miércoles, agosto 27, 2008

TOP 5 Feo, Fuerte y Formal

1. Hace mucho tiempo dejé de correr cuando desde el cielo se anuncia y se larga un aguacero de sopetón y sombrero para tu cabeza. ¿Para qué te molestas en correr, cansarte, ponerte en peligro al resbalar en una baldosa mojada y quebrarte la cabeza, la cadera, los pies, las manos en mil pedacitos, chuzarte un ojo con un vidrio que de casualidad se encuentra parado en el piso por lo apurado que vas si igual te vas a mojar? Pero aunque de todas maneras pesquen un resfrío, lleguen a su casa o a donde sea con la ropa empapada, embarrada de pantano, la gente, al ver el chaparrón de agua encima, empieza a correr como endemoniada.

2. Son las 6:20 pm, llueve a cantaros, miro a la gente correr mientras camino por la carrera 65 desde la Universidad Nacional hasta la calle Colombia para coger el bus que me ha de llevar a mi casa, en la que ojalá haya comida hecha ya que el hambre me carcome las entrañas - no almorcé ¿por qué? Ni puta idea. Así de fácil y de gratis me gano una gastritis-. Tengo las manos en los bolsillos de mi buso. Tengo la capucha de mi buso puesta. Quiero encenderme un cigarrillo y ni para qué intentarlo, no me duraría ni siquiera una bocanada. ¿Cómo era mi vida cuando no fumaba? Maldita sea la hora en que cogí semejante viciecito, no obstante, la purita verdad, me gusta. ¿Por qué no se han inventado cigarrillos a prueba de agua? Es horrible cuando pasa qué dejas por un momento tu cigarrillo en el cenicero y este, sin acordarte tú, está mojado porque segundos antes lo lavaste.

3. Al frente de Suramericana (en la calle Colombia), el paradero de buses está repleto de gente. Por lo visto, debido a la lluvia torrencial que cae, no ha pasado un solo bus desde hace mucho rato. Y va ser larga la espera, minutos me esperan mirando el pavimento. ¿Por qué no tendré la costumbre de salir con mi discman? Al menos así me entretendría con algo. De hecho ¿por qué no tengo iPod o una carajada de esas? Nunca me he puesto en la tarea de estar al tanto sobre esas cosas, a ver si algún día lo hago.

*Tarea: Enterarme sobre iPods y esas cosas, y por qué no, hasta comprarme uno de esos aparatos.

Me situó bajo el techo del paradero. Cansado de esperar y con esperanza recurro a la ley de Murphy: me enciendo un cigarrillo a ver si el maldito bus de una vez por todas pasa y me deja con las ganas de darle sendos plonazos al cigarrillo del que tantas ganas tenía desde que salí de la Universidad. Pierdes algo, pero ganas algo, así de claro y conciso es este negocio.

La ley de Murphy nunca falla: llega el bus. Y a botar el cigarrillo.

4. ¿Cómo es posible que en el lapso de cuarenta minutos se alteren las vidas de cientos de personas hasta el punto de que todos hijueputeen al mismo tiempo la miserable existencia de los otros? Muy fácil:

En hora pico, lloviendo, en una glorieta, has que se choquen una volqueta, un taxi, un Chevette particular, y añade el hijuemadre trancón de carros que estos producen.

Y listo, ya tienes para que más de uno quiera sacar el indio carnicero empala cabezas que tiene adentro.

Después de cuarenta minutos en que estás sentado en la banca de un bus que no avanza ya empiezas a pensar que tuviste suficiente de maldita humanidad. No quieres oír más a los dos tipos que están sentados detrás de ti que hablan sobre marcas de motos, ni del que habla a viva voz por su teléfono celular. No quieres saber nada del chofer del bus que le grita “¡gran hijueputa!” al chofer del carro que está adelante y toca el pito cada dos segundos como si con eso solucionara los problemas del mundo. No quieres ni ver pintados a los dos ayudantes del chofer del bus que muy orondos empezaron a fumar sin tomarse la molestia de abrir las ventanillas… quieres aniquilar, lapidar, crucificar a la señora que alega y alega y alega y te busca con su mirada como para que te le unas en su causa de hacerle una vida roñosa a los demás.

¡AHGGGGGGG! No me bajo del bus porque todavía falta trecho para llegar a mi casa.

5. Llego a mi casa con la rabia de los mil demonios y por alguna razón disque estoy antojado de comer atún con algo.

Atún
Atún
Atún
Atún
Atún

¿Ah, lo puedes creer? Yo no.

Boomp3.com

10 comentarios:

Monchis dijo...

1. Siempre me he preguntado lo mismo: ¿PAra qué carajos corremos. si de todas maneras nos vamos a mojar?...(misterios insondables de la humanidad).

2. Quién lo mandó a coger un vicio tan pendejo? ... aguante ganas o chupe cuzca mojada....je,je,je.

3. Pídale un ipod al Niño Jesús... quien quita??

4. Bus lleno, lloviendo en medio de un taco bien HP y vallenato a todo taco le sacan la piedra a cualquiera.... yo entiendo.

5. ëpale mano, esos antojitos son de mujer en estado "interesante".....Será que me he perdido de algo??

Saludos,

Anónimo dijo...

Gato después de viejo?...o minas a la lata?...tesuer ma men...

Byron Alaff dijo...

Monchis: como lo dije, ese vicio tan pendejo me gusta. El niño Jesús no existe y ¿una mujer en estado "interesante" se antojaría de atún? será que yo entonces sí me perdí de algo que tú sabes.

Saludo

Terre:Solo una mina (la novia)

Suerte

Anónimo dijo...

minas a la lata... de atun

Anónimo dijo...

Antojos raros, sintoma de embarazo.

Anónimo dijo...

Pero y quienes las sardinas o el atún?

AndyPeceto dijo...

Los iPod son más caros y si te los roban te querés matar, yo que vos iría a un austero reproductor de mp3 y listo

Byron Alaff dijo...

david i: listo, resolviste el misterio

anónimo: ¿comentario autista?

andy: te haré caso

Anónimo dijo...

estos post estan mejorando, la incoherencia gana

Byron Alaff dijo...

naaa, muy aburrido