5. A los catorce años encaré la primera vez, y me fue regular tirando a mal, la susodicha tenía novio, un miliciano muy matón del barrio el Corazón. El viernes intenté encarar, creo que por tercera vez en mi vida - el trauma de los catorce años nunca lo superé-, y eso sólo me confirmó que soy la selección Colombia, con el primer tiro del rival en el palo bajo la guardia, quiero que se acabe el partido, me dejo golear, cuelgo los guayos, en el banco siento a Yépez a Amaranto Perea a Iván Ramiro a todos los siento, que no jueguen ¿pa´qué? ¿Para que Córdoba el arquero saque el balón y le da a Crespo en la cabeza y gooooOOOOL, gol enchuspado, gol desbastador, gol que te deprime y pierdes la confianza? naaa, deje así. Encarar es muy aburrido, ¡que pereza!, ¡que dolor de cabeza! Las novias que tuve me malacostumbraron, ellas siempre dieron el primer paso ¿por qué no pueden seguir haciéndolo? ¡Que lo hagan, que lo hagan! ¡Animaos!
4. ¡¡¡¡¿CÓMO ME CALMO YO? TODO RECHAZO, YA NO CONSIGO MÁS SATISFACCIÓN. YA NI CON DROGA NI CON ALCOHOL YA NO CONSIGO NINGUNA REACCIÓN ¿CÓMO ME CALMO YO? YA NO CONSIGO NINGUNA REACCIÓN!!!! Así, con el gallo desgañotado y la mano arriba como alentando a un equipo de fútbol, cantamos esa canción en la fiesta del viernes en la galería de Wolf. Ya era justo y necesario una fiesta chimba en Medellín. Gracias Marco y ByronMaiden (otro Byron que no soy yo) por hacerme tan feliz esa noche, hasta me animé a encarar y todo, luego me quedé en el camino como la liebre y se me pasó la tortuga, pero no importa ¡¡que siga viniendo Marco de Bogotá a hacer buenas fiestas!! ¡Aplauso! ¡Además eso estaba lleno de niñas lindas! Sobre todo a la que quise encarar, mamacita, con su pelo suelto, su flacura y su capul.
3. En Buenos Aires, nuestra amiga Catalina Wild vivía con Andrés Juan – el “actor” de Paquita Gallego y Un ángel llamado azul- y siempre que nos invitaba a su casa nos tocaba escucharle a Andrés Juan una buena sarta de barbaridades, que era antisemita, que a su finca la cuidaban los paracos, que Uribe es un buen presidente, que no sé qué, que patabum, que patapi. Una vez me dijo “¿yo te he visto, cierto?”, le respondí “sí, nos conocimos la primera vez que Catalina nos invitó” y el respondió “nos conocimos no, nos vimos”, “no pues que honor es conocerte maricón” eso pensé pero no le respondí, me fui a la mesa de los licores a darle al vino y al whisky y al Phillip Morris ¿quién busca rejuntarse con la farandulilla?. Pero no sólo había que aguantarse a Andrés Juan, también había que aguantarse a sus groupies, en especial a un negro ahí cargado de perico (merca) hasta en las orejas y que se refería a Andrés Juan como “mi Andrés Juan”. ¿Y por qué hablo de Andrés Juan, que además es Flickero –busquen su flickr, en el hay variada foto de Catalina, mamacita-? Porque estaba en la fiesta de Marco y ByronMaiden. Me le acerqué y le pregunté si Catalina estaba acá en Colombia o seguía en Buenos Aires, y me respondió “¿Cual Catalina?”, “la que vivió o vive con vos en Buenos Aires” “Ah sí, no ella sigue en Buenos Aires ¿Yo te he visto, cierto?” “aja, nos vimos” y me fui a encarar a la flaca, a decirle “vea, no se vaya para Bogotá mañana que esto y lo otro y lo de más allá”, “se puede negociar” me dijo ella.
2. Luego de la fiesta vino la casa del Oso y vinieron las tres gatas del Oso y vino el aguardiente y vino la música del computador del Oso y Marco despachó en taxi a una nena muy bonita que se llama Laura para su casa dizque porque estaba muy borracha ¿si se llama Laura? Y vino la pensadera de ¿por qué no seguí encarando a la flaca?….. y no me acuerdo como demonios llegué a mi casa, sé que perdí las llaves. Recordarme para la próxima: ¡No beber aguardiente!. Todavía siento el saborcito del anís en la boca, todavía me duele la cabeza, que resaca tan traída de los pelos ¡resaca endemoniada!
1. La gata más sociable que conozco, mi gata Astrid Carolina –así la pusieron mis tías- que le encantan las visitas, no sirve los tintos (cafés) porque no puede, pero llegas a mi casa y ya la tenés ahí trepada, en el cuello, en el brazo, en el codo, en la pierna, en el regazo, donde sea. Ella se queda conmigo cuidándome mientras yazgo ahí en el piso de la borrachera, eh abierto los ojos y ahí está ella, mirándome fijamente, lanzándome su garrita para que juegue con ella. A la flaca le gustan los gatos. Flaca, tengo una gata.
3 comentarios:
home byron, gracias a vos por asistir y gracias sobre todo por sollatela, que bueno que te haya gustado... no sonaron algunas cosas pero para eso vendrán mas... si de casualidad te agarra el proximo 27 de julio en bogota pasate por socorro!!! habra no new wave!
(todavia te debo el link, pero es que se me perdio la contrasenia de blogger y voy a trasladar todos los blogs para otro servicio, ahi te aviso...)
nos vemos pues...
ah si, verdad que ese cagao de andresjuan andaba por allá y con el otro pecueco ese famosillo también con el que andaba, intentaron tramase a maria la ninia bonita sueca y se estrellaron! ademas ella luego me invito a guaro y ginebra (luego perdí, con todo ese alcohol, cuando llegue adonde el oso caí como una tabla)...
Que personaje Andres Juan! No me lo imagino si fuera famoso. Que personaje!
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