5. Tenía 20 años, estudiaba artes plásticas y era de lo más afable, todo el mundo quería estar con ella y ella quería estar con todo el mundo; siempre tenía algo que opinar sobre tus ideas excéntricas de incendiar la universidad o simplemente de incendiar cualquier cosa: “Que mira que para eso tienes que contratar bomberos” “¿Pero para qué quiero yo los bomberos si lo que quiero es incendiar e incinerar?” “Los bomberos, los bomberos”. Su contextura física: flaca, no tan alta como para decir “bruta, que cosa tan alta” pero alta al fin y al cabo, bonita, ojos negros y grandes, pelo negro y piel blanca, pecosa pero no tan pecosa. Su vestir: entre hippie arrastrada que se va a vivir al campo con su amiga más hippie que no se pierde la asamblea universitaria y chica que vive la vida loca en la ciudad. Sus bandas favoritas: Radiohead, Massive Attack, Portishead, Morcheeba, la banda sonora de Pulp Fiction y la banda sonora de Trainspotting. Sus libros favoritos: Rayuela, La insoportable levedad del ser y El Principito. Su persona favorita: Yo y solo yo. O al menos eso es lo que me quiero creer; quiero creerme que alguna vez conquisté una mujer así, que nunca la perdí y que me espera en la casa para que veamos juntos el programa de Jota Mario, y quizás para que tengamos sexo sin pretensiones porque es que ya sabemos cómo bate el chocolate cada uno y luego durmamos abrazados hasta que el hambre nos haga levantar de la cama. Quiero creerme que en este momento – 5:00 am en la Placita de Flores- no estoy al lado de una loca de remate que dice ser enfermera con novio gay y que le mola ser swinger.
-Vamos para mi apartamento.- Dice la enfermera.
- No, no te conozco, y ni sé porqué termine aquí. – Digo.
- Es porque aquí terminamos todos los chiflados.- Dice mientras abraza a un tipo que está más borracho que una cuba y que yo supongo que es su novio gay; la ropa, la ropa lo delata.
- En eso tenés razón, vos estás chiflada.- Digo después de darle un trago a mi cerveza; que hay que tener estilo carajo.
- Y vos también. – Dice ella agarrándome la mano.- Vamos para mi apartamento.
- No. - ¿y por qué yo he de estar loco?... vieja güevóna. Le quito la mano.
- Compremos entonces media de ron, a mi no me gusta la cerveza.
- Mmm, puede ser, puede ser, ron ¿por qué no?
4. Enciendo un cigarrillo, bebo de mi cerveza y le doy todo un discurso de porque Steven Spielberg es el mejor director del mundo. Nunca estuve tan inspirado, nunca las palabras me salieron tan fluidas, nunca antes fui tan convincente con nadie, ni siquiera conmigo mismo. Esto da como para que me graben y luego pongan el video en Youtube. Esto da como para que me contraten de catedrático en cualquier universidad de cine. Esto da como para que… descubro que al tipo que le estoy hablando está dormido de la borrachera que tiene. Y bueno, me callo, este tipo se lo pierde, el mundo se lo pierde, además que seguro se me va olvidar qué dije, así que yo también me lo pierdo. Me bebo lo que queda de la botella de aguardiente que el tipo tiene en la mano. Esta noche mezclé cerveza, ron y aguardiente; mañana, o mejor dicho ahorita más tarde – ya veo el sol en esta Placita de Flores, no sé por qué mierda sigo aquí-, va a ser un día de pelos; tremenda conmemoración me voy armar en el baño justito al lado de la taza del inodoro.
3. Uy uy uy, mientras camino de vuelta hasta mi casa, más borracho que un chucho, tengo metida en mi cabeza la letra de una canción terrible, apocalíptica, diabólica, mala, muy mala: “Cerré los ojos por un instante y te veo a ti, imágenes que no se han borrado de un pasado feliz. Sueños que nunca llegaran a hacerse realidad. Tu nombre escrito sobre una pared con el viento hablara…”. Esa canción estaba sonando en ese maldito antro en que estaba metido, debo dejar de ir a la Placita de Flores. “Qué hay amigo al otro lado del silencio”. Maldita sea, quítenmela de la cabeza, que alguien me asesine por favor, ya estoy simulando y todo que tengo una guitarra eléctrica en las manos “Sueños que nunca llegaran a hacerse realidad…”. Que me le aviento a un carro, que no es broma carajo.
2. Ahora tengo metida: “Hey tú, muchacha, triste, ven, dame, un beso, eso…” buuuuuuuu, ya quiero llegar a mi casa y atiborrarme los oídos con Siniestro Total, o mejor, con algo bien deprimente tipo qué, mmm: Nirvana. Si estoy cantando “Eeera tan linda, más linda que una estrella” es porque Nirvana me puede sonar bien a esta hora, o quizás escuche Radiohead que hace tiempos de los tiempos no escucho. ¿Qué horas son? Las 6 am. ¿Y por qué no he llegado a mi casa todavía siendo que la Placita de Flores está cerca? Pues porque por cantar canciones de mierda me fui por otro camino. ¿Dónde estoy? En el parque de El Periodista. ¿Otra vez, si antes de la Placita yo estaba aquí con un amigo? Ajá, de hecho nunca te fuiste del parque del Periodista, de hecho hasta ahora no has visitado la Placita, de hecho seguís con tu amigo; míralo ahí sentado al lado tuyo, está igual de borracho que vos.
- Hey, güevón ¿compramos otra medio de ron o qué? – Digo.
- Dale, lo que vos queras, yo hace rato que no salía y me da lo mismo home.- Dice mi amigo.
1. Lo bueno de tener amigos:
1. Te pueden decir algo así sin que te enojes ni armes un escándalo ni amenaces con retirar el saludo ni a que te pongas a inventar chismes ni nada cómo si lo hace varia gente: “Ando con este y con vos no porque con este terminó bailando la Lambada en una fiesta y con vos terminó llevándote borracho para la casa”.
2. Puedes perder el contacto con uno de ellos por días, meses, años y cuando de nuevo se ven pueden terminar totalmente más borrachos que Uribe en Amagá, o en su defecto pueden terminar totalmente borrachos en la Placita de Flores.
3. Puedes llamar a las 4:00 am a uno de tus amigos para decirle que el amigo con quién saliste y terminaste en la Placita de Flores está peleando con senda valija. Puedes llamar a ese amigo otra vez a las 4:30 am y luego lo puedes seguir llamando hasta que desconecte el teléfono.
El nuevo videoclip que les hice a mi banda amada Neoplatonics, espero les
guste.
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El nuevo videoclip que les hice a mi banda amada Neoplatonics, espero les
guste.
Hace 4 días.
7 comentarios:
aww esa puta cancion es una mierda! no se como se llama pero la letra me sono en la cabeza...shit i need anohter beer to wash it out!!
Me quedó la de "hey, tu, muchacha, triste" pero en versión tribuna, justo hoy la estábamos cantando con Gabi.
"Desde pendejo yo te vengo a ver, y me persigue la policía..." Todo un éxito.
Hey...otro ron pa'Byron...saludos a todos mis amiguetes...suerte y muerte!!!
home, yo no desconecté el teléfono, vos llamastem y acordate que hablamos hasta que se colgó, y volviste a llamar y no hablaste... además que W estaba reviviendo a lo SLC Punk
ms. martin: una se llama al otro lado del silencio y la otra "hey tu muchacha, triste, ven..." ya se me pegó otra vez.
Andy: aah, me acuerdo, Gabi una vez la cantó
Terre: bientos: Terre Terre en motoneta
Lesbian: pero es que este top es más o menos un resumen de varias noches, vos si has llegado a desconectar el teléfono. Y deja de venderte y vender a los demás en los comentarios, jejeje
yo me referia a la del otro lado del silencio...es una cancion odiosa y en general ese tipo de musica (eso que es metal? pseudo metal? heavy?) me tiende a enfurecer...
ole, sí.
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