jueves, julio 19, 2007

TOP 5 THE PINEDAS a true story


5. Suena mi celular y a pesar que estoy manejando, contesto:

-Alo-
- Hola mijo, como le fue en santafé.
- Hola ma, me fue bien, mi tía Beatriz también fue.
- Mijo no le entendí ¿Qué se raspó la nariz?
- Cuál nariz ma, que estoy con mi tía Beatriz.
- Aah, que bueno que también fue, ella no conocía Santafé. Acá me estoy comiendo el tamalito ese.
- MAMÁ, SE VA A INTOXICAR!! ESE TAMAL LLEVA COMO SEIS MESES EN ESA NEVERA, ES UN TAMAL DE POLLO!!!
- No mijo, el tamal está muy sabroso.

Y cuando no es el tamal es el yogur, el mango podrido, la leche. “Ma, esa leche está vencida.” “¿vencida? ¿Cuál vencida”. Y se sirve su vaso de leche y se lo toma hasta la última gota. “Dizque vencida, esa leche está muy buena.”. Y así es mi abuela Mariela. Que el arroz está vinagre, ¿vinagre? cuál vinagre, y se manda su plato de arroz como si fuera un manjar de dioses.

4. Adrián, Byron, David, Checho (Sergio), Mayita (Elizabet), Carlitos, Carla, Daniel, Camila, Estafa (Estefanía), Melisa, Ricardo, Marquitos, Alejandra, Germán, Carolina y Laura somos los nietos de mi abuela Mariela. De todos los primos, contando de Checho para abajo, no, por favor, que parranda de enchuspados. Ni yo que tengo mis enchuspamientos bravos me atrevo a retarlos. Compiten cada año por quien se lleva el título “El enchuspado del año” y siempre se lo gana uno diferente. Marquitos que lo manda uno a hacer un mandado y se pierde “Ve Marquitos, es sino que bajes en el ascensor, salís del edificio y ahí tenés la tienda” no, él termina en la Avenida Oriental comprando lo que no es y perdiendo la plata de sus pasajes. Una tía dijo alguna vez “Estefanía es la más avispada de todos” y dicho esto, como pedo de ascensor, yo no fui, fue el de al lado, Estefanía a sus dieciséis años se dejó empaquetar un hijo. Camila que cuando leyó el TOP 5 no lo entendió, bueno, ni yo lo entiendo, ni sé por qué lo leen, pero eso no es justificación para decirme un día, así como Kiko días después de entender un chiste del detestable y que por favor dejen de repetirlo Chavo del 8, “Byron ya entendí el TOP 5”. Y así van todos, mejor no sigo contándoles porque se me pega lo enchuspado.

3. Emanuel, el hijo de Adrián y sobrino de David y Camila, que es cinéfilo a sus dos añitos. Siempre quiere ir a cine y le dan miedo los mounstros que salen en la pantalla, o sea, ve media película por taparse los ojos con las manos mientras le dice a Adrián “papá, avíseme cuando los mostros no salgan”. Su risa es una cosa muy bonita.

2. Si te cortaste un dedo, si te desguinzaste un tobillo, si tu uña del dedo gordo del pie se fue de bruces contra la esquina de la nevera, es mejor que corras porque Libia va a querer arreglarte el tobillo, arreglarte la uña, sanarte la cortada. Escóndete, sal de la ciudad, ve donde un medico. Que Libia no llegue a donde ti. Yo no corrí cuando jugando baloncesto me descompuse el dedo meñique de la mano derecha y sufro las consecuencias. Libia me quiso arreglar el dedo y éste ahora es una cosa ahí toda rara que parece un garfio. ¡Run, Forrest, Run!”

1. Cuando mi abuelo Marcos mandó a su hermana Alicia a buscar una casa para toda la familia en Medellín no se esperaba que viviría en la segunda cuadra de Belencito – al frente del convento de la madre Laura-, menos se esperaba que por desconocimiento e inocencia de mi abuela, de Libia, de mis tías y mi mamá pusieran un bombillo rojo en la entrada de la casa - la gente pensaba que eso era un prostíbulo y por lo tanto la casa pasó a ser llamada como “La casa de las costeñitas” (Mi familia no es costeña, es de El Bagre Antioquia y allá hablan como costeños, o sea, son Chilapos, pero para el resto del mundo y hasta para la misma gente de El Bagre son costeños)-, tampoco se esperaba que la casa pasara a ser la casa más antigua que hay en Belencito, la casa que lleva parada cien años y la casa que hay que derribar porque el último temblor de tierra – hace como un mes y medio ¿no?- le hizo los estragos. La casa está ladeada, tiene grietas en las paredes y sus árboles de los alrededores, como presintiendo la cosa, se están cayendo uno por uno. Se están cayendo de tristeza es lo que pienso yo. ¡Mierda, casi todos los recuerdos de mi niñez vienen de esa casa, y ahora me toca ver como se viene al piso, como se convierte en un terreno baldío, o como se convierte en un edificio de apartamentos!. Abuelito, esa no te la esperabas, qué la casa se viniera abajo ¿cierto?... y basta, sale agua salada de mis ojos.

9 comentarios:

joni b dijo...

Mi mamá es igualitica a la tuya con eso de la comida: mamá, ese pescado que estás fritando no puede estar más podrido, toda la casa huele a esa peste, los vecinos creen que la guerra empezó y que están soltando gas mostaza, o pimienta... No no no, eso está bueno, pruebe y verá. Claro, como no, ya le voy a poner yo la lengua a esa porquería.

Así son, así son.

Byron Alaff dijo...

Sí home, mamás.

Anónimo dijo...

Ah, pero qué tirria conmigo pues. ¿No puedo opinar pues? No me puedo expresar. ¿O qué quiere Byron pues, el típico “está muy lindo, súper chevere, precioso, wow" de los flickrs?
Además era un asunto que compete a grandes narradores y maestros del cómic colombiano, como Joni, Max y yo. No vuelvo a opinar (mentiras que sí, ja).

Anónimo dijo...

Esta anterior es por la del blog de Joni, por si no te habías dado cuenta. Es que yo soy así todo metablogero, opino en donde tiene la casa matriz quien opinó en una sucursal.

Byron Alaff dijo...

trucha por qué te negas a aceptar la verdad, si vos sos así

robot dijo...

¡Qué va home!

Byron Alaff dijo...

Uy, me contestó Robot

La Mera Mera dijo...

JAJAJAJAJJAJA

La Mera Mera dijo...

HEY KE BELLECERA DE FAMILIA