TOP 5 Soy yo en la esquina y no soy ninguna canción de R.E.M.

1. Por alguna razón del baño de hombres no ha salido nadie hace diez minutos, y está ocupado, y el que está delante de la fila de los que nos estamos que nos vamos de conmemoración de meados a una convención en Cartagena ha tocado la puerta tres veces sin que nadie le dé respuesta desde allí dentro. ¿Será que hay un muerto, qué se murió mientras apoyado en la pared con las dos manos le echaba agüita con su pirulín al orinal? No, es una pregunta inútil y estúpida, esto es típico que pase en un bar, en una discoteca, en una fiesta, por lo general en el baño se meten cinco tipos y una tipa a meter Pérez hasta por las orejas y al que se le está que se le estalla la vejiga como bomba atómica allá afuera que se joda, que se lo coma la marrana, que bien bueno pasa y come esa marrana oiga usted.

- Ve ¿llevan mucho rato haciendo fila?- Pregunta el nuevo colega que se ha unido al club de los vejigas bomba, el tipo está parado justo detrás de mí, por su vestir se da cuenta uno que le mola el punk.
- Sí.- Digo yo.
- Yo no me aguanto, permisito, voy a orinar en la pared. – Dice el punkero ya con la bragueta abajo.
- Hey, el baño de las mujeres está vacío, oriná ahí. – Digo alejándome tres pasos.
- Me da pena.
- ¿Te da pena orinar en el baño de las mujeres y no te da pena orinar en la pared?- Le pregunto y me digo “pues sí, es punkero, los punkeros orinan en la pared y no en el baño de las mujeres”.

El punkero me mira, sonríe como diciéndose “verdad, es algo ilógico” y entra en el baño de las mujeres.

2. En la barra del lugar hay un montón de gente que con bebida alcohólica en mano se dedica a obstaculizar el paso, cosa que impide que cuando uno, por fin, llegue a la barra y pida una cerveza lo haga con una sonrisa de oreja a oreja. Hay gente que no tiene el sentido de “si me paro aquí estorbo”, abundan en los bares, en las fiestas, en las discotecas, en los buses, etc.; y bueno, se ve de todo en este valle. El calor que hace y el aire contaminado de tanta nicotina me sugieren que pida una cerveza y salga del lugar, así que eso hago.

Me siento en la acera del frente y, algo irónico, salgo por aire puro y lo primero que hago es encenderme un cigarrillo. Aspiro el humo de mi cigarro, le doy un sorbo a mi cerveza y me dedico a deleitarme la vista con la cantidad de chicas que pasan por allí. “A esa se la re contrapongo” ¿así dicen los argentinos, no?

3. Con cara de “se me perdieron” sale del lugar el punkero que minutos antes quiso orinar en la pared, mira para un lado, mira para el otro lado, mira por allá, mira por aquí, me ve, y no sé por qué pero empieza a caminar hacia mí. ¿Qué querrá? Me pregunto.

- ¿Y eso que estás tan solo?- Dice el punkero, por su acento me doy cuenta que es de alguna parte del Valle del Cauca.
- Allá adentro hace mucho calor.- Digo.
- A mí se me perdió la vieja con que vine ¿te molesta si me siento al lado?- Dice mientras se sienta.- Yo aquí en Medellín ya no tengo amigos.
- ¿Vos sos de Cali o algo así, no?
- Sí, de Cali, pero llevo como dos años viviendo aquí. Los amigos que tenía eran los amigos de mi novia, y mi novia se fue para Australia. Necesito conseguir amigos nuevos. ¿Viniste solo?
- No, con unos amigos, están adentro.- Digo y pienso ¿este qué? ¿Gay?
- Medellín es una bacanería ¿no te parece?, yo antes vivía en Bogotá y no me gustó. ¿Sabés una cosa?
- No ¿qué?- Digo.
- Yo antes era drogadicto –Dice y pienso ¿por qué a mí? Maldito imán que tengo para atraer personajes así-. Por eso no me gustó Bogotá, mucho descontrol. Yo allá dejaba entrar a cualquiera a mi casa con tal que llevara droga, hasta que un día me robaron todo. Aburrido me vine a vivir a Medellín.
- ¿Y por qué no te fuiste a vivir otra vez a Cali?- Pregunto.
- Porque en Cali tampoco tenía ya amigos, a todos los mataron. Cali es muy peligrosa.
- Medellín también es peligrosa.
- Cali es peor.
- No, Medellín es peor.
- Cali es peor.
- Home, no, Medellín es peor.

Y así nos vamos por lo menos media hora, yo le cuento toda la violencia que viví en Belencito Corazón y él me cuenta toda la violencia que vivió en algún barrio de Cali que no recuerdo; todo queda en empate.

4. El punkero me cuenta su historia de cuando pagó servicio militar y como le gustaría ser soldado otra vez.

- A la familia de mi amigo una vez le hiso la visita la guerrilla, la guerrilla obligó a su familia a que mataran todas las gallinas que tenían y les hicieran un sancocho disque porque tenían hambre, al otro día llegaron los paramilitares diciendo que la familia de él era colaboradora de la guerrilla y la obligó a que mataran todo su ganado para que les hicieran un asado, luego le violaron a la hermana. Pero la cosa no queda ahí, a los cuatro días llega el ejército y, además de volver a violar a su hermana, violan a su mamá. Mi amigo después de eso dijo “quiero tener un arma en mis manos, no importa de qué bando me la den, todos los bandos son iguales, solo quiero matar a alguien.” Y se unió al ejército.
- ¿Y por qué al ejército si violaron a su hermana y a su mamá?
- Porque así su familia, si a él lo mataban, podía recibir una pensión.- Dice el punkero y saca una bolsita de perico de su pantalón.- ¿Querés?
- Gracias, no me gusta el Pérez ¿no habías dejado la droga?
- La dejé mientras tuve novia, ella ahora está en Australia así que no importa. Mujeres. – Dice y se mete un pase de perico.
- Voy a comprarme otra cerveza.- Digo y me paro de la acera.
- Por cierto, me llamo Mauricio ¿Vos?
- Byron.- Entro en el lugar.

5. La almohada está fría y le doy vueltas y vueltas y nada que se calienta, las cobijas tampoco ayudan. No me puedo dormir. Me faltó más alcohol en mi torrente sanguíneo. Me levanto y enciendo el equipo de sonido, doy play y suena la última canción que escuché antes de salir: boomp3.com