, León, el Mono, el Pecoso, el Zarco, el Brayan, etc. todos ellos milicianos muy serios, comprometidos con la causa de auto-reducirse y reducir la sobrepoblación local a punta de plomo en la frente y delante de todos (no sabían qué por cada “cristiano” que se despachaban y por andar de pipi locos con los delirios de grandeza que proporcionan el tener un arma en las manos, ellos mismos contribuían con la sobrepoblación preñando, dejando fuera de forma, condenando a una vida del carajo a sus novias de catorce o quince años, porque es que así es el negocio en un barrio marginado, pero ese es otro cuento…). Cuando comprendí que esas niñas miradoras seriales de su pecho esperaban con ansiedad el momento en que sus tetas empezaran a crecer (viste qué era cierto), cuando comprendí en qué no veía el momento en que se les pusieran como melones, cuando después de ver a una mujer caminando por la calle con sus tetas danzando hacia arriba y hacia abajo y no se hacía esperar una erección, cuando las niñas me empezaron a afectar lujuriosamente sé que llegó a mí la pornografía. Y me llegó en forma de revistas Macho.
“Cierto que está muy pálido, pobre niño, no come bien, tiene problemas”
Rubias
Peli negras
Negras
Morenas
Asiáticas
¡Todas con las piernas abiertas!
“Pobre niño, pobre niño”
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Calcado de una foto, en paint, por aquel pobre niño (que ya creció).
8 comentarios:
uy que es esa sabrosura???
que buen calcado..en paint?? puta te odio!! XD
hey tu post me puso horny hornyyyyy
O la cerveza?!
ey, esa ilustración está una completa elegancia
Hey...qué bien calcado ma men...tesuer...
ms. martin: jajajaja
diego: gracias home
terre: ajá, bien calcado
buena, buena la historia, y el dibujo.. increible que sea en paint.
jaja
me gusta como escribis
sos detallista.
:)...
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